Según los cálculos del Ministerio de Turismo, en el 2015 se generaron en Ecuador USD 442 millones de dólares por los 20 días de descanso que hubo en ese año, no obstante en el 2016, en 18 días de feriado, se generó un poco más de la mitad, USD 228 millones. Por ello, tiene una lectura distinta porque la cantidad de viajes que se dieron en este año fue superior a la del 2015 y se explica y traduce: a pesar de que sí hubo viajes, la gente escogió destinos mucho más económicos o gastaron menos durante su estancia en un determinado lugar. Es decir, sí se fomentó el turismo y hubo una mayor cantidad de traslado de turistas de un lugar a otro, pero la gente no gastó la misma cantidad de dinero que la que destinó en el 2015; precisamente por los problemas económicos del país y por todo lo que se vive en los actuales momentos.
En Ecuador se aprobó hace unos días el proyecto de reformas al Código de Trabajo y a la Ley de Servicio Público más conocida como la Ley de Feriados. La iniciativa traslada los feriados de entre semana o previos a fines de semana. Es decir, si el feriado es un día jueves se lo pasa al viernes y se hace un puente con la finalidad de incentivar la actividad turística.
Un tema importante en relación a la aprobación de esta ley tiene que ver con el pronunciamiento de la Cámara de la Producción que señaló que con los puentes vacacionales se va a perder la productividad en el país, que van a bajar los ingresos de las compañías; sin embargo, es importante recordar que “cuando llueve turismo, todos nos mojamos”. Cuando hay algún feriado, el sector industrial o textil disminuye su producción en ciertos casos, pero se dinamizan otras partes de la economía: los hoteles, los restaurantes, los bares, las discotecas, los operadores turísticos, los transportistas y ese dinero llega a sus familias.
Este descontento entre los gremios -guardando las distancias- es similar a lo que ocurre cada año con el tema de los salarios básicos, cuando los empresarios quieren un salario básico mientras que los trabajadores quieren otro valor. Entonces siempre hay esa disputa. En Ecuador es complicado que todos estén de acuerdo cuando sale una nueva ley; pero desde el punto de vista del sector turístico y después de que la academia ha conversado con este gremio es muy importante lo que se ha logrado porque aporta muchísimo para la planificación de las vacaciones. Muchas veces, cuando se trata de un feriado entre semana, la gente prefiere quedarse en la casa, pero cuando está atado a un fin de semana ya se planifica un viaje y se consume en los restaurantes, hoteles, artesanías generando así fuentes de trabajo para el sitio que se visita. Si bien, no se produce una cantidad de dinero ese día, sí se moviliza el dinero y se va a otras partes del país y se dinamiza la economía.
El alcance de la reforma de Ley contempla 11 días de feriado a nivel nacional y por estativo un día más con un feriado local. Por ejemplo la Fundación de Guayaquil, que solo celebra Guayaquil.
Esta normativa a su vez ayuda a los emprendimientos vinculados al sector turístico en su cadena de abastecimiento puesto que, al conocer con anticipación las fechas estipuladas para los feriados, planifican mejor su gestión de compras de insumos.
En ese sentido cabe indicar que, Ecuador no es el único país con esta cantidad de feriados, para poner un ejemplo, en España los ciudadanos tienen vacaciones durante toda la Semana Santa, acá solo el Viernes Santo. Este tipo de acciones fomentan el turismo, teniendo en cuenta que España ha encontrado su salvavidas a la recesión económica en el turismo.
Esta ley también es una oportunidad para que los ecuatorianos conozcan las diferentes modalidades turísticas que se desarrollan en el país, el turismo no solo es playa, también hay temáticas. En la costa y en la sierra en los feriados la gente va con frecuencia a la playa, pero también hay nuevas aristas como el turismo comunitario, el ecoturismo, así como distintos atractivos como las reservas ecológicas, los parques nacionales y todas las áreas protegidas… En el país poco a poco se está mejorando la oferta, la gente va a las cascadas, a los senderos, a las montañas y esta ley de feriados va a provocar que las personas escojan nuevos productos turísticos para satisfacer otras necesidades. Este precisamente es el reto de la gente que hace turismo, siempre y cuando sean profesionales en el sector. Es clave que la persona que dirija el turismo desde cualquier sector haya estudiado formalmente esta carrera para que tenga una perspectiva más clara de las cosas que quiere y puede hacer.
En conclusión, tener más días de feriados es positivo porque se fomenta el turismo y esto permite que la economía se dinamice. Además, se fomenta el descubrimiento y que a su vez se potencien nuevos destinos turísticos. En el último feriado a nivel nacional que fue en noviembre, los destinos más afectados por el terremoto, las provincias de Esmeraldas y de Manabí tuvieron un gran repunte de turistas. Eso sin lugar a dudas les conviene porque hay un mayor ingreso de divisas que de alguna manera les ayuda a reconstruir lo que se perdió. Desde el punto de vista turístico es beneficioso para todos y ahí se incluye a los hoteles, restaurantes, transportistas e incluso para el Ministerio de Turismo sobre todo en lo que respecta a manejo de estadísticas e indicadores por movilización y traslado de visitantes.
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