La historia de Cristóbal Colón no terminó con la llegada de sus carabelas al Nuevo Mundo en 1492, ni siquiera con su muerte en 1506. El viaje más largo del almirante no fue el que realizó para descubrir América, sino el que hicieron sus restos mortales durante siglos. Desde su fallecimiento en Valladolid hasta su sepultura final en la Catedral de Sevilla, los huesos del hombre que cambió el curso de la historia han recorrido océanos y han sido objeto de disputas políticas, identitarias y científicas.
Y aunque el enigma de su lugar de descanso final ha alimentado leyendas y teorías a lo largo de generaciones, un reciente estudio de ADN ha llegado para arrojar luz sobre el misterio: los huesos de Cristóbal Colón descansan definitivamente en Sevilla. Este descubrimiento, que no ha estado exento de controversias, marca el capítulo más reciente de una odisea post mortem tan fascinante como la vida del propio Colón.
Cristóbal Colón murió en Valladolid el 20 de mayo de 1506, lejos del esplendor con el que alguna vez fue recibido en la corte de los Reyes Católicos. Sus restos fueron enterrados inicialmente en la Iglesia de la Antigua, en esta misma ciudad, pero su descanso fue breve. Solo tres años después, en 1509, su hijo Diego Colón, el primogénito del navegante y futuro virrey de las Indias, trasladó los restos de su padre al Monasterio de la Cartuja en Sevilla, un lugar al que Colón había mostrado afecto en vida.
Pero la voluntad de Colón de descansar en el Nuevo Mundo, el territorio que él mismo ayudó a descubrir, llevó a que en 1537, sus restos cruzaran el Atlántico hacia la isla de La Española, actual República Dominicana. Allí, sus huesos fueron sepultados en la Catedral de Santo Domingo, cumpliendo así el deseo de Colón de ser enterrado en las tierras que tanto significaron para él. Sin embargo, la paz eterna para sus restos no duraría mucho.
Con la firma del Tratado de Basilea en 1795, España cedió parte de la isla de La Española a Francia, y el gobierno español decidió trasladar los restos de Colón a La Habana, Cuba, para evitar que cayeran en manos extranjeras. Allí, fueron depositados con honores en la Catedral de La Habana, donde permanecieron hasta que, en 1898, tras la derrota de España en la guerra hispano-estadounidense y la pérdida de Cuba como colonia, los restos del almirante fueron finalmente repatriados a España.
Desde 1899, los huesos de Colón reposan en la majestuosa Catedral de Sevilla, donde un imponente mausoleo rinde homenaje al descubridor del Nuevo Mundo.
La historia del periplo de los huesos de Colón no ha estado exenta de controversias. En 1877, durante unas reformas en la Catedral de Santo Domingo, se descubrió una caja con una inscripción que indicaba que contenía los restos de Colón. Desde entonces, la República Dominicana ha mantenido que los restos que fueron llevados a Cuba y luego a Sevilla no eran los del almirante, sino los de su hijo Diego. Según las autoridades dominicanas, los verdaderos huesos de Cristóbal Colón nunca abandonaron la isla.
Este debate ha dividido a los historiadores y científicos durante décadas. Para República Dominicana, los restos que se encuentran en la Catedral de Santo Domingo son una pieza clave de su patrimonio nacional y un símbolo de su identidad.
Por su parte, España ha defendido que los huesos del navegante descansan en Sevilla, basándose en estudios científicos que así lo han corroborado.
La ciencia ha jugado un papel crucial en la resolución de este misterio. En los estudios llevados a cabo en 2003, 2004 y 2005, los expertos hablaron de una “compatibilidad posible” de que los huesos fueran, efectivamente, de Cristóbal Colón. Sin embargo, se trataba de una probabilidad baja dado que no había suficiente cantidad de ADN.
No obstante, en esta ocasión, el Dr. José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, ha sido claro durante la presentación del documental ‘Colón ADN. Su verdadero origen’: “Hoy se ha podido comprobar con unas tecnologías nuevas por lo queda definitivamente afianzada esa teoría previa parcial de que los restos de Sevilla son de Cristóbal Colón”.
¿Hasta qué punto podemos estar seguros que los resultados obtenidos son fiables?
Dr. José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal y Forense de la @CanalUGR: “La fiabilidad es prácticamente absoluta”
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— RTVE Comunicación y Participación (@RTVE_Com) October 10, 2024
Lorente ha afirmado que los resultados obtenidos son “exactos”, lo que garantiza que la fiabilidad desde el punto de vista genético es “prácticamente absoluta”. Además, ha señalado que estos datos han sido confirmados por varios laboratorios independientes. También adelantó que los hallazgos se publicarán en una revista científica internacional, un paso habitual cuando los investigadores quieren dar a conocer un descubrimiento importante.
Hay que recordar que, en la República Dominicana, las autoridades han sido reticentes a permitir pruebas de ADN en los restos que reposan en Santo Domingo, argumentando que no hay necesidad de verificar lo que, para ellos, es un hecho indiscutible.
Esta negativa ha alimentado teorías alternativas, como la posibilidad de que los huesos de Colón estén divididos entre Sevilla y Santo Domingo, o que algunos de sus restos nunca abandonaron La Cartuja en Sevilla.
Durante la celebración del evento, María Eizaguirre, directora de Comunicación y Participación de RTVE, ha señalado que “viajamos unos siglos atrás con una investigación que se ha prolongado nada más y nada menos que 20 años”. Y Eduardo Díaz-Rubio, presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, ha indicado que “para nosotros, hoy es un día histórico”.
Como ya desveló en primicia Muy Interesante hace unas semanas, el enigma del ADN de Colón se resolverá en poco tiempo: un documental pondrá fin al misterio de su origen. Tras un par de décadas de investigación, el 12 de octubre de 2024 se estrenará un documental que promete “reescribir la historia de España y la historia universal”.
Este proyecto no solo abordará la cuestión del lugar de descanso final de Colón, sino también el misterio de su origen. Aunque muchos historiadores coinciden en que Colón era genovés, han surgido teorías que lo vinculan con regiones tan diversas como Cataluña, Galicia, Portugal o incluso Polonia. La ciencia del ADN vuelve a estar en el centro de esta búsqueda por aclarar la verdadera identidad del almirante.
Texto Muy Interesante
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