Con el correr del tiempo, la novela de los astronautas de la NASA varados en el espacio está aclarándose y acercándose a un final previsible: su retorno seguro al planeta Tierra.
El 5 de junio último, los astronautas Butch Wilmore y Sunita Williams de la NASA fueron lanzados al espacio a bordo de la flamante cápsula Starliner de Boeing. El viaje, que debía durar 8 días, ya lleva más de tres meses debido a fallas en la nueva nave espacial del gigante aeronáutico estadounidense.
Ese vuelo debía probar que, tras más de 10 años de diseño y desarrollo, y dos vuelos no tripulados previos, la Starliner era capaz de llevar a dos astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y traerlos de forma segura a casa. Pero esta travesía no salió como se había planeado.
Ya antes de atracar en el puerto espacial a 400 kilómetros de distancia el 6 de junio, la cápsula experimentó problemas en su sistema de propulsión, cuando 5 de sus 28 propulsores fallaron. Una vez conectada a la estación, se produjeron distintas fugas y más fallos en los propulsores que, tras semanas de revisión, no pudieron ser reparados.
La estadía de 8 días de los dos astronautas en el complejo orbital de repente pasó a ser de semanas. Y luego de meses. En agosto último, la NASA determinó, después de más de 1000 pruebas en el espacio y en simuladores en la Tierra, que no estaban establecidas las condiciones para un retorno seguro de los dos tripulantes en la cápsula de Boeing. Situación que ocasionó fuertes discusiones entre los dueños del gigante aeronáutico y los directivos de la Agencia Espacial estadounidense.
Conscientes de que una vez en su historia espacial, y no hace mucho tiempo, la NASA cometió dos errores graves que le costaron la vida a 7 de sus astronautas, sus directivos no quisieron repetir las tragedias de los transbordadores espaciales Challenger de 1986 y Columbia en 2003. El 6 de septiembre último, decidieron que la Starliner regresara a Tierra sin tripulación. Mientras que Butch y Sunni regresarán a la Tierra en una cápsula Dragon de la empresa SpaceX, competencia de Boeing.
Wilmore dijo que él y Williams estuvieron involucrados en las discusiones que Boeing y la NASA mantuvieron sobre los problemas de los propulsores y los planes de regreso a casa de Starliner. “Me quedé realmente impresionado. Había muchas opiniones. Se recibían muchos datos en diferentes momentos y mucha gente intentaba digerirlos, comprenderlos y aplicarlos”, dijo Williams sobre esas reuniones.
Recordemos que SpaceX tuvo lista su cápsula en 2018 y dos años más tarde hizo el primer vuelo tripulado. Sin embargo, Boeing demoró 4 años más en subir a dos astronautas en su viaje inaugural a la EEI. Todo terminó en fracaso, ya que ahora es casi un hecho que verán a sus astronautas retornar en una nave de la competencia.
Fecha de regreso
La NASA decidió que los astronautas de Boeing varados regresarán en la misión de SpaceX Crew-9, que ya tiene fecha de despegue a la Estación Espacial Internacional.
El lanzamiento está programado para no antes de las 18:05 GMT del 26 de septiembre. Si la Crew-9 no puede realizar el lanzamiento el 26 de septiembre, hay fechas de respaldo disponibles para el 27 y 28 de septiembre.
Cabe recordar que esta nueva misión será el primer lanzamiento humano desde el Space Launch Complex-40 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, que normalmente tiene infraestructura disponible para misiones satelitales. Es que los humanos necesitan una torre de lanzamiento con acceso peatonal a la nave espacial, entre muchos otros cambios.
En un principio, Crew-9 se había planeado para lanzar a cuatro astronautas en la nave espacial Crew Dragon de SpaceX, para una misión que duraría hasta febrero de 2025. Ahora, solo enviará a dos tripulantes a bordo del cohete Falcon 9 de SpaceX: el astronauta de la NASA y comandante de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, Nick Hague, y el astronauta de Roscosmos y especialista en misiones, Aleksandr Gorbunov.
Hague será el primer Space Force Guardian activo en lanzarse al espacio, además de hacerlo desde una plataforma de lanzamiento operada por la Fuerza Espacial.
Los otros dos asientos de Crew Dragon, que se suponía que serían para las astronautas de la NASA Zena Cardman y Stephanie Wilson, albergarán simuladores de masas, es decir, maniquíes que simulen el mismo peso que los astronautas faltantes. Eso dejará espacio para que otros dos astronautas de la NASA y Boeing que se encuentran en la EEI regresen debido a que no pudieron volar a casa en su nave espacial asignada originalmente.
El dúo de astronautas de Starliner tiene trajes espaciales que no son compatibles con las cápsulas Dragon de SpaceX. La NASA obtuvo un traje espacial de SpaceX en la EEI para el regreso de Williams en Crew Dragon, y se está enviando un segundo traje espacial para Wilmore a bordo de Crew-9.
Una vez que la tripulación 9 llegue a la EEI, esa se convertirá en la manera de evacuación para Williams y Wilmore. Los astronautas de Starliner ahora son parte de la tripulación actual de la Expedición 71 en la ISS y su regreso en febrero de 2025 significa que pasarán aproximadamente ocho meses en el espacio.
Para tener una perspectiva, una misión típica a la ISS dura cinco o seis meses y los astronautas han completado con éxito misiones de 12 meses o más.
Williams y Wilmore dijeron que no están decepcionados por pasar todo ese tiempo extra en el espacio. Ambos enfatizaron que la misión Starliner era un vuelo de prueba, por lo que era de esperar que surgieran algunos problemas, y lidiar con lo inesperado es una parte importante de ser un astronauta de la NASA (así como un piloto de pruebas de la Marina, que era lo que eran los ahora astronautas varados).
Ambos dijeron que extrañarán a sus familias y amigos durante su prolongada estadía orbital, pero también resaltaron lo positivo. Williams, por ejemplo, describió el espacio como su “lugar feliz” y destacó los beneficios de regresar a la Tierra de una manera diferente.
“Estamos entusiasmados por volar en dos naves espaciales diferentes. Somos probadores, eso es lo que hacemos”, dijo Williams. “Queríamos completar la misión Starliner y que volviera a aterrizar en tierra firme, pero hay que pasar página y pensar en la próxima oportunidad”, añadió.
“Volveremos con una evaluación de ambas naves espaciales y creo que somos muy afortunados por ello”, completó.
El lanzamiento de Crew-9 ya se había retrasado, su fecha original era el 18 de agosto. Sin embargo, se pospuso porque la NASA tomó la decisión final sobre cómo traer a los tripulantes de la Starliner a casa.
Texto original de Infobae
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