Los atentados, como el ocurrido el 28 de junio pasado en Estambul, Turquía, se van volviendo cada mas más repetitivos en el mundo. Todos estos atentados que se atribuyen al Estado Islámico, de gente que cree que hay que matar para conseguir el premio de cualquier Dios o porque hay que herir al imperio no tiene límites. Hace menos de un mes hubo otro ataque en Orlando, Estados Unidos. Entonces, cada vez estas acciones son más comunes y como van las cosas, parece que recién es el principio.
En los canales internacionales de noticias se destina cada vez más espacio para tratar estos temas. Las cadenas de televisión insten nacional como CNN o Fox Intenationacional dan de manera repetitiva la información y utilizan horas para informar, para seguirle la pista a estas noticias y convocar a especialistas en seguridad, en política internacional, en temas religiosos y armar debates para tratar de entender esta problemática.
Las personas se sienten inseguras y se crea un aire de preocupación y un espacio donde se verán consecuencias, porque el atentado se dio en un aeropuerto internacional ubicado en Estambul. Un lugar que depende mucho del turismo y es la conexión entre los continentes. Eso es lo preocupante y la pregunta es ¿qué van a hacer las potencias sobre estos núcleos? y ahora viene el nuevo presidente de Estados Unidos y no sabes qué va a pasar con la política en este sentido.
En cuanto a la religión, estamos en el mes del Ramadán y se supone que estos hechos son impensables en estos países que son altamente religiosos. En los hogares de los países que han acogido a estas familias, que han huido de estos conflictos llegan y sus hijos, no obstante de haber nacido en los países donde los acogen, lo hacen. Cometen estos atentados. Es como algo que los marca. Incluso en países que no se esperan actuar de esta forma. Sin embargo, hasta ahora estos conflictos se desarrollan en los países que ya sabemos, porque los ven a ellos como los enemigos universales.
Una de las consecuencias de estos ataques terroristas la van a tener que afrontar quienes huyen de sus países que están en conflicto, porque se van a cerrar poco a poco las puertas de ingreso a Europa. Aunque ellos huyen de la violencia, se ha creado ya una imagen negativa y empieza el rechazo. Que es un rechazo a las acciones de sus similares.
Eso no ocurre en los países latinoamericanos, donde esperamos brindar la ayuda que necesiten. no tenemos las fronteras y mares que nos separen de su zona de conflicto. Estamos lejos geográficamente. Ellos vienen a nuestros países a trabajar y aquí la idea es que que se integren lo antes posible, que se integren a nuestras costumbres y formas de vida, tal y cómo lo han hecho nuestros compatriotas cuando han migrado.
Aunque se creería que ellos traen su propia religión y creencias y el proceso de adaptación en nuestros países es distinto al de Europa. Nosotros no los vemos como rechazo. Se los acoge y un ejemplo de ello es que en las principales ciudades del país uno se encuentra con su gastronomía y es aceptada en el medio. Ellos tienen que reconocer que aquí pueden vivir en paz y distantes de los problemas de sus países.
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