Alexis Mera, exsecretario jurídico de la presidencia de Rafael Correa, había sido señalado por el exvicepresidente de Obebrecht para América Latina, Luiz Mameri, de haber recibido sobornos de la compañía brasileña por cerca de cinco millones de dólares. El audio, conocido en 2017, se hizo viral cuando fue publicado el fin de semana por diario El Universo, sobre todo porque había la sospecha de que la Fiscalía evitaba el asunto en la investigación sobre la trama de sobornos montada en el país por la empresa brasileña.
Según la información divulgada por diario El Universo, el dinero desde donde Odebrecht manejaba su departamento de sobornos se transfirió a la empresa Dramiston Limited, domiciliada en Bahamas, en dos cuentas bancarias abiertas en el Guaranty Trust Bank Limited Bahamas y el RBC Royal Bank (Bahamas) Ltd.
Luego de que la Fiscalía saliera a aclarar que Alexis Mera no estaba liberado de la investigación, como se insinuaba en redes sociales, el exsecretario jurídico del expresidente Correa salió a desmentir las acusaciones al afirmar que otros habrían usado su nombre para robar.
“En el juicio contra el vicepresidente se me investigó y no se encontró indicio alguno en mi contra….lo que ha hecho Odebrecht, de ser ciertas las afirmaciones de Mameri y Santos, es permitir que se robe a mi nombre, sin ninguna verificación, con la promesa de falsas gestiones con el suscrito que nunca realizó, por lo cual deberá responder”.
Cuando La Fiscalía recién se comenzaba la investigación contra el entonces vicepresidente Jorge Glas, sus argumentos para defenderse de las acusaciones de corrupción eran los mismos de Mera en la actualidad.
“Por casi un año he sido sujeto de los más miserables ataques que persona alguna haya sufrido en la historia del país motivado por razones políticas, sin que nadie haya presentado ni una sola prueba en mi contra, esto por la sencilla razón de que no existe -dijo en una entrevista-. Como lo manifesté frente al Ecuador en la Asamblea Nacional, si alguien se ha tomado mi nombre en beneficio propio, tendrá que responder ante la justicia”.
Lo único claro es que la Fiscalía tiene mucho que investigar sobre los sobornos en la administración pública de la década pasada, porque con el control de todas las instituciones del Estado en el anterior gobierno alguien pretendió montar una estructura de impunidad que se ha ido desmontando a cuentagotas.
Mera y Glas, cargo de los hilos jurídicos del Estado y de los sectores estratégicos, con cientos y miles de millones de dólares de por medio, resultan ahora haber sido tan ingenuos como para dejar que otros robaran en sus nombres para que, años después, ellos fueran los acusados. Y hasta ahora ni Glas ni Mera han dado los nombres de quienes robaban en sus nombres.
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