Jerusalén (EFE).- El Ejército israelí confirmó haber bombardeado anoche un almacén de armas de la milicia chií Hizbulá en el área de Nabatieh, en el sur del Líbano y a unos 13 kilómetros de la divisoria con Israel, según anunció en un comunicado esta mañana.
El bombardeo se corresponde con el que viene denunciando desde esta mañana el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud libanés, en el que murieron al menos diez ciudadanos sirios e hirió a otras cinco personas al atacar una fábrica de cemento en la localidad de Toul al Kfour.
Según la agencia de noticias libanesa NNA, la mayoría de los muertos son de la familia del propietario de la fábrica, incluidos “su mujer y sus dos niños”.
“La aviación militar israelí llevó a cabo un ataque aéreo aproximadamente a las 1:20 horas (22:20 GMT) del viernes a sábado, lanzando un ataque contra una fábrica de cemento y piedra en las afueras de la ciudad norteña de Al Kfour”, dijo NAA.
El Consejo Regional de la Alta Galilea de Israel llamó a los residentes de la región a permanecer cerca de los refugios como medida de protección por temor a una respuesta contundente de Hizbulá a dicho ataque.
“Ayer, el Ejército atacó estructuras militares en las áreas de Hanine y Maroun el Ras en el sur del Líbano”, añadió el comunicado castrense al respecto.
Además, las fuerzas armadas dispararon artillería contra otras localidades próximas a la divisoria para “eliminar una amenaza”, con lanzamientos contra Rmaych, Labbouneh, Kfar Shuba y Ayta ash Shab.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de al menos 618 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 389 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria.
En Israel han muerto 48 personas en el norte, de las cuales 22 eran militares y 26, civiles, incluyendo a los 12 niños que murieron en el ataque contra la localidad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados.
La respuesta de Israel a este ataque, con un bombardeo en Beirut que mató al número dos del grupo libanés, Fuad Shukr, disparó las tensiones.
Sumado a otro ataque en Teherán que eliminó al líder de Hamás, Ismail Haniyeh -y que Israel no ha reivindicado ni desmentido-, Oriente Medio permanece a la espera de una escalada de la violencia a nivel regional por la represalia tanto de Hizbulá como de Irán.
Un total de 55 cohetes de la milicia chií libanesa Hizbulá cayeron en el norte de Israel, de los cuales la mayoría impactaron en zonas abiertas y no causaron víctimas, según recogió un comunicado castrense israelí este sábado.
Fuentes militares de Israel detallaron que ningún proyectil fue interceptado, pero no qué ocurrió con los que no se precipitaron en zonas abiertas, y prefirieron no pronunciarse al respecto tras ser contactadas por EFE.
“Como resultado del disparo de proyectiles contra Israel, varios incendios se desataron en la zona”, que se trata de Ayelet HaShahar, a apenas una decena de kilómetros de la divisoria con el Líbano, dijeron.
Los equipos de rescate trabajan en la zona para extinguirlos, aseguró el Ejército.
Las fuentes detallaron que en un ataque previo contra la zona de Misgav Am -colindante con la frontera norte del país- un militar resultó gravemente herido y otro lo fue en grado leve, ambos por la caída de un proyectil.
Hizbulá reivindicó este ataque, uno de los lanzamientos de cohetes más numerosos en las últimas semanas y que se produce en respuesta al bombardeo israelí contra la localidad libanesa de Al Kfour en el que han muerto 10 ciudadanos sirios.
“Los luchadores de la Resistencia Islámica (Hizbulá) han añadido el asentamiento de Ayelet HaShahar a su plan de fuego y lo han bombardeado por primera vez con cohetes Katyusha”, dijo el grupo pro iraní este sábado en un comunicado. EFE
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