En la cuenta de Twitter palaciega, puede verse el papel transcrito a mano en elegante caligrafía de varios colores y firmado en el extremo superior derecho por la soberana, donde se expresa “el consentimiento al matrimonio entre nuestro queridísimo nieto el príncipe Enrique Carlos Alberto David de Gales y Rachel Meghan Markle”.
La formulación es algo diferente a la empleada para el enlace en 2011 del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono, y Catalina Middleton, cuando se describió a la novia como “nuestra confiable y muy querida Catalina”.
Isabel II, de 92 años, firmó el llamado Instrumento de Consentimiento el pasado marzo, tras haber conocido el octubre anterior a Markle, cuando el príncipe Enrique la llevó a tomar el té con su abuela en el palacio de Buckingham.
La firma de este documento forma parte de la tradición en el Reino Unido y se acoge actualmente a la Ley de sucesión a la Corona de 2013, que reformó la anticuada Ley de matrimonios reales de 1772, que requería por primera vez que los descendientes de Jorge II pidieran permiso al monarca antes de casarse.
La legislación de 2013, que entró en vigor en 2015, modernizó algunos aspectos de la sucesión monárquica, pero aún requiere a los seis primeros descendientes de la Corona pedir el consentimiento del jefe del Estado antes de contraer matrimonio.
La ley permite ahora que un descendiente real se case con una persona católica, pero ésta no puede llegar a reinar.
El príncipe Enrique, sexto en la línea de sucesión, y Meghan Markle se casarán el próximo 19 de mayo en la Capilla de San Jorge, situada en los terrenos del palacio de Windsor, en la localidad del mismo nombre, a unos 32 kilómetros de Londres.
EFE / RA
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
La IA marca una nueva era en los procesos editoriales
ENTREVISTA: Energía sostenible: el futuro empieza en casa
El Centro de Estudios Galápagos de la UNC recibe apoyo de Royal Caribbean Group
¡Sí se puede!, otra vez levanta el ánimo del Ecuador
‘El proceso de transición es clave en el caso Telconet’