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La UTPL beneficia a las poblaciones cercanas con sus investigaciones

Juan Manuel García Samaniego
Universidad Técnica Particular de Loja
martes, marzo 14, 2017
Los estudios en los que participa la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) tienen un componente de vinculación con la sociedad y el objetivo es que los estudiantes participen de ellas y que existan beneficiarios reales para así mejorar su calidad de vida.
Tiempo de lectura: 7 minutos

Aproximadamente, 600 alumnos pueden en un semestre determinado trabajar en distintos proyectos de las ocho titulaciones del Área Biológica y Biomédica de la UTPL. En este texto se hablarán de seis proyectos. El número de la población beneficiada  asciende a unas 4.000 personas. La gente quiere soluciones prácticas, pues han sido objeto de investigación más que sujetos de investigación y, están cansados de tantas encuestas. Ahora se han empoderado y reclaman su participación activa, sin que esto signifique solo la venta de productos agrícolas. Como Universidad Creemos en que la agroecología puede cambiar la forma de alimentarse de las personas y crear dietas saludables.

La academia se vincula con la comunidad y participa de sus proyectos productivos. Fotos: Natacha Fierro UTPL

¿Lo orgánico es realmente sano?

Uno de los proyectos en los que se trabaja en conjunto con los estudiantes de Ingeniería Ambiental de la UTPL tiene que ver con la factibilidad para sembrar champiñones y la producción de hortalizas orgánicas. El champiñón es una muy buena alternativa, sobre todo no se requieren grandes extensiones de terreno para hacerlo. La hipótesis de la cual se partió es que todo lo orgánico es mejor, pero no es necesariamente cierto. Lo orgánico no necesariamente significa que es de mejor calidad, pueden existir mayores riesgos de contaminación porque se utilizan fertilizantes “orgánicos” y no se tiene el control de las bacterias que puede tener ese contaminante; entonces se utiliza todo excremento de animales domésticos sin tener el control real de lo que esos animales como vaca, gallina, cuy… puedan tener. En su excremento está todo lo que ha consumido y eso lo transfiere a las plantas; además, al ser orgánico, no necesariamente hay un control adecuado con la calidad de agua que se tiene para regar. Se dice orgánico, pero no tiene una seguridad alimentaria, de hecho, en la investigación se encontró que la gente se ha contaminado de amebas al consumir productos orgánicos versus la gente que consume la producción tradicional derivada de agroquímicos. El tema de los químicos en los alimentos tiene su razón y una de ellas es proteger a los humanos en los productos que consumen de agentes patógenos.

Esto no quiere decir que lo orgánico sea malo, lo que hay que hacer es investigar sobre los elementos que forman parte de la producción orgánica.  Todo es química, incluyendo los abonos, lo que se debe ver es si son químicos orgánicos o inorgánicos. Incluso en lo inorgánico, no todo es dañino para el ser humano. Pero, en las producciones de monocultivos la agricultura ha ido mejorando. En la década de los 60 se utilizaba DDT (dicloro difenil tricloroetano) para fumigar, ahora eso sería impensable. El producto orgánico sí es mejor para la salud, pero cuando se tiene un producto de calidad, cuando se conoce la cadena de valor que hay detrás de la producción.

Al hacer la investigación con los estudiantes se encontró que estos productos orgánicos no son necesariamente aptos para el consumo humano, sino hay buenas prácticas en su cadena de producción. La idea de esto fue mejorar la producción y trabajar de cerca con los campesinos de la zona. En ese sentido se hicieron sistemas de riego para cada una de las parcelas, para así evitar coger el agua que llega con suciedad desde las partes altas, no es que se saca el agua de la sequia sino que se hacen sistemas de riego en donde reposa el agua y todos los sólidos reposan (se asientan).

En lo que tiene que ver con el manejo de abonos se tiene que conocer de dónde vienen y qué mejor si cada familia los prepara, porque uno de los problemas que se presenta es comprar los abonos preparados, no se sabe de dónde vienen. Esto se hace a través de una técnica que es para producción de violes y ahí se mezclan los productos y a través de la descomposición natural, las bacterias destruyen todo lo contaminante del producto. Al inicio el olor es fuerte, pero para eso se lo mezcla con paja o se le da movimiento para que entre oxígeno y se tiene un abono de calidad, que no significa incurrir en ningún costo adicional y se produce de lo mismo que hay en la finca.

Hay que tener claridad en que hay que utilizar un buen control de los animales porque para tener un abono de calidad, estos deben tener las vacunas al día, el control de lo que se le ha dado de comer a cada uno, para que de esta manera se sepa que los desechos no tienen contaminantes, que no se transfieren, por ejemplo, antibióticos. De hecho hay que tener mucho cuidado con los antibióticos que se utilizan porque eso se puede trasladar al ser humano.

