Un tribunal de Montpellier, en el sur de Francia, condenó a Sandrine Pissarra, de 54 años, a cadena perpetua, con un período de 20 años sin poder acceder a beneficios penitenciarios
La Fundación Pelé, que no aclaró la causa de la muerte, lamentó la partida de Arantes, conocida como Celestinha, a quien alabó como “madre modelo” y por haber enseñado “los valores humanos” a su hijo