SUGIERE LOS 4 TEMAS PARA UN GRAN DIÁLOGO NACIONAL
A [email protected],
Y A NUESTRAS REDES SOCIALES. SÉ PARTE DEL CAMBIO EN EL PAÍS
Hace una semana que saltaron todas las alarmas. Un diablo negro, un tipo de pez abisal que vive en el fondo marino, se mostraba en la superficie y a plena luz del día en una playa de la isla de Tenerife. Los expertos no daban crédito, ya que se trata de “un pez legendario que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida”. La principal hipótesis que barajaban era que esta especie de las profundidades marinas podría tener algún tipo de enfermedad que le hubiera llevado hasta la superficie. Y así se ha confirmado: murió horas después de su avistamiento, conforme detalla la Agencia EFE.
El cuerpo de este ejemplar de ‘Melanocetus Johnsonii’, de apenas unos centímetros -para sorpresa de muchos en las redes sociales- fue trasladado al Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife. Tras comprobar que el pez había muerto, explica la bióloga, lo cogieron como si fuese una muestra en una balsa con agua y lo trasladaron. Ahora, empezará un proceso de análisis y estudio que ayudará a conocer más sobre esta especie abisal tan desconocida. No obstante, los expertos apuntan a que su muerte puede deberse a factores como cambios súbitos en las corrientes oceánicas, unas condiciones ambientales adversas o enfermedades que lo debilitaron y lo llevaron a abandonar el fondo del mar.
Un avistamiento fuera de “lo normal”
El avistamiento se produjo el pasado 26 de enero cerca de la costa de playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora. Dieron con él un grupo de biólogos marinos durante una campaña de investigación sobre tiburones pelágicos de la ONG Condrik-Tenerife, cuyos miembros no daban crédito de lo que tenían frente a sus ojos.
“Lo vimos cuando ya volvíamos a puerto. Pasamos a su lado y vi algo negro que no parecía plástico ni nada, me pareció extraño. Tras verlo, pasamos un par de horas con él. Estaba dañado y no en buen estado, solo duró vivo unas horas”, detalla la bióloga marina Laia Valor, en una entrevista de EFE. “No tenemos nada claro, pero no es normal. Es un avistamiento muy puntual y esporádico. No podemos decir que no pasa nunca, aunque si pasase a mayor escala estos avistamientos ocurrirían más veces, pero sí podemos decir que podría ser la primera vez que se le graba así”, añade en sus declaraciones.
¿Cómo es el diablo negro?
El también conocido como rape abisal es un depredador marino acostumbrado a nadar en las profundidades del océano. Suele encontrarse entre los 200 y los 2.000 metros de profundidad, lo que hace de este acontecimiento algo totalmente inédito. Algunos motivos probables que apuntan los expertos son que estuviese huyendo de un depredador, que se viese arrastrado por corrientes o que sufriese alguna enfermedad.
Se caracteriza por su color oscuro y por una pronunciada dentadura con afilados colmillos que le dan un aspecto singular. También cuenta con capacidad de bioluminiscencia, a partir de su apéndice situado en la parte frontal. Esto se produce gracias a las bacterias simbióticas bioluminiscentes, lo que sirve de cebo o engaño para captar a sus víctimas.
Texto original de Infobae
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Al que madruga Dios le ayuda
Trump, los cárteles y Ecuador
La educación superior en la UTPL como pilar para un voto informado
Las nuevas tecnologías, herramientas claves en la gestión pública y la gobernanza digital
En la circunscripción 3 de Pichincha hay 46 candidatos a la Asamblea que declaran sus impuestos en 0 dólares