Lo esencial: el Brachycephalus dacnis es un sapito miniatura recién descrito, que mide menos de 7 mm, lo que lo convierte en el segundo vertebrado más pequeño del mundo. Habita en el húmedo y oscuro suelo del Bosque Atlántico en Brasil. Este descubrimiento no solo destaca la increíble biodiversidad de este ecosistema, sino que también subraya la necesidad de su conservación. El sapito posee un esqueleto más completo que otras ranas miniatura, lo que aporta nuevas perspectivas sobre la evolución de los vertebrados en condiciones de miniaturización.
En el suelo húmedo y oscuro del Bosque Atlántico de Brasil, un diminuto y críptico habitante fue finalmente descrito por la ciencia: el Brachycephalus dacnis, un sapito miniatura de menos de 7 mm, apenas visible en la hojarasca. Este anfibio, cuyo tamaño es menor al de una uña o una moneda pequeña, ha sido identificado como el segundo vertebrado más pequeño del mundo, solamente superado por otro miembro de su propio género.
Con su descubrimiento, el Bosque Atlántico añade otro tesoro a su asombrosa biodiversidad y refuerza la importancia de preservar los ecosistemas que albergan especies tan únicas y vulnerables. El género Brachycephalus, al que pertenece este nuevo sapito, es conocido por su evolución hacia tamaños miniatura y por contener especies tanto de colores brillantes como de hábitos camuflados.
Las especies de este género han desarrollado adaptaciones únicas para sobrevivir en un espacio tan reducido, incluyendo la pérdida o reducción de huesos y extremidades. Sin embargo, el Brachycephalus dacnis desafía estas adaptaciones extremas, presentando un esqueleto más típico de ranas mayores, como huesos craneales completos que otras ranas miniatura han perdido. También carece de ciertos órganos de otras ranas, como el oído medio, y muestra patrones de camuflaje perfectos para mezclarse con el ambiente de la hojarasca donde habita.
La importancia de este descubrimiento trasciende la novedad de identificar una especie de sapito miniatura. La complejidad de este tipo de adaptaciones evolutivas aporta información crucial sobre los límites de tamaño y forma en vertebrados y subraya la necesidad urgente de proteger el Bosque Atlántico, en peligro por la pérdida de hábitat.
Características distintivas de Brachycephalus dacnis
El Brachycephalus dacnis se distingue por sus adaptaciones anatómicas únicas, incluso dentro de su propio género de ranas miniatura, reconocidas por su diminuto tamaño y apariencia inusual. Con un promedio de apenas 7 mm de longitud, esta especie conserva ciertos elementos óseos que suelen estar ausentes en otras ranas miniatura.
A diferencia de otros miembros del género Brachycephalus, el B. dacnis posee huesos craneales completos, una característica que lo diferencia tanto de otras especies miniatura como de las ranas de mayor tamaño. Mientras que muchos de sus parientes han perdido o reducido estructuras óseas para adaptarse a cuerpos más pequeños, este conserva una composición esquelética más robusta, lo que sugiere una historia evolutiva distinta dentro del proceso de miniaturización.
Entre las adaptaciones más sorprendentes de esta especie están sus dedos y extremidades, que presentan características inusuales en comparación con las ranas de tamaño similar, ya que los dedos II y V son funcionales y visibles, mientras que los dedos I y IV son vestigiales, un rasgo que lo separa de otras ranas miniatura que suelen tener una mayor reducción de extremidades.
Hábitat y distribución geográfica
El Brachycephalus dacnis habita en el suelo del Bosque Atlántico, uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad y también uno de los más amenazados del mundo. Los ejemplares de esta especie se han encontrado en la reserva privada Proyecto Dacnis, situada en el municipio de Ubatuba, en el estado de São Paulo, Brasil.
Esta área cuenta con un espeso follaje y una densa vegetación secundaria, con suelos cubiertos de hojarasca y altos niveles de humedad, que ofrecen un microhábitat ideal para esta especie críptica y de tan reducido tamaño. Las características del entorno juegan un rol esencial en la supervivencia de Brachycephalus dacnis, ya que viven en áreas con baja incidencia de luz solar, suelos húmedos y en zonas de relieve irregular, donde la acumulación de hojarasca crea una capa protectora y camuflante.
La densa vegetación y el espesor de la capa de hojas permiten a esta diminuta rana escapar de la vista de depredadores y mantenerse en un entorno húmedo, esencial para su supervivencia. A pesar de su diminuto tamaño, B. dacnis también ha sido hallado en otras localidades cercanas al Proyecto Dacnis, lo que sugiere que su distribución podría abarcar otras regiones del Bosque Atlántico en São Paulo y Río de Janeiro. Sin embargo, la conservación de su hábitat es un reto. El Bosque Atlántico ha sufrido una reducción de más del 90% de su cobertura original, lo cual amenaza su supervivencia.
Bioacústica y comportamiento reproductivo
La comunicación a través de llamados es fundamental para el Brachycephalus dacnis y permite diferenciarlo de otras especies similares, como el Brachycephalus hermogenesi, con el que comparte hábitat y apariencia. Los llamados son simples, con uno o dos pulsos de nota de alta frecuencia, entre 8.01 y 8.44 kHz, y una duración de hasta 0.08 segundos cuando se trata de llamados individuales.
Este sonido característico, que emiten principalmente los machos, se intensifica en períodos de alta humedad y durante las primeras horas de la mañana y al caer la tarde, o bien después de fuertes lluvias. En temporadas húmedas, incluso es posible escuchar sus llamados durante la noche. Como es típico en el género, esta especie sigue un patrón de desarrollo directo, en el que las crías emergen de los huevos en forma de pequeñas réplicas de adultos, sin pasar por una fase de renacuajo.
Esto representa una ventaja adaptativa en ambientes donde la supervivencia en cuerpos de agua es difícil debido a su rareza o estacionalidad. Este patrón reproductivo les permite evitar los riesgos asociados a la competencia y depredación en el agua, utilizando, en cambio, el suelo del bosque como espacio de desarrollo. Asimismo, la mayoría de los individuos suelen permanecer inmóviles y cesan sus llamados ante la proximidad de amenazas, lo que hace que detectar a estos sapitos en su entorno natural sea un desafío.
En cuanto a su dieta, se sabe que el B. dacnis se alimenta de invertebrados diminutos, como insectos y arácnidos, que captura entre las hojas y restos vegetales del suelo. El descubrimiento del Brachycephalus dacnis resalta la urgencia de proteger los frágiles ecosistemas del Bosque Atlántico, un refugio vital para especies únicas como esta.
Texto original de Infobae
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