Sorpresa en Sochi. Un doble error de Kroos, primero en la salida de balón y luego tras perder la marca, puso contra las cuerdas a Alemania tras el golazo de Toivonen en el minuto 32. El centrocampista blanco falló en un pase, robó Suecia y Claesson aprovechó el regalo para centrar desde la derecha para que controle en el área el delantero sueco, tras coger la espalda a Kroos, y superar a Neuer con una preciosa vaselina.
Alemania, sin embargo, sabía que hasta el empate contra Suecia y otro en la última jornada entre suecos y mexicanos la echaba del Mundial. Y ahí apareció Toni Kroos.
Alemania fue otra tras el descanso. Werner se fue a la izquierda y La ‘Mannschaft’, por fin en Rusia’, fue reconocible. El torbellino del Leipzig hizo todo el ruido que le molesta. Aunque se quedó corto. Alemania había dado 122 pases en los primeros diez minutos por los solo 6 de los suecos.
Y antes del cuarto de hora, Suecia montó una contra que pudo significar un gol. Boateng cometió penalti. Dio por detrás a Berg, que acabó por los suelos reclamando una falta que existió dentro del área. El árbitro no la vio. Tampoco actuó el VAR, que se activa cuando lo ha visto todo el mundo.
El colegiado polaco interpretó que había que seguir jugando. Y en los bares suecos no se lo pudieron creer. No había fallado ni un pase en media hora.
Suecia se había puesto en ventaja por intermedio de Ola Toivonen a los 32 minutos y Marco Reus a los 48 empató para Alemania, en partido jugado en Sochi. Y cuando el empate parecía un hecho, apareció el golazo de Toni Kroos a los 90+5 para darle la victoria al campeón del mundo, que jugó con uno menos desde el minuto 82 por expulsión de Jerome Boateng.
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