A un secuestro le llaman Operación Secuestro, que se paga con cheques. Parece absurdo o descabellado, pero en las operaciones consideradas ilegales, operadas desde el Estado, siempre alguien buscar dejar una pista, una huella para que alguien en el futuro pueda hallar la punta del ovillo y desmadejar lo que se presumía siempre iba a estar oculto a los ojos de una investigación seria.
Las dictaduras del Cono Sur dejaron montones de pruebas de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, ejecuciones, secuestros, desvió de dineros para operaciones encubiertas. Y solo así se pudo documentar al detalle lo que fue el Plan Cóndor. Lo que hoy se puede consultar hasta en Wikipedia. ¿Por qué las dictaduras de la llamada izquierda socialista del siglo XXI no harían los mismo?
Ahora en Argentina ha estallado otro escándalo relacionado con los Kirchner, los cuadernos de las coimas.
En enero pasado, según cuenta el periodista de La Nación, Diego Cabot, llegó a sus manos una caja. “Un anotador, seis cuadernos espiralados y uno azul de tapa dura, que bien podrían haber sido de cualquier nostálgico que decidió guardar los apuntes de primaria -narra en La Nación-. Facturas de alguna marroquinería de Once en las que probaba la compra de bolsos. Videos y unas pocas fotos no muy nítidas. Poco más que eso sirvió para exhibir el recorrido de las coimas que partían de las instrucciones de Néstor Kirchner, continuaban con los recorridos millonarios de los laderos de Julio De Vido por las empresas contratistas del Estado para recolectar bolsos llenos de millones de dólares sucios y terminaban en la Quinta de Olivos, en la Jefatura de Gabinete o en el departamento de la familia de los expresidentes, en Juncal y Uruguay”.
Pues resulta que Oscar Centeno, el chofer del número dos del exministro Julio De Vido , Roberto Baratta, tomó nota en esos cuadernos de todo lo que sucedía durante los trayectos de su jefe con días, horarios, nombres, direcciones y montos que trasladaba en el Toyota Corolla, en el que también llevaba a Baratta. El registro de las coimas pagadas por algunas empresas al Ministerio de Planificación: más de 30 domicilios desde donde se recogieron bolsos con dinero y otras direcciones que se utilizaban como búnkers o refugios.
La investigación del grupo de periodistas dirigidos por Diego Cabot reveló una estructura tan mafiosa como la de Odebrecht para recolectar el efectivo de las oficinas de las empresas a las cuales el Ministerio de Planificación argentino había otorgado obras públicas. Semanalmente, Baratta, según la investigación de La Nación, concurría a la quinta de Olivos para recibir instrucciones respecto a quién había que cobrarle. Todos los montos que se retiraban ya habían sido previamente acordados con De Vido o Néstor Kirchner.
“El chofer del auto, silencioso testigo de lo que sucedía en su Toyota Corolla en el que transportó a Roberto Baratta durante al menos 10 años, se encargó, con la precisión de un orfebre, de tomar nota de todo lo que podía escuchar -cuenta Cabot en La Nación-. Intentó con cada detalle barnizar de veracidad su relato, no dejó escapar ni siquiera un número que veía al pasar, tomó las direcciones, los nombres, los montos y las características físicas de quienes no conocía. Y hasta el peso de los bolsos o las valijas”.
Cuando el poder obnubila, la corrupción desconoce límites. Los techos y los pisos de las casas de van convirtiendo en caletas con fajos y fajos de dólares que pareciera iban a usarse para comprar las colas. Aquí en Ecuador todavía está fresca en la memoria los miles y miles de dólares hallados en casas de funcionarios del anterior gobierno. En techos y pisos, cuando se comenzó a destapar la trama de sobornos en Petroecuador. Aquí en Ecuador hay videos del tío del exvicepresidente de la República recogiendo bolsos de dinero en suites de hoteles. Y todavía hay quienes pretenden hablar de lawfare.
La Unidad de Información Financiera de Argentina ha solicitado esta semana la reapertura de la causa por enriquecimiento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner que había sobreseído el exjuez Norberto Oyarbide, en el 2009 en tiempo récord. Ahora ha admitido que actuó bajos presiones de Néstor y Cristina, denunciados en el 2008 por un aumento del 158 por ciento en sus patrimonios.
A la luz de los acontecimientos resulta que eso era nada. Insignificante.
Y a esos personajes el anterior gobierno ecuatoriano no solo les levantó estatuas, ¿en honor a qué?, sino también les otorgó condecoraciones, ¿a cuenta de qué? ¿Esos personajes eran sus ejemplos a imitar?
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