Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú anunciaron que dejarán de participar por tiempo indefinido en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), bloque creado hace una década por iniciativa del grupo bolivariano impulsado por el fallecido Hugo Chávez, el causante de la tragedia mayor que a la fecha vive Venezuela.
¿Para qué ha servido la Unasur? En términos reales para muy poco, para levantar una construcción en la Mitad del Mundo a un precio muy alto para que Ernesto Samper pase un tiempo en Quito y poner un monumento al expresidente argentino Néstor Kirchner, también fallecido. Para levantar el ego de algunos defensores del socialismo del siglo XXI, también defensores de una gran burocracia en todos los niveles, también en la internacional, costeados por los fondos públicos de los países miembros.
La Unasur que pudo ser un interesante proyecto de integración regional quedó marcada por la huella del socialismo del siglo XXI o del chavismo y poco o nada ha servido para resolver una de las mayores tragedias de la región. Una tragedia llamada Venezuela. Un proyecto que fue perdiendo brillo conforme la tendencia fue cambiando. Un proyecto con muchos proyectos metidos en la congeladora por hablar de la ciudadanía latinoamericana o las fronteras abiertas con un café en la mesa. Basta comparar cuál ha sido la posición del bloque en la crisis de Venezuela con la crisis de Brasil. Falta de acuerdos. Desacuerdos. Falta de consensos.
La Unasur es el sueño de quienes creyeron y creen todavía que con firmar documentos van a cambiar el mundo. ¿Qué pasó con la Agencia Espacial Suramericana creada por el Consejo de Defensa Suramericano en noviembre de 2011? ¿Dónde está el avión caza de entrenamiento y el otro no tripulado con el que se iba a equipar a los países miembros? ¿Dónde están las redes de infraestructura, transportes y telecomunicaciones? ¿En qué ha quedado la Carretera Interoceánica que prometía disparar el comercio entre Perú y Brasil? ¿Una carretera pensada solo para aceitar los sobornos de Odebrecht? ¿Dónde está el Anillo Energético Suramericano que supuestamente iba a servir para abastecer con gas desde Perú a Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay?
El anuncio de seis países de hacerse a un lado del bloque no sorprende. “A Chile, cada año le cuesta mantener Unasur una cuota de más de $800 mil. Unasur está paralizado hace más de un año y medio. No podemos estar lanzando ese dinero a una institución que no funciona -dijo el canciller de Chile Roberto Ampuero-. Es una cosa mínima de respeto también hacia nuestra ciudadanía, pero también es una cosa práctica; las instituciones que funcionan a nivel regional deben funcionar”.
El chavismo intentó convertir a ese organismo en otra tribuna de su fracasado proyecto político como hace con Telesur, por eso ahora que la región ha dado un giro lo único que hay al interior de ese organismo es bloqueo o, como ha dicho el canciller de Chile, disputas feroces entre los funcionarios que no conducen a nada. “Unasur no es capaz de resolver los temas, hay veto permanente. Es una situación que para los países que firmamos esta declaración es impresentable”.
La Unasur ni siquiera puede designar secretario general, porque Caracas al parecer quiere seguir siendo quien tome las decisiones al interior de ese organismo con el apoyo de Bolivia y algunos países del Caribe.
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