Un jueves cualquiera

El alza de pasajes entra en debate en el Municipio de Quito; el Presidente de la República, Lenín Moreno, acude a la Asamblea a presentar un proyecto de Ley contra la Violencia de género; los asambleístas del oficialismo, los que están del lado del ex, se levantan este jueves con la resaca del mano a mano con el contralor del Estado por el tema de la deuda pública que es en realidad el tema de las auditorías al uso hecho por ellos de los recursos del Estado.

Un jueves cualquiera marcado por los cien días en el poder  de un nuevo Gobierno que ha señalado importantes diferencias en la forma de relacionarse con los ciudadanos, sin teleprompter. Un jueves cualquiera que ha comenzado a marcar las diferencias al interior de un bloque acostumbrado a mandar sin contrapesos, con una única voz en off que decidía qué era verdad y qué era una mentira comprobada…, por el ex.

Un jueves cualquiera marcado por la nuevas amenazas del Estado Islámico, por el terror instalado en la cotidianidad de la gente. No les tenemos miedo, fue el grito de España tras los atentados en Barcelona. El miedo es una sensación que no puede permitirse la humanidad en estos momentos.

Un jueves cualquiera en el que el vicepresidente sin funciones, Jorge Glas, seguirá quejándose por una supuesta censura a sus palabras, a sus argumentos que niegan cualquier indicio sobre él pese a que su tío se halla con arresto domiciliario por haber recibido en sus cuentas millones de dólares de empresas privadas a las que el anterior gobierno había tildado de corruptoras.