El Cáncer de mama es la primera causa de cáncer en Ecuador, de los 16.083 diagnósticos de cáncer en mujeres en el 2020 el 22,2% (3.563) corresponde al cáncer de mama y 1.056 fallecen por esta causa cada año debido un diagnóstico en fase tardía, lo que representa un problema de salud pública para nuestro país.
Existen factores que predisponen a una paciente a presentar cáncer de mama, pero la mayoría no son por sí solo los causantes de forma directa, existen pacientes que pueden tener algunos factores de riesgo y sin embargo no desarrollarlo, mientras que otras no presentan factores conocidos y si presentan el cáncer, aunque, reconocer la presencia de estos factores pueden permitir tomar medidas preventivas y evitar su aparición.
Los cánceres de mama generalmente son ocasionales, y no heredados, es decir que se desarrollan de forma casual por factores ambientales. Los casos de cáncer de mama hereditario son menos frecuentes (5% al 10%) y son originados por un daño genético que se transmite del padre o madre a sus hijas y ocasiona que nuestros genes protectores que evitan la formación de tumores no actúen correctamente permitiendo el crecimiento de células anormales originando el cáncer.
Los siguientes factores pueden elevar el riesgo de una mujer a desarrollar cáncer de mama:
Edad, especialmente en las mayores de 50 años, antecedente familiar de cáncer de mama, sobre todo si un familiar cercano fue diagnosticado antes de los 50 años de cáncer de mama, ovario, próstata o páncreas, o un pariente hombre con cáncer de mama, antecedente personal de cáncer de ovario, de cáncer de mama o enfermedades mamarias, menstruación temprana y menopausia tardía, edad del primer embarazo mayor de 35 años o ausencia de embarazo, terapia de reemplazo hormonal postmenopáusico, tratamientos de radiación sobre todo en tórax, alta densidad mamaria, hiperplasia atípica de la mama, factores de estilo de vida como sobrepeso u obesidad, falta de actividad física, alcohol.
Es necesario detectar factores de riesgo para realizar medidas preventivas, principalmente cambiar a un estilo de vida saludable, lo cual puede prevenir un alto porcentaje de cánceres. Se debe realizar ejercicio físico, evitar el consumo de alcohol y tabaco, y una alimentación equilibrada con aumento de verduras y frutas, disminución de ingesta calórica, carnes rojas, grasas saturadas, bebidas azucaradas y aumento de Omega 3/ omega 6, estos se encuentran en pescados, aceites vegetales y nueces.
Para mejorar el pronóstico de los pacientes con cáncer de mama es indispensable su diagnóstico oportuno en fases iniciales para lo cual realizamos exámenes de imágenes que nos permitan observar cambios en la estructura de la mama antes que se presenten síntomas.
El principal método diagnóstico para la detección precoz de cáncer de mama en mujeres sanas es la Mamografía y ha demostrado la disminución de los índices de mortalidad por su capacidad de detección de tumores tan pequeños incluso que a la palpación por el examen físico no pueden ser localizados; sin embargo, también existen falsos positivos y falsos negativos, hasta en un 10% de los casos, por eso la necesidad de realizarse el examen con la frecuencia que le indique su médico especialista según sus características individuales.
Diferentes organizaciones internacionales han elaborado recomendaciones sobre la frecuencia con la que debe realizarse la mamografía, pero en la actualidad estos se tornan cada vez más individualizados. La American College of Radiology, el Society of Breast Imaging y la American Cancer Society sugieren una mamografía anual desde los 40 años y que a partir de los 55 pueden pasar a una mamografía cada 2 años o continuar cada año si lo desean.
Existen otros métodos diagnósticos como la ecografía y la resonancia magnética (RMN), no obstante, se sugieren sólo en pacientes con riesgo muy alto de desarrollar cáncer de mama, pacientes con densidad mamaria alta o con bulto durante su examen físico. Sin embargo, estos exámenes resultan ser controversiales, la ecografía puede tener una tasa de falsos positivos sobreelevada ocasionando sobre-tratamientos y la RMN no puede visualizar calcificaciones que, si se observan en la mamografía, razones por lo que no se utilizan estos métodos de rutina para diagnóstico oportuno del cáncer de mama.
En cuanto al autoexamen de mama no ha demostrado que disminuya la mortalidad por cáncer; sin embargo, es indispensable que todas las mujeres conozcan sus mamas y, de esa manera, puedan diferenciar cualquier cambio en sus características para ser comunicado a su médico de confianza y tomar las medidas necesarias, ya que los cánceres de rápido crecimiento generalmente se detectan por examen físico entre las mamografías de control.
El 19 de octubre de cada año es el día para recordar el cáncer de mama, pero la única forma de disminuir las tasas de incidencia y muerte por esta causa es que todas las mujeres se empoderen con el conocimiento sobre su propio cuerpo y la probabilidad de adquirir esta enfermedad.
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