En Ecuador faltan los capitales de riesgo para financiar ideas

miércoles, junio 7, 2017

La innovación es necesaria fomentarla y las universidades del país deben jugar un papel fundamental en su promoción porque todo emprendimiento siempre dependerá del entorno, las reglas claras, la capacitación de la mano de obra…

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Según los reportes que realizó la ESPOL entre 2014-2015, Ecuador tiene una de las tasas más altas de emprendimientos de América Latina, pero el problema es el ecosistema alrededor del emprendimiento: las instituciones, los mercados, la capacitación del personal. (….) Es decir, a la par de la tasa más alta de emprendimientos, Ecuador tiene una de las tasas más altas de muerte de emprendimientos.

Emprender es una alternativa totalmente válida, nadie podría decir que no es la estrategia adecuada, pero las cosas no se hacen de la noche a la mañana y tampoco es que todos los ecuatorianos son emprendedores. Existe un estudio de la Universidad de Durham, en Inglaterra, donde se concluía que los emprendedores que desean montar una empresa no llegan ni al 10% de la población mundial.

Lo interesante al hablar de emprendimientos es cómo apoyar, con un caldo de cultivo adecuado para crecer, a quienes efectivamente desean arriesgarse. Las universidades han desempeñado un papel fundamental con la formación de centros de emprendimientos. Por el sector privado está la Alianza para el Emprendimiento e Innovación, un grupo de empresarios fuerte.

En la banca privada se supone que existen recursos, pero faltan los fondos de capitales de riesgo; es decir, recursos privados o públicos que financien ideas, no planes de factibilidad. El fondo de capital de riesgo es una apuesta a futuro con un alto riesgo, pero también con un alto retorno.

El fondo de capital de riesgo es puesto por un grupo de inversionistas que deciden apostar por ideas empresariales de jóvenes emprendedores. Básicamente, el emprendedor vende una idea y el inversionista se arriesga a financiarla. Así nació Amazon.com.

La incubadora de empresas de base tecnológica de Antioquia tiene el capital de riesgo más importante de esta zona de Colombia; Medellín es una de las ciudades industriales más importantes de ese país con empresas hechas en función de capitales de riesgo.

El problema en Ecuador es que la banca privada no se ha arriesgado y los empresarios no se han sentido respaldados para crear esta figura que permita formar un fidecomiso grande del cual se pueda nutrir banca y empresa privada.
Esto explica que la demanda a nivel de emprendimiento real, no comercial, es baja en Ecuador. Eso en gran parte es culpa de un sistema de producción enfocado a vivir mucho del sector público.

Ecuador ha estado abierto al comercio, pero muy poco a la industria. Esta no es fuerte y muestra de ello es la radiografía de las exportaciones. El país sigue exportando productos agrícolas no industrializados.

Una de las causas podría estar en el hecho de que Ecuador no ha sufrido una crisis fuerte que haya creado la necesidad de arriesgarse, a crear cosas.

Por ejemplo, Cuba tiene un bloqueo comercial desde hace años, pero ha logrado sobrevivir por iniciativa propia e innovación. Al igual que los coreanos, quienes soportaron una dictadura que les obligó a innovar. O Japón.

Uno de los primeros pasos que se debería dar en Ecuador para abrir paso a los emprendimientos reales es debatir un marco legal para crear las estructuras de los fondos de capitales de riesgo, porque ya se ha discutido bastante sobre el tema en la Asociación Ecuatoriana de Innovación, con los empresarios particulares, los emprendedores…

Hay emprendimientos en todos los sectores de la sociedad desde el sector primario como el agrícola, industrial, comercio y servicios, pero el país lo que necesita es fomentar los emprendimientos tecnológicos de innovación. No necesariamente deben ser nuevos, bastaría con mejorar lo que ya existe, por ejemplo, desarrollar un proyecto para recuperar las carreteras con asfalto rígido o buscar algún elemento químico que les permita hacer más económico el trabajo a quienes arreglan esas carreteras.

La innovación es necesaria fomentarla y las universidades del país deben jugar un papel fundamental en su promoción porque todo emprendimiento siempre dependerá del entorno, las reglas claras, la capacitación de la mano de obra…

El país necesita apostar a la creación de nuevas empresas y al fortalecimiento de las existentes.