El relato sobre el México de los 70 que propone Alfonso Cuarón en su regreso a la dirección después de Gravity (2013) ha conquistado en pocas semanas a público y crítica en medio mundo. La historia de Cleo, una empleada doméstica que mantiene a flote a una familia de clase media en el convulso Distrito Federal de los inicios del gobierno de Luis Echeverría, ganó el León de Oro en Venecia y ya fue elegida como mejor cinta de 2018 por grupos de críticos en Los Ángeles, Nueva York, Chicago y San Francisco.
Con tres nominaciones a los Globos de Oro, Roma logró llevarse finalmente este domingo el premio a Mejor película de habla no inglesa y Mejor Director. Alfonso Cuarón se impuso a los directores de A star is born, Green Book, BlackKklansman y Vice. Ahora recibió logró siete nominaciones a los premios de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión, BAFTA, por sus siglas en inglés.
Una película inspirada en la infancia de Cuarón, el largometraje no para de cosechar elogios como una metáfora del país y de su historia, de su pasado y de su ahora.
Se ha visto, también, como un crudo y emotivo relato sobre las realidades, las alegrías, tristezas y cotidianidades que se ocultan detrás de las puertas de la vida doméstica y un testimonio sobre la desigualdades sociales y raciales no solo en México, sino en toda Latinoamérica.
La película toma su nombre del barrio donde se desarrolla, la colonia Roma, una zona en la que se asentó la clase alta mexicana durante la primera década del siglo XX y donde quedan suntuosas mansiones y palacetes de inspiración europea como vestigios de aquella época.
La Roma (integrada realmente por dos colonias: Roma Norte y Roma Sur) es uno de los barrios de la clase media mexicana. Desde el terremoto de 1985, la zona sufrió varias transformaciones arquitectónicas y demográficas, aunque actualmente sigue siendo un barrio de clase media y uno de los lugares residenciales más emblemáticos de la ciudad.
Pero el motivo por el que la película se desarrolla allí tiene que ver con la propia intención del director de recrear su infancia: Cuarón creció en una casa de la calle Tepeji, en esa colonia, una de las esquinas que aparece marcada con losetas azules en una de las escenas de la película.
El lujoso barrio residencial sirve, también, como símbolo para contrastar con las diferencias sociales de otros ambientes por el que se mueven los personajes, en especial Cleo, la protagonista. A diferencia de sus “patrones”, ella y otra amiga (que es también empleada doméstica en la casa) duermen en un minúsculo ambiente, mientras los novios de ambas viven en un barrio muy pobre en el Estado de México.
Cuarón dedica la película a Libo, que es como él y su familia llaman a Liboria Rodríguez, una mujer de origen mixteco que comenzó a trabajar con ellos cuando el director apenas tenía 9 meses y cuya historia de vida es la base para la película.
Rodríguez, que procede de la aldea de Tepelmeme en el estado de Oaxaca, se encargó desde entonces de la crianza de los niños, como muchas empleadas domésticas que han tenido un rol protagónico en el cuidado de los menores de muchas familias de América Latina.
Según ha contado el director, a medida que fue creciendo, se fue dando cuenta de que Libo era también una persona con necesidades, conflictos y vida interior, y no solo alguien que le lavaba la ropa o le preparaba la comida. De ahí que se inspirara en ella y en su papel en la familia para escribir el guion (cuyas escenas solo conocían los actores el mismo día de la filmación).
En lugar de utilizar estudios de filmación, Cuarón decidió filmar su película en una casa real de la colonia Roma, que fue rediseñada meticulosamente para que se pareciera al lugar donde creció.
La Roma se encuentra cerca de uno de los corredores aéreos por el que pasan los cientos de aviones que cruzan cada día los cielos de la Ciudad de México para aterrizar en su aeropuerto internacional, por lo que son una de las vistas obligadas del cielo del barrio… y de casi toda la ciudad.
De ahí que los aviones sean una presencia en la película: no solo con su paso abre y cierra la cinta, sino que son como un leitmomotiv a lo largo de la trama.
Pero esto es solo una parte de la explicación. Hay también un hecho autobiográfico: Cuarón soñaba con ser piloto cuando era pequeño (de hecho, el actor que interpreta al director cuando niño se lo cuenta a su nana) y estaba fascinado con los aviones.
Y además tienen una connotación simbólica. Según ha contado Cuarón, las aeronaves cruzando el cielo de México le sirvieron para trasmitir también la idea de que las situaciones por las que atravesaban los personajes eran transitorias y que había un universo más allá de sus contextos personales.
Las visitas al cine no son solo un escape para la carga de tareas domésticas de Cleo, sino también para los niños a su cuidado. Y es que Roma utiliza un recurso narrativo conocido como “metarrelato” o “cine dentro del cine”, en el que anteriores producciones cinematográficas son homenajeadas por el autor.
Incluso, algunas propias. En una de las escenas de la película, los menores van con su nana a ver Atrapados en el espacio, una de las película favoritas de Cuarón cuando era niño y una de las cintas que le inspiró cuando dirigió Gravity.
Hay otras referencias a sus producciones anteriores: la escena del parto es similar a una que tiene lugar en Children of Men (2006), y, como en Y tu mamá también (2001), la madre les cuenta a sus hijos en un bar al aire libre cerca de la playa que su padre los ha abandonado.
Uno de los valores que la crítica más ha aclamado de la película es su cuidadosa recreación de época, no solo por la selección de los decorados, vestuarios y programas de televisión, sino por la forma tangencial en la que presenta los contextos sociales del México de los 70.
Una de las escenas más llamativas muestra una matanza de estudiantes conocida como Corpus Christi o el Halconazo, que tuvo lugar el 10 de junio de 1971 y que es todavía una de las páginas oscuras de la historia de México.
El incidente, que ocurrió tres años después de la más conocida Masacre de Tlatelolco, comenzó como una protesta estudiantil y terminó como un baño de sangre cuando el gobierno envió soldados mexicanos entrenados por la CIA para reprimirlos.
De acuerdo con las versiones de algunos sobrevivientes, en un inicio, los paramilitares utilizaron palos de kendo, como el de uno de los personajes de la película en sus entrenamientos, pero de ahí pasaron a las armas de fuego.
El hecho de que el novio de Cleo practique el uso del kendo con otro grupo de hombres en un lugar apartado en el Estado de México y se refiera a los entrenamientos deja abierta también la pregunta de si, en realidad, de lo que se está hablando es de estos grupos paramilitares.
Se cree que los enfrentamientos del día de Corpus Christie dejaron más de 100 estudiantes muertos. El suceso, descrito de una forma hiperrealista en la película, da paso a una de las escenas más conmovedoras, en las que nuevamente las desigualdades sociales marcarán el curso de la trama.
BBC Mundo
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