La Fiscalía allanó la oficinas del Metro de Quito con invitaciones a la prensa a seguir el evento que terminó con la incautación de una computadora, según el responsable principal de esa empresa municipal. El operativo nació de una denuncia presentada por una asambleísta del oficialismo, María José Carrión.
En el operativo participaron grupos de élite de la Policía, según reseña la prensa. ¿Qué buscaban? ¿Por qué no hubo detenidos si ese mismo día la empresa Odebrecht hacía un mea culpa pidiendo disculpas a la sociedad ecuatoriana por haber sobornado para obtener contratos de obra pública en el anterior Gobierno? Como si la corrupción se perdonará con el arrepentimiento de quien aceptó el soborno para desfalcar al Estado, a los recursos públicos.
El Municipio de Quito ha dado total apertura a la investigación sobre los sobornos en los que Odebrecht reconoció haber incurrido. Es un buen punto de partida.
Pero en este caso, más allá del allanamiento de la casa del contralor Carlos Pólit, puesto a buen recaudo desde antes de los operativos, pareciera que alguien busca concentrar la atención en otra parte.
¿Qué pasó con los exámenes realizados por Pólit sobre el caso Odebrecht? ¿Por qué todas las objeciones a la candidatura de Pólit para su reelección en el supuesto concurso de méritos del llamado Consejo de Participación Ciudadana solo fueron al archivo? ¿Qué méritos calificó en Pólit en el llamado Consejo de Participación Ciudadana?
Lo de Carlos Pólit ha sido puesto en una congeladora, porque él está en Miami, según las informaciones de prensa. El contralor del Estado ha sido involucrado en el caso de los sobornos de Odebrecht, pero todo se ha limitado a un llamado a juicio político. ¿Y la investigación sobre sus cuentas, sobre su patrimonio, sobre el patrimonio de sus familiares? ¿Y la investigación sobre quienes defienden su nombramiento por sus méritos?
El caso Odebrecht ha desnudado una forma de hacer política, así todo quede en la impunidad. ¿Un cambio? Sí, Rosana Alvarado, la ministra de Justicia, ha puesto una voz en contra de unas reformas que pasaban casi por criminalizar a las mujeres que reciben pensiones alimenticias. Y el rector de la ESPOL da una guía de por dónde va la Academia para innovar, cambiar y aportar al desarrollo productivo del país.
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