Raúl Patiño es hermano de Ricardo Patiño. Los dos tienen una larga historia en la política ecuatoriana. El uno fue asambleísta el otro ministro, desde la Defensa hasta las Relaciones Exteriores. La política ecuatoriana está llena de hermanos distanciados. Hay muchos nombres, pero fue la llamada revolución ciudadana la que más los puso en evidencia.
Raúl y Ricardo bregaban del mismo lado, cuando en el altar de su ideario político estaba el expresidente residente en Bélgica, que ahora trata de evitar a toda costa que en una consulta popular se eché al tacho de basura un capricho suyo impuesto con 100 votos, los votos de 100 personas en una Asamblea bajo su control. Cien manos alzadas parecían garantizarle el poder eterno y absoluto. El poder hasta su muerte, como ocurrió con los casos de sus admirados Fidel Castro y Hugo Chávez, para evitar ser juzgado no por la historia sino por el presente, como ocurre ahora.
Ricardo Patiño ahora anda de carpa en carpa defendiendo lo indefendible, que la reelección indefinida es buena y que su líder tiene que volver a gobernar el país para que nunca más nadie le vuelva a levantar el dedo del medio, mientras hace puño con su mano. Una escena recurrente en los últimos días.
Raúl anda dedicado a hablar de lo que nunca habló cuando era asambleísta del oficialismo. “Cuántas veces nos reunimos y decíamos qué hacemos, cómo enjuiciamos a esos desgraciados que todos sabemos que están robando en Petroecuador, a todos esos ministros que sabíamos que hacían las cosas con sobreprecio, pero en la Asamblea no sabíamos qué hacer porque era absolutamente prohibido fiscalizar…”.
Ricardo no ha dicho nada todavía, solo ha reconocido los esfuerzos de la Cancillería por concederle la ciudadanía ecuatoriana a Julian Assange. Algo ha reconocido del gobierno al que tacha de traidor en todos los foros posibles y del que se burla y hace mofa de todas las formas posibles, sin importarle llegar al ridículo.
Defensa de derechos humanos debe ser política de estado, por eso reconocemos esfuerzos de Cancillería del Ecuador al concederle la ciudadanía a Julian Assange y proteger su condición de asilado.
— Ricardo Patiño (@RicardoPatinoEC) 12 de enero de 2018
Ricardo Patiño dice que Lenín Moreno solo puede hablar “pendejadas” y “contar chistes cojudos”. https://t.co/YS8GgckJkV pic.twitter.com/XvCEWliPs8
— La República EC (@larepublica_ec) 13 de enero de 2018
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