La Refinería del Pacífico desde sus inicios en el año 2008 ha tenido inconvenientes en cuanto a su financiamiento. Primero ha estado Venezuela, luego Corea, luego China y otros países que aparentemente iban a poner los recursos para sacar adelante el proyecto, pero no lo han hecho. En realidad eso ocurre porque ahí existe un problema de fondo que no sido ha discutido mucho.
Cuando nació el proyecto unos de sus principales impulsadores fue el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y era parte de los acuerdos estratégicos que firmaron los dos países. De ahí que sus dos principales y únicos accionistas eran la estatal Petroecuador, con el 51%, y Petróleos de Venezuela (PDVSA), con el 49%. Finalmente Venezuela nunca desembolsó lo ofrecido para levantar el proyecto.
Por lo que se ve en la televisión, en la prensa, el tema de las acciones de PDVSA en la Refinería del Pacífico es algo que todavía no está solucionado y, mientras eso no se resuelva, será bastante complicado que el país pueda obtener los $13.000 millones, no solo de China sino de cualquier otro país o banco de inversiones.
Por eso en la declaración conjunta de China con Ecuador, tras la visita Xi Jinping, el tema de la Refinería del Pacífico fue abordado de una forma muy cautelosa.
Con la visita de Xi Jinping, China lo único que hizo fue alargar la terapia intensiva de ese proyecto. Alargar la incertidumbre hasta ver si Ecuador finalmente logra solucionar el problema de las acciones de PDVSA. Porque el plazo para tener la Refinería era 2017 y apenas hay un avance del 15%, eso exagerando.
Ecuador debe comprender que China, antes de comprometer una inversión muy fuerte, debe tener absolutamente clara toda la parte legal, la parte estructural de las empresas. Y eso siempre va a pasar cuando se hable de una empresa china, de un banco chino, de Corea o de cualquier contraparte que pretenda invertir en la Refinería.
Si bien este proyecto fue presentado como uno de los más emblemáticos del Gobierno, porque representaba el cambio de la matriz productiva, es también el que más problemas le ha causado desde que fue constituido. Los plazos se han alargado y es claro que nadie quiere invertir por la incertidumbre en las partes legales, contractuales y de conformación de los accionistas.
Los primero que debería hacer Ecuador es buscar que PDVSA le ceda las acciones, porque si China va a intervenir en el financiamiento lo lógico es que va a querer tener una parte de esa empresa, porque los chinos nunca pierden.
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