A 49 suben los muertos por el atentado terrorista contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, situada en la costa este de la Isla del Sur de Nueva Zelanda. Jacinda Ardern, primera ministra de ese país, confirmó la detención de tres personas que guardaban explosivos en sus autos. Una cuarta persona detenida fue liberado tras comprobarse que no tenía relación con los atentados.
La última masacre de un terrorista en Nueva Zelanda se remonta al 13 de noviembre de 1990. Un medio local definió esa tragedia como “algunas de las 23 horas más largas en la historia” de un país que nunca se ha caracterizado por los sucesos de este tipo, según El Mundo.
“Está claro que esto solo se puede describir como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, parece que estaba bien planeado”, dijo Ardern. Uno de los arrestados tiene nacionalidad australiana, por lo que las autoridades de este país también participan en las investigaciones.
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha relacionado al atacante con los extremistas de derecha y ofreció su apoyo a la comunidad musulmana. “Nos sentimos muy afligidos, estamos en shock, horrorizados e indignados. Condenamos absolutamente el ataque que ha ocurrido hoy por un extremista, un terrorista violento de derechas”, dijo Morrison. Los agentes identificaron al terrorista australiano como Brenton Tarrant, originario del Estado de Nueva Gales del Sur y de 28 años, según la televisión TVNZ.
Según testimonios recogidos por esos mismos medios, uno de los autores de la masacre, vestido de negro y equipado con casco, gafas y chaqueta militar, entró en la mezquita Al Nur en torno a las 13:40 (hora local) con un arma automática y comenzó a disparar contra los presentes. El segundo ataque se produjo en la mezquita del suburbio de Linwood.
Ardern dijo que a más de los 49 fallecidos hay 48 heridos y de ellos 20 en estado de gravedad. De los 49 muertos, 41 estaban en la mezquita de Al Noor y siete, en la de Lindwood, situada a unos 6,5 kilómetros de la primera, según la reseña que hace El País de España. Otro persona perdió la vida en el hospital.
Las imágenes difundidas por varios medios locales muestran a uno de los detenidos al lado de un todoterreno blanco que fue embestido por un coche de la policía. Uno de los tiroteos fue retransmitido en directo con cámaras go pro, desde la cuenta de Facebook del atacante, que aparece con ropa militar dentro del centro de culto disparando a bocajarro a varias personas con un arma automática de la que cambió el cargador al menos dos veces.
Un testigo dijo a la cadena One News que había sangre por todas partes. “Me quedé horrorizado al escuchar los disparos. No hay justificación para este tipo de odio”. El nivel de alerta máximo decretado por las autoridades obligó el cierre de todas las mezquitas del país por seguridad, mientras que todos los colegios y edificios públicos de Christchurch también se encuentran clausurados.
Según otro testigo, uno de los asaltantes llevaba casco, gafas y chaqueta militar, y utilizó un arma automática. A unos 50 metros de la mezquita se encontraba un autobús con unos 18 miembros del equipo de cricket de Bangladés cuando se produjeron los primeros disparos. Este sábado tenían previsto disputar un encuentro contra Nueva Zelanda, cancelado tras el ataque.
Arden reconoció que algunas de las víctimas podrían ser inmigrantes y refugiados que se habían beneficiado del asilo concedido por esta nación oceánica. “Ha ocurrido en un lugar donde la gente debería haber estado expresando libremente su libertad religiosa, donde deberían haber encontrado en un entorno seguro, y eso no ha ocurrido. No hay sitio en Nueva Zelanda para un acto tan extremo de violencia. Los que han sido el objetivo de este ataque (tiene que saber) que Nueva Zelanda es su casa”, dijo Ardern.
La Policía de Nueva Zelanda ha comenzado ya las operaciones para eliminar de las redes sociales el vídeo, de 17 minutos. En una de las dos mezquitas atacadas en Christchurch, la tercera ciudad del país, había reunidas entre 300 y 500 personas, según algunos testigos. Entre los 48 heridos atendidos hay varios niños. Los afectados están siendo atendidos por heridas de bala en el hospital de Christchurch, según El País.
Uno de los atacantes se responsabilizó del atentado y dejó un manifiesto de 74 páginas, titulado The Great Replacement (El gran reemplazo), en el que explicó que se trataba de un acto terrorista y que uno de los motivos de la matanza es la creación de “una atmósfera de miedo” contra los musulmanes.
El atacante también confesó que tuvo un “contacto breve” con el noruego Anders Behring Breivik, condenado a un régimen de aislamiento por matar a más de 70 personas en 2011, según The Guardian. En las redes sociales también circuló en un primer momento el texto, que incluye calificativos peyorativos contra las personas que profesan esta religión.
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