Suleman Dawood, el hijo del millonario pakistaní Shahzada Dawood, que falleció con su padre en la expedición submarina al Titanic, aspiraba a entrar en el Libro Guinness de los récords completando el cubo de Rubik en 12 segundos a 3.700 metros de profundidad, según ha revelado su madre Cristine a la BBC.
En la primera entrevista tras el accidente en el que perdieron la vida su hijo y su marido, junto a los otros tres tripulantes del Titán, Christine Wood asegura que la inmersión hasta el Titanic era un sueño que compartían desde hace tiempo los dos. La madre de Suleman, de 19 años, estudiante de la Universidad de Strathclyde en Glasgow, salió al paso de las declaraciones de su cuñada Azmeh, que aseguró que el joven no quería ir y que lo hizo por complacer a su progenitor en el día del Padre.
Christine Dawood reveló incluso que el segundo pasaje del sumergible (a 230.000 euros) estaba destinado inicialmente para ella antes de la pandemia, pero que decidió dejar al final su plaza a su hijo -que era aún menor cuando hicieron los primeros planes- porque “él quería realmente ir”. “Se supone que iba a ser yo quien iba a hacer la inmersión”, declaró Christine, que prefirió no pensar en las consecuencias finales de su decisión.
Christine y su otra hija, Alina, se sumaron incluso a su manera a la expedición familiar embarcándose en el Polar Prince, el barco de soporte en la superficie marina, donde primero llegó la noticia de que se había perdido la comunicación con el sumergible de OceanGate el 18 de junio.
“No comprendía realmente lo que significaba es ese momento, a partir de ahí fue una espiral hacia abajo”, declaró Christine Dawood, que permaneció en la embarcación junto a su hija y siguió de cerca las labores de búsqueda y rescate. Al cabo de 96 horas envió un mensaje lacónico a su familia: “Me estoy preparando para lo peor”.
A partir de ese momento perdió la esperanza, poco después aparecieron los restos del sumergible, y se acabó confirmando la “implosión catastrófica” del Titán que provocó la muerte de los cinco tripulantes (también fallecieron el millonario británico Hamish Harding, 58, el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el fundador de OceanGate Stockton Rush).
Christine Dawood recordó cómo su marido pakistaní de 48 años, director de Engro Corporation y afincado con la familia en el Reino Unido, se fijó hace años la meta de descender hasta el Titanic y que tuvo que aplazar sus planes por el parón de la pandemia.
“Yo di un paso hacia atrás y les di espacio para preparar a Suleman, porque realmente quería ir“, recalcó Christine a la BBC. Se despidieron el día del Padre, entre besos y abrazos, “y yo me sentía feliz por ellos porque era algo que querían haber hecho desde hace mucho tiempo”.
“Mi marido tenía esa fascinación de niño por la ciencia y nos sentaba a toda la familia a ver documentales después de cenar”, agregó Christine, que recordó como su hijo Suleman, estudiante de Económicas, compartía con él las aficiones de su padre.
La madre y la hija volvieron a Terrranova el sábado y celebraron el domingo un funeral en St. Johns, impartido por un imán.
Christine no quiso entrar en detalles sobre la investigación y sobre los supuestos problemas de seguridad del sumergible. Madre e hija prometieron matener vivo el legado de Shahzada and Suleman, posiblemente con una fundación en su honor. Las dos han prometido intentar aprender a resolver el cubo de Rubik.
Texto original publicado en El Mundo
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