La temporada de incendios forestales en Quito es un periodo de gran preocupación, tanto para las comunidades afectadas como para las instituciones que trabajan con niños y adolescentes.
Estos eventos no solo destruyen hogares y paisajes, sino que también impactan profundamente en la vida emocional y psicológica de los más jóvenes.
Las escuelas desempeñan un rol esencial en el apoyo a los menores que han sufrido el trauma de ser evacuados o de haber presenciado uno de los devastadores incendios como los que asoló los barrios de Bellavista y González Suárez.
Estos niños, profundamente afectados por el siniestro, requieren asistencia especializada para enfrentar las secuelas emocionales y psicológicas del desastre.
A continuación, se presentan estrategias efectivas para apoyar a los niños y jóvenes durante y después de los incendios forestales.
Según la psicóloga infantil Erica Rittner, en situaciones traumáticas como los incendios, es fundamental mantener la calma y alejar a los menores de las zonas afectadas para reducir el impacto emocional y psicológico del evento.
La intervención oportuna y el resguardo adecuado son esenciales para minimizar el estrés y la ansiedad que los niños pueden experimentar, ayudándoles a sentirse más seguros y protegidos durante el desastre.
La mejor manera de prevenir el impacto de situaciones traumáticas en niños y niñas es “tener estrategias preparadas con antelación”, señala Rittner. Un ejemplo eficaz de esto son los simulacros realizados en las escuelas y colegios para enfrentar emergencias como incendios o temblores.
Estos ejercicios permiten que los estudiantes se familiaricen con los procedimientos de evacuación y respuesta, preparándolos para actuar de manera calma y organizada en caso de una emergencia real.
El proceso de apoyo a un menor después de enfrentar un desastre natural es extenso y requiere tiempo. Es un proceso complejo que implica múltiples etapas para abordar adecuadamente el trauma y garantizar una recuperación efectiva.
Este enfoque integral es fundamental para ayudar al niño a superar el impacto emocional y psicológico del evento.
La temporada de incendios forestales en el país destaca la necesidad urgente de un enfoque integral para abordar el impacto emocional y psicológico en niños y adolescentes.
Los eventos devastadores exigen una respuesta coordinada que incluya el apoyo de las escuelas, la intervención profesional y la preparación anticipada. La implementación de estrategias efectivas, como simulacros y asistencia especializada. (EFE)
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