Si los adultos no están pendientes de los permisos que otorgan a las aplicaciones de los smartphones, imaginen lo vulnerable que puede ser la identidad de un niño en la web. Así lo muestra, un estudio publicado por investigadores afiliados al International Computer Science Institute, que afirma que miles de aplicaciones gratuitas disponibles en Google Play están violando las leyes federales estadounidenses de privacidad de datos destinadas a proteger a los niños. El título del estudio Won’t Somebody Think of the Children? ‘Examining COPPA Compliance at Scale’ (¿Está alguien pensando en los niños? Examinando el nivel de cumplimiento de COPPA).
Hace unos meses, este informe pudo haber atraído algunos titulares y luego pasar a la historia. Sin embargo, su publicación solo unas semanas después del escándalo de Facebook y Cambridge Analytica significa que la cosa es seria.
La información difundida por el estudio corrobora que existe un lío de privacidad y vigilancia. Unos 5 mil dispositivos registraron que el 40% de los usuarios transmitía información personal “sin aplicar medidas de seguridad razonables” (cifrado SSL / TLS), mientras que otro 18,8% compartía datos con terceros que podrían usarse para identificar a los niños y sus aparatos para la creación de perfiles.
El problema está subyacente en los kits de desarrollo de software (SDK) de terceros que tienen configuraciones de protección de privacidad desactivadas o ignoradas por desconocimiento.
En el caso de las aplicaciones, existen padres que le entregan tecnología al niño a temprana edad para entretenerlo con lo que venga, sin saber que contienen las aplicaciones y sin darse cuenta de ello. La mayoría de los adultos creen que los juegos son inofensivos y desconocen el peligro que corren.
Aplicaciones gratuitas como Geometry Dash, Rowlte o Pokémon de por si solicitan algún tipo de inicio de sesión, credencial para que el niño pueda seguir consumiendo contenido dentro del vídeo juego. Hay menores que con un usuario y una contraseña no real pueden acceder a cualquier tipo de contenido en la internet.
En la actualidad, ese análisis de datos es crucial para construir información de marketing, ventas, estratégica para mejorar los vídeo juegos que lanzan al mercado. Se están analizando los datos sin importar que la información sea real o ficticia. El vídeojuego no necesita saber la edad del niño para violar la privacidad.
La información la pueden adquirir con investigación paga y no por una vía gratuita violando la privacidad de adultos y niños. Los padres deben reflexionar y otorgar tecnología a sus hijos con responsabilidad. Es recomendable abrir una cuenta parental. Deben revisar periódicamente el contenido de la tablet o smartphone del niño. Observar que descargo durante el día y los juegos nuevos con su inicio de sesión.
Lamentablemente, el país no escapa a esta realidad ya que no existe un ente regulador de contenidos digitales, ni de contenido interactivo. Lo que es terrible, a diferencia de otros países en el mundo que si tienen diversos criterios de clasificación de contenido interactivo. Por ejemplo, Mortal Kombat es un videojuego de alta violencia y ocurre que niños menores de 17 años lo juegan.
Hoy en día el uso de apps, videojuegos y redes sociales significan beneficios, pero también nuevos riegos que van desde la suplantación de la identidad, discriminación, ciberacoso, vulnerabilidad de datos personales hasta explotación sexual y pornografía infantil. El control parental es una opción que dan algunos smartphones y tablets para controlar el contenido al que puede acceder un niño. Este incluye roles de usuario personalizados, filtrado de contenido web y registro de actividades.
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