Los grandes eventos deportivos constituyen el escenario ideal para mostrar las innovaciones tecnológicas. Y el Mundial de Rusia 2018 no es la excepción. Con el mayor despliegue de la historia de estos torneos, ha sido el primero en transmitir los partidos en formato 4K, la pelota tiene un chip NFC incorporado y ha contado con la famosa repetición de jugadas VAR, entre otros adelantos. Ni hablar de la tecnología instalada en los estadios.
Otra novedad es que prácticamente la mitad de la teleaudiencia a escala mundial ha seguido los partidos a través de la tecnología streaming, también denominado transmisión por secuencias, lectura en continuo, difusión en continuo o descarga continua, distribución digital de contenido multimedia a través de una red de computadoras, de manera que el usuario utiliza el producto a la vez que se descarga. El streaming puede ser visto en diferentes dispositivos (teléfonos, tabletas) y desde cualquier lugar donde exista una señal Wifi. Dicho de otro modo, en la actualidad se registra un éxodo de los clientes del cable y de la señal satelital.
Según una encuesta realizada en mayo de 2018 por el Interactive Advertising Bureau (IAB), el 47% de los usuarios, en todo el mundo, están consumiendo hace ya más de un año la tecnología streaming en vivo y casi un 44% dijo que ve menos televisión.
En la migración hacia el empleo de esta tecnología confluyen varios aspectos fundamentales: por un lado, el acelerado desarrollo tecnológico permite que la imagen, el sonido, en fin, los patrones de calidad del streaming mejoren cada vez, tanto que ya se asemejan a los de la televisión por cable; por otro, el hecho de que el público puede verlo a través de cualquier dispositivo, en cualquier momento y lugar; se puede adelantar, retroceder o congelar imágenes; básicamente se disfruta más del servicio. Por si fuera poco, los costos son mucho menores a los servicios de televisión por pago, cuyos proveedores han demorado en cambiar sus modelos de negocio.
Sin embargo, no se puede concebir la televisión (el dispositivo) como un elemento aislado del resto, por cuanto los servicios tienden a integrarse, lo que permite a los usuarios utilizar los dispositivos no solo para mirar transmisiones deportivas, sino también para aprender, articular contenidos educativos y de entretenimiento, por mencionar algunos.
Como antaño ocurrió con las computadoras, aquellos aparatos grandes que al inicio solo podían ser operados por ‘gurús’ y luego se popularizaron y se simplificaron al punto de que cualquier persona puede hoy en día maniobrarlas, la concepción, desarrollo, montaje y divulgación de programas de televisión cada vez más está al alcance y posibilidades de una mayor cantidad de creadores o amantes de esta tecnología. En la actualidad cualquiera puede crear un canal en YouTube y subir sus propios contenidos; diariamente surgen más y mejores herramientas para la creación y edición de videos.
Hoy por hoy, el estar un paso atrás de los avances tecnológicos equivale a pérdida, bien lo saben las grandes transnacionales de la televisión por cable y digital, por eso ya muchas están ofreciendo paquetes de programación para que pueda ser vista por streaming sin necesidad de que la teleaudiencia contrate servicios por cable; caso contrario se quedarán en off side, o sea fuera de juego.
Indiscutiblemente la televisión tiene la misión de transmitir información, conocimientos, opiniones y si se distingue solo por la calidad de la imagen y el mensaje que transmite, existiendo otras alternativas con amplio acceso, servicios adicionales y mejores precios, la gente simplemente tomará dichas vías. El fenómeno del streaming y sus indiscutibles ventajas es bueno para la sociedad, porque el cambio obliga a transformarse, reinventarse a todas las instituciones que se hallan a su alrededor. Así, hoy mismo existen universidades con sus propios canales de divulgación, donde los profesores e investigadores pueden compartir y proponer sus ideas con vistas a un desarrollo académico y científico en pro de la paz, la solidaridad. Claramente, el mundo puede mejorar con la confluencia de tecnología.
En lo inmediato, al streaming en vivo se incorporará la realidad aumentada, de modo que el usuario podrá informarse con solo acercar su teléfono a una imagen. Por ejemplo, en el caso del famoso futbolista argentino Lionel Messi, los dispositivos automáticamente serían capaces de proporcionar todo sobre sus récords
Es que la convergencia tecnológica fomenta el trabajo de equipo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, ya que todos pueden acceder a una información inmediata como un libro en formato electrónico, un programa de televisión, un video… con solo dar un click.
Asimismo, los cambios necesariamente tienen que influir en la manera de concebir, elaborar y divulgar los mensajes. En ello tienen que involucrarse los formadores de nuevos especialistas, técnicos, comunicadores, guionistas, creadores de contenidos porque si no renovamos, reinventamos, rompemos paradigmas, la historia nos pasará la factura.
Retomando el tema del fútbol, es posible avizorar al próximo campeonato mundial como un torneo de colaboración mediática. De hecho, ya está sucediendo, no solo en el fútbol sino prácticamente en todos los deportes. Actualmente no se realiza una transmisión sin que la información se retroalimente con mensajes, twitters, comentarios e imágenes provenientes de las audiencias que se expresan a través de distintas plataformas.
Incluso antes de Qatar 2022, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 seremos testigos de grandes adelantos. La integración de las tecnologías, el mundo interconectado, con inmensas, variadas y cada vez más vías de colaboración y cooperación, es la marca del futuro, lo cual permitirá a los usuarios recibir información de mejor calidad y vivir, sí vivir la experiencia colectiva de participar en estos eventos.
Y es que la experiencia no se tiene solo mirando un evento sino al ser copartícipes, porque los torneos no solo serán emitidos por un streaming, sino que contarán con la participación de todos los que quieran contribuir con sus fotos, audios, videos, opiniones, análisis, con la interrelación, con el chat.
Con toda seguridad, en lo inmediato, al streaming en vivo se incorporará la realidad aumentada, de modo que el usuario podrá informarse con solo acercar su teléfono a una imagen. Por ejemplo, en el caso del famoso futbolista argentino Lionel Messi, los dispositivos automáticamente serían capaces de proporcionar todo sobre sus récords.
Todo lo imaginable está cerca de convertirse en realidad, porque las tecnologías existen y se encuentran en un vertiginoso proceso de desarrollo sinérgico y de integración. Entre otros muchos beneficios para la humanidad, por fin se irá extinguiendo el monopolio informativo donde el emisor del mensaje decide qué y cómo tienen que asimilar las audiencias.
Estamos llegando a un momento en que la comunicación, en todas las esferas, será colaborativa, co-creada, co-comentada, co-disfrutada, co-criticada. Así, al ritmo de los nuevos tiempos, ubicuamente, presencial o virtualmente, individual o grupalmente, llegaremos a nuestras propias conclusiones, alcanzaremos nuestra propia verdad. Una vez más, y como siempre, la ética, los valores, aquellos que existen desde nuestros ancestros, marcarán el camino correcto, serán el faro de nuestros destinos.
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