Si alguna vez nos contacta una civilización extraterrestre, tenemos que estar preparados. Y de eso trata este experimento. Organizado por el Instituto SETI, una organización sin fines de lucro dedicada a comprender la vida en el espacio, se ha puesto en práctica el lanzamiento de una señal extraterrestre simulada que fue emitida desde un orbitador a Marte. Las ondas de la señal navegaron por el espacio a la velocidad de la luz y fueron captadas 16 minutos después por tres enormes telescopios. El Observatorio Green Bank es uno de los tres telescopios que escucharon la señal del Orbitador de Gases Traza hoy, junto con el Conjunto de Telescopios Allen del Instituto SETI en el norte de California y la Estación Radioastronómica de Medicina en el norte de Italia, que es administrada por el Instituto Nacional Italiano de Astrofísica.
Tal y como sucedía en la película de ciencia ficción “Contact” de 1997 protagonizada por Jodie Foster ejerciendo de la astrónoma Ellie Arroway, los instrumentos detectan una señal de radio extraterrestre del espacio exterior lo que lleva a Arroway a un periplo fantástico por el hiperespacio para descubrir quién envía exactamente la señal.
En este caso, el mensaje ha viajado codificado desde una nave espacial que orbita Marte, concretamente Exomars Trace Gas Orbiter (de la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Rusa), para simular una comunicación potencial de una civilización alienígena avanzada. Forma parte de un ensayo general para una situación que los científicos esperan que se dé realmente algún día.
“A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado significado en fenómenos poderosos y transformadores”, dijo Daniela de Paulis, del proyecto Artists in Residence del Instituto SETI en un comunicado de prensa. “Recibir un mensaje de una civilización extraterrestre sería una experiencia profundamente transformadora para toda la humanidad”.
Puedes ayudar a descifrarlo
El mensaje se ha enviado cifrado para que el público participe en la decodificación de posibles señales extraterrestres. El proyecto, llamado ‘A Sign in Space’ (una señal en el espacio), reúne a investigadores, artistas y público en un mismo evento.
“A Sign in Space ofrece la oportunidad sin precedentes de ensayar y prepararse tangiblemente para este escenario a través de la colaboración global, fomentando una búsqueda abierta de significado en todas las culturas y disciplinas”, añade de Paulis.
¿Cómo puedes participar?
Los equipos almacenarán de forma segura los datos procesados en colaboración con Breakthrough Listen Open Data Archive y Filecoin, una red de almacenamiento descentralizada. Y hay un formulario de presentación para cualquiera que esté a la altura del desafío.
El equipo del proyecto quiere que personas de diferentes orígenes estudien la señal y traten de descifrarla. “Este experimento es una oportunidad para que el mundo aprenda cómo la comunidad SETI, en toda su diversidad, trabajará en conjunto para recibir, procesar, analizar y comprender el significado de una posible señal extraterrestre”, comentó Wael Farah, científico del proyecto. Y es que la idea es involucrar a otras disciplinas en el proceso de decodificación. Se trata de traer el conocimiento cultural y filosófico a la mesa que los astrónomos y otros científicos pueden no tener.
El Instituto SETI fue fundado en 1984 y ha estado a la vanguardia de la búsqueda de inteligencia extraterrestre durante varias décadas. La idea de buscar inteligencia extraterrestre se remonta a la década de 1960, cuando el astrónomo Frank Drake realizó el primer experimento SETI moderno, conocido como Proyecto Ozma. Este experimento involucró la búsqueda de señales de radio de posibles civilizaciones extraterrestres. De ahí nació el Proyecto Cyclops, propuesto en 1971, pero que finalmente no recibió financiación. Luego, en 1984, y con el liderazgo de Thomas Pierson, se estableció el Instituto SETI como una organización privada sin fines de lucro en Mountain View, California (Estados Unidos).
Su misión era realizar investigaciones científicas, desarrollar instrumentos y promover la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Desde entonces, han lanzado muchos proyectos y asociaciones, como la construcción de la matriz de telescopios Allen (ATA) financiado por el cofundador de Microsoft, Paul Allen, el famoso SETI@home lanzado en 1999, como un proyecto de computación distribuida que permitió a voluntarios de todo el mundo contribuir con su poder de procesamiento informático no utilizado analizar datos de radiotelescopios en busca de señales de inteligencia extraterrestre o el Centro Carl Sagan para el Estudio de la Vida en el Universo establecido en 2006 en honor al renombrado científico y comunicador científico Carl Sagan.
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