Liberan a una ballena que se quedó atrapada en redes de pesca en la bahía de Sídney

Sídney (Australia) (EFE).- Un equipo de rescate australiano liberó este viernes a una ballena jorobada que se quedó atrapada la víspera en mallas de pesca en la bahía de Sídney, en una operación de riesgo debido a la conducta impredecible de estos animales cuando están en apuros.

“Tras un cuidadoso corte (a las redes), la ballena fue liberada cerca de las 11.15 (01.15 GMT)”, informó hoy el Servicio de Parques Nacionales de Nueva Gales del Sur en un mensaje en Facebook que acompaña al vídeo del momento de su liberación.

Este ejemplar juvenil de ballena jorobada (‘Megaptera novaeangliae’), también llamada ballena yubarta, “nada actualmente con libertad y ya no tememos por su bienestar”, agregó el comunicado del Servicio de Parques.

El cetáceo fue visto por primera vez sobre las 13:00 horas del jueves, hora local (03.00 GMT), cerca de la entrada de la bahía de Sídney por un grupo de personas que realizaba un avistamiento de ballenas y que alertó a la onegé especializada en rescate de animales marinos ORRCA.

La aleta se enredó en las redes de pesca

Poco después este mamífero marino se desplazó por la bahía, donde su aleta se quedó enredada entre las cuerdas y las bollas de una enorme red de pesca.

El incidente dio inicio a un operativo de rescate, que fue suspendido durante la noche, en el que participaron también la Autoridad Portuaria Marítima de Nueva Gales del Sur, ORRCA y los guardaparques aborígenes Gamay Rangers, y en el que se declaró una zona de exclusión de seguridad de 100 metros.

No es el único caso

ORRCA alertó que no se trata del único incidente de ballenas atrapadas en redes de pesca ya que esta semana se han reportado al menos tres incidentes en la costa este de Australia, una de las rutas por las que migran estos cetáceos desde la Antártida a aguas subtropicales entre los meses de abril y noviembre.

Durante sus recorridos anuales de 10.000 kilómetros, estos mamíferos marinos que miden unos 16 metros se aparean y reproducen para después retornar a las aguas antárticas durante el verano austral, donde se alimentan de krill.