Estudiantes que asistían a institutos de obstetricia y enfermería en Afganistán denunciaron que se les ordenó no regresar a clase desde el pasado martes, cerrando así una nueva vía para que puedan continuar sus estudios en este país, donde las mujeres han sido excluidas de la educación secundaria y superior por las autoridades ‘de facto’ talibanes.
La organización Human Rights Watch (HRW) denunció esta decisión de las autoridades talibanes en un comunicado en el que consideró que la supuesta decisión -que las autoridades ‘de facto’ afganas no han confirmado a EFE- “cierra una de las últimas ‘lagunas’ en su prohibición de la educación para mujeres y niñas en Afganistán”.
“El lunes, el director y los profesores nos dijeron que no regresáramos al instituto médico, mencionando la nueva prohibición del Gobierno”, dijo a EFE la estudiante de enfermería Tayaba, de 26 años.
Por su parte, según los directores de los institutos médicos, los programas de formación médica fueron prohibidos por orden del máximo líder de los talibanes, el mulá Hibatullah Akhundzada.
“Los directores de los institutos médicos fuimos convocados por el Ministerio de Salud Pública, y los funcionarios del departamento nos dijeron que no siguiéramos con los estudios médicos en el país hasta nuevo aviso, tal como lo ordenó la dirigencia talibán”, afirmó un director de un instituto médico bajo condición de anonimato a EFE.
Eman, estudiante de Enfermería de 24 años, lamenta que esta situación mine una esperanza más para ella.
“Comencé hace un año a estudiar enfermería, pero esta puerta también se nos cierra”, asegura.
Los talibanes que gobiernan Afganistán desde su vuelta al poder en agosto de 2021 han repetido en varias ocasiones que reanudarían la vuelta de las mujeres y las niñas a la educación después de que se resolviesen una serie de cuestiones, principalmente logísticas.
Pero esta decisión aún no ha sido tomada.
“Estas clases de partería y enfermería nos daban esperanza después de estar aisladas en casa, restringidas del público, prohibidas de trabajar, de la educación secundaria y superior, pero esta esperanza también se acabó”, dijo Wagma, de 28 años, estudiante de enfermería.
La prohibición de las mujeres de afrontar estudios médicos de formación corta tendrá un impacto significativo en el sector sanitario afgano, ya que según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), “Afganistán necesita urgentemente 18.000 parteras adicionales para satisfacer la demanda que necesita”.
Según el Fondo, Afganistán cuenta con una de las tasas de mortalidad materna más elevadas del mundo.
Una mujer muere cada hora en el país debido a complicaciones en el embarazo y en el parto. (EFE)
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