Unos 90 países y organizaciones internacionales se reúnen este sábado y domingo en Suiza en una cumbre alrededor del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, concebida como un “primer paso” para la paz, aunque no contará con Rusia y tampoco, en principio, con China.
Kiev confía en forjar un consenso mundial que vaya más allá de sus aliados occidentales y abarque también a países del Sur Global, a menudo cortejados por Moscú.
Rusia ha restado de antemano toda importancia a los resultados de esta conferencia que transcurrirá en el exclusivo resort suizo Bürgenstock, después de la cumbre del G7 en la vecina Italia.
Tres puntos centrales
En una entrevista con la agencia AFP en mayo, Zelensky subrayó “tres puntos” principales para esta reunión, los que generan más consenso de un plan de diez defendido por Kiev y Occidente desde 2022.
El primero concierne la libre navegación en el mar Negro para garantizar la seguridad alimentaria mundial permitiendo las exportaciones de cereales ucranianos, una cuestión relevante para los países del Sur Global.
El segundo trata sobre la seguridad nuclear y energética en Ucrania, donde los bombardeos rusos han destruido la infraestructura civil y donde persiste el riesgo de un gran incidente nuclear en la central de Zaporizhzhia ocupada por las tropas de Moscú.
El tercero aborda el regreso de los alrededor de 20.000 niños ucranianos deportados a Rusia, hecho por el que la Corte Penal Internacional emitió en 2023 una orden de detención contra Vladimir Putin.
“Si salimos de la cumbre con estas tres etapas y la mayoría de países están de acuerdo, eso significa que Rusia ya no los bloqueará más”, confió el presidente ucraniano a la AFP.
Una primera cumbre sin Rusia
Unos 90 países confirmaron su participación en la cumbre, a la que Rusia no fue invitada. El Kremlin, en tanto, sostuvo que se trata de una reunión “absurda”.
Esta exclusión de Moscú suscitó algunas críticas, empezando por China, que avanzó que le resultaría difícil asistir a una cumbre sin la presencia rusa.
El ministro suizo de Relaciones Exteriores, Ignazio Cassis, aseguró que la cumbre era solo un primer paso: “No habrá proceso de paz sin Rusia. La pregunta no es si Rusia subirá a bordo, sino cuándo”.
El jefe de la administración presidencial ucraniana, Andriy Yermak, dijo, por su parte, que Rusia podía ser invitada a una segunda cumbre, una vez que se haya validado un “plan común” en Bürgenstock.
“Y estamos considerando la posibilidad, en esta segunda cumbre, de invitar a un representante de Rusia y de presentar juntos este plan común”, afirmó.
Ucrania busca mayor apoyo de los países del sur
Zelensky invitó a 160 delegaciones con la esperanza de integrar al mayor número posible de Estados en las discusiones, en particular aquellos países del Sur que mantienen relaciones con Moscú. Para ello, el presidente ucraniano insistió en el carácter colonizador e imperialista de la invasión rusa.
“Cuanto más países de este tipo tengamos de nuestro lado, del lado del fin de la guerra diría, más Rusia deberá tenerlo en cuenta”, argumentó.
Pero Rusia también maniobra diplomáticamente para incrementar su influencia en estos países y la semana pasada acogió en un foro económico en San Petersburgo a delegaciones de Asia, África y América Latina.
Presentes y ausentes en la cumbre
Desde América Latina acuden a Suiza el presidente de Colombia, Gustavo Petro; el de Chile, Gabriel Boric, y el de Ecuador, Daniel Noboa. Perú y Uruguay, en tanto, estarán representados por sus cancilleres, Javier González-Olaechea y Omar Paganini, respectivamente.
El presidente argentino Javier Milei, quien participó de la cumbre del G7 en Italia, también estará en Suiza para participar de la cumbre por la paz en Ucrania.
En cambio, ni el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ni ninguno de sus ministros tiene previsto acudir a la reunión. Esto, pese a que el jefe de Estado viajó esta semana a Suiza para participar en la conferencia anual de la Organización Internacional de Trabajadores (OIT).
Entre los asistentes se encuentran también la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, los presidentes de Francia (Emmanuel Macron), España (Pedro Sánchez) y Polonia (Andrzej Duda), así como el canciller alemán Olaf Scholz y los primeros ministros de Italia (Giorgia Meloni), Canadá (Justin Trudeau) y Japón (Fumio Kishida).
El presidente estadounidense Joe Biden declinó asistir y en su nombre lo hará la vicepresidenta Kamala Harris.
Los países asiáticos se muestran divididos en cuanto a la participación en la cumbre. O bien enviarán delegaciones de perfil bajo, salvo excepciones como Japón, o directamente no asistirán, como es el caso de China.
En principio el primer ministro japonés, Fumio Kishida, es el único dirigente que ha confirmado su asistencia a Suiza. La vecina Corea del Sur no ha confirmado asistencia.
Filipinas, adonde viajó Zelensky tras Singapur y que en principio iba a enviar al presidente, Ferdinand Marcos Jr., informó la semana pasada que en su lugar iría el consejero para la paz y la reconciliación del Gobierno, Carlito Galvez, sin más explicaciones.
Singapur, el único país del Sudeste Asiático que ha impuesto sanciones a Rusia, también envió una delegación ministerial, en línea con Tailandia.
Malasia, uno de los países, junto a Indonesia -ambos de mayoría musulmana- más firmes a la hora de condenar la guerra en Gaza, se abstendrá de participar, y por parte de Yakarta será el embajador en Berna quien acuda, una elección de perfil muy bajo pese a que el presidente saliente, Joko Widodo, quiso mediar entre Moscú y Kiev en 2022, durante su presidencia del G20.
Camboya y Laos, en la órbita china, tampoco se espera que acudan, mientras el caso de Vietnam es incierto. El país, que presume de una política exterior neutral, en principio recibirá pronto a Putin, presumiblemente después de que este vaya a Corea del Norte, cuando se teme por un mayor fortalecimiento de los lazos militares entre Pyongyang y Moscú.
Los oceánicos Australia y Nueva Zelanda enviarán igualmente una delegación ministerial.
India, por su parte, que mantiene una relación estrecha con Rusia, afirmó que participará en la cumbre de Suiza “a un nivel apropiado”, sin dar más aclaraciones, y mientras el recién reelegido primer ministro, Narendra Modi, partició en Italia del G7.
Diez puntos para la paz
La conferencia se basa en el plan de paz en diez puntos que el presidente ucraniano presentó a finales de 2022 con el objetivo de alcanzar “una paz justa y duradera, fundamentada en el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas”.
Esta propuesta incluye la restauración de la integridad territorial de Ucrania, la retirada de las tropas rusas, la seguridad alimentaria, energética y nuclear, el regreso de los prisioneros y de los niños deportados o el establecimiento de un tribunal especial sobre la agresión rusa.
El plan es inaceptable para Rusia, que dice estar dispuesta a negociar la paz si Ucrania le cede las cinco regiones que ocupa parcialmente.
(Con información de AFP y EFE)
Texto original de Infobae
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