¿Cuán efectivas han sido las empresas públicas: Hidrocarburos, PetroEcuador, CNEL y CELEC, en los últimos años, en términos de desempeño, generación de utilidades, uso de tecnología y estrategias de mercado actualizadas?
¿Dónde está el beneficio para la sociedad? ¿Cuán responsables son CNEL y CELEC de los cortes de energía soportados por toda la sociedad ecuatoriana el año pasado? ¿Qué pasa con la producción de petróleo y derivados en el país? ¿Por qué seguimos con los subsidios? Si fueran rentables esas empresas, ¿nos beneficiamos todos? Las respuestas están llenas de incertidumbre.
Durante tantos años han sido botín político de la corrupción, desde inicios de los años 2000 se ensañaron con ellas, nombrando representantes en los directorios para seguir socavando los recursos públicos, aumentar las cargas, llenar las vacantes con compadres, cobrar por el cargo pertinente, beneficios onerosos a sus empleados de alto rango, compras públicas sobrevaloradas, inversiones nuevas y de mantenimiento inexistentes pero hecho el gasto. En fin, tantas y tantas formas de drenar los recursos del estado.
Había tantas empresas públicas -EPs que a algún alquimista correista se le ocurrió crear otra EP, para coordinar a todas las EPs. No lo digo Yo, lo dicen los documentos oficiales en cada caso, siguiendo el camino corrupto trazado por la ignorancia atrevida o la viveza criolla. Hasta que llegó un presidente que eliminó tamaña tontería. Con fecha 9 de enero de 2025, emitió un Decreto Ejecutivo, el 503, por medio del cual le faculta ser miembro permanente del directorio de esas cuatro EPs del apocalipsis, ni más ni menos, por toda la inoperancia que han desplegado por décadas. Bajo control directo del presidente, bien.
Ahora es el presidente en persona quien estará dirigiendo esos directorios, desplegando su conocimiento, como estadista y como empresario público. Creo que es la mejor forma de romper con las malas prácticas de quienes pasaron por esas 4EPs. Es hora de diseñar estrategias de largo plazo que sean sustentables y aseguren la prestación de los servicios públicos eficientes y la provisión de hidrocarburos en condiciones favorables para el país entero.
Se termina el primer trimestre del 2025 y vivimos un nuevo caos, exceso de lluvias y su consecuente efecto en la producción agrícola, la movilidad, el impacto social y la necesaria contraprestación del gobierno para paliar esta crisis temporal.
Todavía seguimos estancados en la disyuntiva del huevo o la gallina, mientras que otros países ya lo resolvieron de forma drástica y segura. Para ellos, no es ni el huevo ni la gallina, es el gallo. Así lo resolvieron de una sola vez. Ahora gracias a su perseverancia, liderazgo y compromiso nacional, esos países (léase Irlanda, Corea del Sur, China, Singapur, Uruguay, Costa Rica, Perú, entre otros), han sabido incentivar apropiadamente la producción para que, a través de ella, se mejoren las condiciones de vida de sus sociedades.
Para estar de moda, se me ocurre llamarla Triple X. La primera X es la Educación (EDU), la segunda X es la Inversión (INV) y la tercera X, el Mercado (MER). Cada una tiene variables que inciden en su mayor o menor contribución a la producción.
Veamos la primera X – EDU. Si los niños tienen educación de calidad (conocimiento y reflexión) al llegar al tercer nivel, tecnología o superior, estarán bien preparados para fortalecer sus competencias en acumular conocimiento para acrecentar sus procesos reflexivos. Un buen número se enfocará en la investigación (I+D+i) que mejore las condiciones de vida y la producción de bienes y servicios.
La segunda X – INV. Si el país está dotado de generación eléctrica sustentable de calidad (suficiente, continua y no costosa) las empresas internacionales pueden considerar movilizar sus recursos al país. Esos recursos vienen en diversas formas; efectivo, bienes y servicios, tecnología, gerencia, innovación, calidad, buen ambiente laboral, que mejorará y aumentará la producción nacional de bienes y servicios. Unido a EDU, la INV en la producción implica generar bienes y servicios que la sociedad local e internacional necesitan para su bienestar (alimentos, medicinas, vestido, movilidad).
La tercera X – MER. Si los mercados demanda la producción nacional, implica que el país debe producir con economías de escala para reducir el peso de los costos en el volumen generado, por tanto los bienes y servicios tiene que ser excelentes en calidad y en oportunidad para satisfacer la demanda del mercado.
Sabemos que no es fácil, especialmente cuando estamos entre carteles, pandillas, asesinos, sicarios, políticos corruptos, funcionarios ineficientes y personas que ante la desesperación actúan incorrectamente. Sin embargo, tenemos la sartén por el mango, nosotros tenemos que hacer oír nuestra voz de disconformidad con la estructura política que nos ha gobernado por tanto tiempo y decidir por un verdadero cambio.
Todo cambio cuesta, no es gratis, se acabó la gratuidad. Debemos concientizar y apoyar la propuesta que implique una mejora en la producción y a través de ella, mejorar el bienestar de todos. No será en el corto plazo, pero si no empezamos ahora, no lo lograremos. El costo de no hacerlo puede ser muy alto, después.
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