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La consulta popular que se efectuará este domingo 4 de febrero en Ecuador no le pertenece al presidente Lenin Moreno ni es una medición de fuerzas con su antecesor Rafael Correa. Este proceso le atañe al pueblo.
Es la premisa de Gabriel Reyes y David Lara, jóvenes dirigentes estudiantiles de las universidades Técnica Particular de Loja (UTPL) y San Francisco de Quito (USFQ), en diálogo con La Conversación realizado el pasado jueves.
La ciudadanía se apropio del proceso, por eso fue notoria la participación de la gente en las campañas por el Sí y por el No.
La campaña demostró que la consulta no es una medición de poder sino la oportunidad de cambiar un esquema que se instauro hace 10 años. Reyes opinó que la consulta es un acto democrático y un paso para construir un Ecuador más abierto al diálogo con la participación de diversos sectores de la sociedad.
De cara a futuros procesos, ambos coincidieron en que es necesario educar a los electores mediante la generación de espacios para el debate. Así los ciudadanos pueden crear una opinión propia sobre los temas y se puede evitar que los políticos se aprovechen del momento.
En este sentido, Lara considera que aún queda camino por recorrer y el diálogo es una herramienta para promover la democracia. A su juicio, la información debió ser más fluida y llegar a todas las personas para que su voto sea fundamentado, porque muchos quizá irán a las urnas sin conocer del todo el significado de las preguntas.
De cara a futuros procesos, ambos coincidieron en que es necesario educar a los electores mediante la generación de espacios para el debate. Así los ciudadanos pueden crear una opinión propia sobre los temas y se puede evitar que los políticos se aprovechen del momento.
Los dos jóvenes, que analizaron la coyuntura para La Conversación, condenaron los actos de violencia ocurridos durante la campaña y los atribuyeron a la división dentro de las filas de Alianza País. Un bando apoyaba el Sí a las siete preguntas mientras otro, liderado por el expresidente Rafael Correa, impulsaba el No, esto porque la consulta tiene dos preguntas claves: La tercera, que reestructura el Consejo de Participación Ciudadana, encargado de designar más de 100 autoridades de control. Y, la segunda, que elimina la reelección indefinida a partir del año 2021. De ser favorable el pronunciamiento del pueblo, quitaría el ascendiente que aún tiene Correa en los principales organismos y en el aparato judicial, además sepultaría su intención de ser nuevamente candidato a la Presidencia de la República.
En la política y en las elecciones nada se puede dar por sentado. No obstante, ambos confían en que las personas ejerzan un voto consciente, informado y crítico.
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