La noticia que más ha impactado en el mundo es la firma del acuerdo de paz con las FARC. Sin duda, es un logro histórico del presidente Juan Manuel Santos, más allá del resultado del plebiscito del domingo donde los colombianos decidirán si están de acuerdo o no con los logros alcanzados. Tres presidentes lo intentaron antes, sin ningún éxito.
Colombia quiere apostar por el cambio de época, por el fin de una guerra que ha dejado ocho millones de víctimas, casi la mitad de la población ecuatoriana, en 52 años de guerra, mientras una segura y sobria Hillary Clinton busca mantener la continuidad de los demócratas en el poder en Estados Unidos.
Clinton puso a la defensiva al candidato republicano Donald Trump, en su primer debate de tres previstos, al cuestionarle sus credenciales como empresario, acusarle de racismo y poner en duda su temperamento para ser comandante en jefe. Donald, le dijo Clinton en un momento clave del dabte, sé que vives en tu propia realidad.
El debate, seguido por unas 100 millones de personas -lo más visto después del Superbowl, según las mediciones de audiencias-, mostró dos visiones opuestas sobre la economía, la discriminación racial y la credibilidad de ambos para liderar la primera potencia mundial.
Y Cristina Fernández de Kirchner, investigada por corrupción en Argentina, aterrizará el jueves en Quito para subirse de nuevo en una tarima internacional y ser condecorada por la Asamblea Nacional, en un encuentro llamado de líderes progresistas.
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