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¿Qué expectativas económicas hay para el nuevo gobierno?

Juan Manuel García Samaniego
Universidad Técnica Particular de Loja
domingo, mayo 14, 2017
Ecuador cuenta ya con un Presidente electo: Lenin Moreno,  según los datos del Consejo Nacional Electoral. Se espera que un cambio en el modelo económico y que se sume un nuevo actor: el sector privado. El escenario es positivo, Ecuador contará-al parecer-  con más ingresos.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Ecuador no soportaría el continuismo en un modelo económico tan cerrado como ha sido hasta ahora. Es hora de que los jóvenes tecnócratas, que ayudaron a armar el entramado jurídico y que ya han adquirido experiencia, establezcan bases para que se sume la empresa privada como un nuevo actor y con ello conseguir más logros. Se espera que se flexibilice una canalización de recursos, más que nada hacia las medianas y grandes empresas. Actualmente existe una política de fortalecimiento para los recursos que van al campo pero como soberanía y seguridad alimentaria, es decir, una cantidad de recursos que en volumen es representativa, pero no son recursos que permitirán crear una gran industria en el agro, sino que entran a dar sostenibilidad. Entonces sí deben canalizar recursos para diversificar a las empresas.

Los escenarios económicos

A corto plazo se espera un análisis del retiro del anticipo del impuesto a la renta, de hecho fue un compromiso de Lenin Moreno.  El IVA tiene que bajar al 12 % en junio, las preferencias arancelarias tienen que desaparecer, Ecuador es parte del acuerdo comercial con la Unión Europea. Se avizora, además, un pequeño incremento en los precios de los commodities. Paradójicamente los problemas climáticos que existen en Colombia, en Perú y en Ecuador han hecho que algunas especies del mar disminuyan, pero eso significa algo positivo para el sector camaronero del país porque está afrontando con biotecnología y mejor infraestructura la producción de camarón y eso le beneficiará. Hay que ver qué pasa con el atún, pero quizá el efecto es positivo en el área comercial externa.

En el petróleo no hay indicios de que el precio del barril vuelva a superar los USD 100, pero probablemente sí se recupere el valor, que ahora está bordeando los USD 50. Entonces, sí se observa que el país tendría ingresos interesantes de recursos.

En lo externo es beneficiosa la política que lleva adelante Donald Trump en Estados Unidos,  pues de allí se recibe un ingreso importante de recursos y de remesas de migrantes, no solo para el país sino para Sudamérica. Hay que recalcar que Ecuador no ha generado mecanismos de atracción de inversión extranjera directa privada, lo ha hecho a través de inversión extrajera pública, es decir con créditos chinos.

El nuevo gobierno seguirá manejando el mismo presupuesto que ya fue aprobado el año anterior por la Asamblea Nacional. Seguro hay ajustes en movimientos de ciertos sectores “hacia lo social”. Se espera con poca esperanza que haya una reducción del tamaño del Estado y la cancelación de algunos programas.

Se ha mencionado en algunas ocasiones que Rafael Correa va a gobernar desde Bélgica a través del teléfono, pero no creo que necesite hacerlo, de hecho el sistema orgánico del gobierno que se armó durante esta década no requiere de muchas llamadas. Sea quien sea el nuevo Presidente existe una estructura centralizada, tiene ministerios coordinadores de la producción, tiene políticas establecidas, viceministerios y las subsecretarias de las coordinaciones zonales y las direcciones provinciales. La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) continuará con su papel. Entonces, no es tanto el hecho físico de que tenga que alzar el teléfono y llamar;  el esquema está hecho y viene una segunda etapa en donde el sector privado si jugará un rol importante. Un ro en el que se le permita mejorar la situación económica del país.

En relación a la deuda externa, el problema no es refinanciarse con tasas de interés altas porque se tiene un largo plazo para pagarlas, es lo mismo que pasó cuando en Ecuador la moneda era el sucre y la gente se endeudaba en algún producto de línea blanca y lo difería a más de tres años; claro, las cuotas eran pequeñas y se podía pagar, pero la deuda sigue existiendo. Lo preocupante tiene que ver con la deuda interna, ojalá se pague -por ejemplo- los bonos del Estado y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (BIESS).

El fondo es que hay una deuda que es muy cara y la idea es que Ecuador se abra a los mercados y al mostrar el nuevo gobierno que el país está abierto a la inversión extranjera le va a convenir a muchos inversionistas privados prestar dinero y así se pueda canjear la deuda anticipadamente, pero hay que ver si los créditos realizados con China permiten hacer un pago anticipado.

En lo que tiene que ver con el riesgo país se trata de un indicador bien interesante, muy utilizado por el sector privado y empresarial, pero nada útil ni servible para el sector público porque el riesgo país es una percepción, pero no interfiere en la tasa de interés de un país porque eso tiene que ver con los costos de producción. Sin embargo, es un indicador para cierto tipo de inversión, sobretodo la inversión extranjera-especulativa la cual no es buena en Ecuador. Lo que se tiene que buscar es inversión extranjera directa, fija. Ahí sí entra el hecho de acabar con estas especulaciones y con esta percepción.

Ya hay un Presidente electo que sin duda mantendrá muchas políticas del anterior gobierno, eso es un punto a favor, que seguramente hará cambios positivos. Lo preocupante es que aún existe conflictividad en el país y la fractura social está en las grandes ciudades. Si bien existen políticas de estabilidad tributarias, fiscales, monetarias, monetarias, comerciales, educativas… sí se analizan los acuerdos sociales a los que se puedan llegar, eso está complicado.

Incertidumbre financiera externa hacia el país no ha existido.  Se ha dicho que el solo hecho de que se cambie de gobierno es una ventaja para el país, pero las cifras dan cuenta de que cuando Ecuador a promocionado bonos internacionales sí se han comprado y sí han existido políticas estables.

Vale recordar que la concertación en Chile, luego de la caída de Pinochet estuvieron en el poder Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y después de ellos llegó Sebastián Piñeira, pero se trata de los mismos equipos de gobierno, salvo en la época de este último mandatario.  Entonces esto es un ejercicio que no ocurre solo en Ecuador. De ahí que son acciones propias de la política y Ecuador debe estar listo para dar un paso diferente que tenga relación con su crecimiento económico.

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