En un milenio donde el auge tecnológico ha calado en el desarrollo espiritual de las personas, las universidades se enfrentan a nuevos retos y, para ello, deben trazarse objetivos acordes a las demandas del presente y preludiar las necesidades futuras; preocupación que quizá ninguna otra instancia o dinámica social va a llegar a plantear nunca.
El vocablo “compasión” proviene del término latino cumpassio que significa ‘acompañar’; es decir, una persona es compasiva cuando se acerca a otra que sufre o que está angustiada sin necesariamente pasar por la misma situación.
La importancia de fortalecer este sentimiento radica en que la realidad humana contemporánea muestra una marcada carencia en cuanto al cuidado desinteresado de otros, problemática evidenciada por las alarmantes cifras de personas muriendo de hambre o por falta de agua potable.
Otra deficiencia es citada por Camilo Noguera, director de la Fundación Internacional “Humanitas” en Estados Unidos, quien asegura que 8.2 millones de personas mueren con cáncer anualmente, de los cuales el 60% no posee un tratamiento adecuado para sus dolencias. Por casos como este, nace la urgencia de fortalecer la compasión en cada habitante del planeta para desarrollar maneras compasivas y abandonar la amenaza constante de lo deshumanizante.
Bajo esta realidad, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) ha realizado un proyecto orientado al fomento de la compasión desde la comunidad universitaria con miras a convertir a Ecuador en un país compasivo, conjuntamente con New Health Foundation.
New Health Foundation es una institución sin ánimo de lucro que observa y optimiza los sistemas de salud, sanitarios, atención social, apoyo familiar y del entorno para mejorar la calidad de vida en los procesos de enfermedades avanzadas, alta dependencia y las últimas etapas de la vida.
La fundación, a través del programa “Todos Contigo” intenta trasladar a la sociedad la importancia de cuidar a las personas en sus últimos días de vida a través de un movimiento internacional que implica a los ciudadanos en la creación de comunidades y ciudades compasivas.
Las comunidades compasivas derivaron del concepto de ciudades saludables adoptado por la Organización Mundial de la Salud, las cuales se caracterizan por ser lugares que cuentan con gobiernos, instituciones de salud, organizaciones públicas y privadas y sociedad en general dedicados a desarrollar la solidaridad, la cohesión y la democracia.
Es con este concepto que algunas universidades han trabajado colaborativamente para transformar sus campus en comunidades compasivas. Así la UTPL, a través de los docentes y estudiantes de las carreras de Medicina y Psicología Clínica; gracias a la aprobación del vicerrectorado de investigación, se encuentra ejecutando la primera etapa de un programa que durará 2 años para ser acreditada como una universidad compasiva bajo los parámetros expuestos por la New Health Foundation.
Patricia Bonilla, docente de la carrera de Medicina de la UTPL explica que los pasos iniciales se enfocan en determinar cómo vive la compasión tanto el personal docente y administrativo, así como los estudiantes pertenecientes a la universidad. “Deseamos conocer cómo nos enfrentamos a diferentes circunstancias; saber si estamos dispuestos a compartir nuestro sufrimiento o ayudar al que lo necesite”, puntualiza. El sondeo se realizará a través de una encuesta formulada por la fundación.
La docente comenta que una vez evaluada la realidad de la comunidad universitaria con relación a la compasión, se desarrollarán una serie de actividades dirigidas a incentivar y fortalecer este sentimiento humano. Además señala que la compasión construida impulsará un programa diseñado para el tratamiento y el acompañamiento de personas que padecen enfermedades avanzadas, progresivas e incurables.
Una de las estrategias constituye la formación de líderes estudiantiles que puedan replicar este compromiso social a la ciudadanía lojana y continuar a nivel nacional para lograr forjar un Ecuador compasivo.
Ante un mundo donde el individuo cosificó su humanidad al descuidar su facultad intelectual, sensible y moral; son estas iniciativas las que emergen como una nueva luz esperanzadora y transformadora. Es por ello que desde la UTPL seguiremos proponiendo acciones que garanticen la formación profesional de los ciudadanos, cimentada sobre una educación fortalecida en valores y virtudes humanas.
“Llamamos compasión a la capacidad de sentirnos próximos al dolor de los demás y la voluntad de aliviar sus penas, pero a menudo somos incapaces de llevar a la práctica lo que nos proponemos, y esa hermosa palabra muere sin haber dado sus frutos.”
-Dalai Lama-
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