En Ecuador, el uso de lenguaje inclusivo (reemplazar la ‘o’ por ‘e’, ‘x’ y ‘@), no está regulado en estudiantes de escuelas y colegios. Así lo confirma Natalia Echezuría, directora de administración de instrumentos del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), quien destaca que las instituciones públicas del país, como el Ministerio de Educación, deben regir sus normas del lenguaje a las impuestas por la Real Academia de la Lengua Española (RAE), más no así los estudiantes.
Desde 2018, la RAE ha expresado rechazo ante el uso de palabras aceptadas en el lenguaje inclusivo o no sexista. Por ende, no ha incluido este tipo de escritura o pronunciación de palabras.
Por ende, los ministerios, secretarías y demás instituciones públicas no pueden aplicar este lenguaje en escritos, pruebas de evaluación, oficios o textos.
Sin embargo, si un estudiante escribe reemplazando la vocal ‘o’ por la ‘e’ no hay sanción. “En el caso de que el estudiante lo escriba no habría ningún problema”, confirma Echezuría.
Desde el Ministerio de Educación también se confirmó que si un alumno escribe palabras como ‘todes’ o ‘nosotres’, no puede existir disminución de puntos y tampoco está a discrecionalidad del docente.
El 30 de agosto de 2023, el Ineval presentó una guía para el uso del lenguaje inclusivo que nada tiene que ver con el cambio de letras en las palabras.
“Tuvimos una validación con el Consejo para la Igualdad de Género y con ellos vimos que, finalmente, lo que nos importa es primero quitar los estereotipos (…) donde, por ejemplo, las mujeres siempre son retratadas como cuidadoras de niños, madres, encargadas del hogar;mientras que los hombres son dueños de empresas, gerentes, ingenieros”, destaca Echezuría.
La funcionaria agrega que la inclusión va más allá de enfrascarse en el todos, todas y todes”.
La antropóloga Silvia Calvache dice que el lenguaje inclusivo no es una moda de las nuevas generaciones.
“Desde la década de los 70, el feminismo promueve el uso del lenguaje no sexista, de género neutro o lenguaje inclusivo para que dentro de la lengua no exista exclusiones por género u orientación sexual”, dice.
Es así que con el tiempo se logró cambiar términos en libros de historia o ciencias naturales que se refieren a la humanidad, como el hombre. “Lo que hacía que exista una visión androcentrista en la que el hombre, el masculino era el centro de todo. Algo errado”.
Los movimientos feministas y Lgbtiq+ proponen remplazar la letra ‘o’ por la ‘e’, para no excluir, no solo lo femenino, sino a quienes no se identifican con ningún género, es decir, no binario.
En junio de 2023, la encuestadora Ipsos levantó datos sobre la percepción de los ecuatorianos acerca de la comunidad lgbtiq+ en el país.
Los resultados destacan que aunque los ciudadanos a pesar de apoyan las marcas que promuevan activamente la igualdad para las personas de la comunidad, “los ecuatorianos no están de acuerdo con el uso de lenguaje inclusivo en la comunicación”.
El 58% de ciudadanos está en desacuerdo con el uso de lenguaje inclusivo en la publicidad como “todes” para referirse a todos o todas.
En junio de 2022, Soledad Acuña, entonces ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, dijo a CNN Radio que “hay que regular el uso indebido en el ejercicio de la enseñanza de los docentes” en el lenguaje inclusivo.
“No lo planteamos como una prohibición, lo que estamos haciendo es algo que ni deberíamos hacer. Establecimos cómo tienen que trabajar los docentes en el aula”, dijo la funcionaria, quien agregó que las letras ‘e’, ‘x’ y ‘@’ “no forman parte de las convenciones del lenguaje y nos tenemos que adherir a eso. Un docente no puede elegir qué contenido adopta para enseñar en cada una de las aulas. Tienen que usarse las reglas, las convenciones”.
Pero el español no es el único idioma donde se debate y hasta prohíbe el lenguaje inclusivo. Según un reportaje de la BBC, Francia es el país que más fuertemente rechaza el lenguaje con perspectiva de género.
El exministro de Educación nacional, Jean-Michel Blanquer, firmó en mayo de 2021 una circular que prohíbe el uso en clase de la escritura inclusiva.
A diferencia de lo que ocurre en español con las terminaciones «e», «x» o «@», en francés la herramienta más utilizada para impartir neutralidad es un punto medio (•).
Con información de La Hora
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