Las autoridades locales de la prefectura japonesa de Ishikawa, la más afectada por el seísmo de magnitud 7,6 de este lunes, elevaron hoy la cifra de muertos a 94 y de desparecidos a 242, con pocas esperanzas de encontrar a más supervivientes.
Las localidades con más desaparecidos son dos de las más golpeadas por el temblor; Wajima, y Suzu, donde se ha confirmado que numerosas viviendas han quedado colapsadas y prosiguen las tareas de rescate a pesar de que ya ha pasado el límite de 72 horas tras el cual es muy difícil encontrar supervivientes.
La Guardia Costera japonesa se encuentra también buscando desde el jueves con un avión y una lancha a personas que pudieron ser arrastradas por el tsunami -se registraron subidas de la marea de hasta 1,2 metros- provocado por el terremoto que golpeó el centro de Japón a principio de semana, tras recibir un informe de testigos.
Los expertos han alertado además de réplicas durante toda esta semana y la siguiente que podrían ser de gran intensidad, además de las lluvias que están azotando la zona y que podrían provocar deslizamientos de tierra y dificultar también las tareas de rescate.
En Wajima, al menos 55 personas fallecieron, mientras que 23 lo hicieron en Suzu y municipios como Hakui, Noto o Anamizu suman entre todas más de una decena.
La buena noticia del día fue el rescate con vida de una octogenaria en Suzu, que fue hallada bajo los escombros de su casa por una perra de rescate de los bomberos de Osaka llamada Jennifer.
A día de hoy el despliegue de miembros de la Agencia Nacional de Policía (NPA) en la región alcanza los 1.100, mientras que el volumen de efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) se han duplicado hasta alcanzar casi los 5.000.
A día de hoy más de 30.000 personas permanecen evacuadas en 370 refugios diferentes en Ishikawa, donde unas 160 personas aún permanecen incomunicadas debido a los daños en las carreteras.
A su vez, unos 27.000 hogares en la región siguen sin electricidad y 68.000 están sin agua.
El terremoto que golpeó la península de Noto -una zona en la que se sabe que hay fallas activas- el lunes, tuvo su epicentro a 30 kilómetros al noreste de Wajima y alcanzó el nivel 7 en la escala cerrada de 7 japonesa, que se centra en el poder destructivo del temblor.
Este seísmo se antoja ya como el más devastador en Japón desde el de 2011, un temblor de 9 grados que provocó un tsunami que dejó más de 20.000 muertos y provocó el desastre nuclear de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986. EFE
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