Las comunidades han presentado rechazo porque está acostumbrada a hacer las cosas de forma tradicional, ellos piden un cambio inmediato y, en el campo como en cualquier otra actividad, los cambios no son inmediatos y la gente está decepcionada porque las organizaciones de asistencia técnica, las instituciones públicas, incluso el sector privado no ha respondido. Cuando vamos como Universidad lo que primero dicen es: “ya nos han de querer vender algo”, porque generalmente iba el técnico del sector privado a asesorarles para la producción de algún producto específico y les vendía el denominado ‘paquete tecnológico’: las semillas con los fertilizantes, control de plagas, etc.;  con eso lo que se logró son buenas cosechas, al menos las primeras, pero luego la tierra se vuelve dependiente porque se acostumbra a recibir ese tipo de químicos y la Universidad ahora les propone temas agroecológicos que no sirven para un gran volumen de producción, pero sí para forjar seguridad alimentaria y que los pequeños excedentes se puedan intercambiar y mejorar la calidad de vida, pero es complicado  porque el campesino no acepta eso de una manera fácil. Estos proyectos se desarrollan en Zumba y en Palanda, en la provincia de Zamora Chinchipe en la que intervienen unas 500 familias.

Comercialización de productos de animales menores

Otro proyecto tienen que ver con la producción y comercialización para productos de animales menores, tanto de los que están en pie como el pato, el cuy y la codorniz y sus subproductos, sobre todo huevos. No será una producción en gran escala porque el canal de comercialización es muy complejo y no habrá una alta rentabilidad pero sí puede servir para la seguridad y soberanía alimentaria de las familias y para complementar los ingresos o la dieta alimenticia. Todo lo que tiene que ver con productos de especies como el pato, la codorniz pueden ser un buen negocio pero se requiere generar un valor agregado. Se analizó que se podrían generar nuevos productos porque el pato, por ejemplo, no es muy consumido y la carde de codorniz tampoco, sí sus huevos; entonces se requiere comenzar ahí, pero es una cuestión de dieta y de patrones de consumo en el Ecuador.

La UTPL tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las comunidades cercanas a su Campus Universitario.  

Producción de leche

Otro proyecto se realizó en una finca de la Universidad . Allí se hizo un análisis de lo que es el costo de producción de un litro de leche, debido a que el gobierno tiene fijado el precio desde hace algunos años y, el resultado es que no es rentable -el litro de leche cuesta oficialmente USD 0.42 y podría llegar a costar USD 0.53 según la calidad- además de todas las exigencias adicionales que se tienen en la legislación es una de las causas por las que en la informalidad se rompe la seguridad alimentaria o a su vez provoca que los pequeños productores desaparezcan. Pero, sin un subsidio la producción lechera en pequeñas granjas como las que se tienen en esta provincia, que son de menos de 10 hectáreas, no es sustentable. Existen otros análisis realizados en la UTPL que señalan que el campesino se deshace del bosque para sembrar pasto y poner más vacas para tratar de vender más litros de leche porque constituye una entrada de recursos frescos todo el tiempo, pero no es sustentable. Sin embargo, llegará el momento de que todo se termine, eso es una realidad.

En la siguiente fase de investigación se trabajará en la parte exclusiva de la Sierra porque la granja que tiene la UTPL, en donde intenta hacer una estación experimental, está ubicada en el nudo del Cajanuma, a más de 3000 metros de altura, si se logra producir y hacer cosas allí, en cualquier otro lado se lo va a hacer.

Aceites del palo santo

Otro proyecto en el que trabaja la UTPL tiene que ver con el bosque seco, eso es en Zapotillo, en la frontera con el Perú. En este sitio se trabaja con el uso del fruto del Palo Santo para tener aceites esenciales; la idea es que el campesino no tenga que cortar el árbol para venderlo por el aroma. Con este proyecto se han beneficiado unas 200 familias.  Estas comunidades, viven en un ecosistema fronterizo denominado bosque seco.

Los alumnos de la UTPL junto a los maestros participan de forma activa en las labores cotidianas de los habitantes de las comunidades cercanas.  

Recuperar productos endémicos

La Universidad logró determinar un principio activo en el achiote y este principio podría ayudar –se tienen ya las patentes- a personas que tienen que someterse a radiación o que viven zonas con altos niveles de radiación. Se han encontrado cosas sui generis en el trabajo de campo para identificar la producción del Achiote. El problema es que en la provincia de Loja hay poca producción, porque la gente lo considera como algo para consumo interno y, observó la potencialidad de los cultivos del arroz, del maíz y dejó los productos endémicos que, ahora por la biotecnología, puede captar muchos recursos y es a lo que se está apostando. En Zamora se consiguió que los campesinos, a través de la ONG Naturaleza y Cultura Internacional, ya tengan algunas hectáreas de producción de achiote.

Ganado caprino

Loja es una provincia que tiene mucho desierto, poca capacidad de irrigación y lo que más tiene en los cantones con la frontera con el Perú son chivos-cabras pero no se procesa nada adicional. Entonces, en este semestre se hizo un análisis de un modelo de sustentabilidad para producir ganado caprino a nivel de altura, no a nivel de bosque seco o de desierto.

De esta manera, la UTPL cumple con su compromiso de acercar la comunidad a la gente y desarrollar junto a ellos investigaciones que mejoren su calidad de vida.

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