Tecnología, aliada para la enseñanza de la matemática

La tecnología ha sido fundamental en el proceso de enseñanza de la matemática, por eso desde hace algunos años, herramientas como computadoras y calculadoras han sido esenciales para enseñar y hacer matemática. La tecnología no solo ofrece la capacidad de organizar y analizar datos, sino que permite realizar cálculos de forma ágil y eficiente.

Hoy en día es vital reforzar la enseñanza de matemática, es más, según un reciente informe del Banco Mundial y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia en colaboración con la Unesco, la pandemia y los cierres de escuela provocarán que se retroceda en más de 10 años el nivel educativo de los niños latinoamericanos, especialmente en las áreas de lectura, escritura y matemática.

Rolando Quishpe Solano, docente investigador de la Maestría en Educación, mención en Enseñanza de la Matemática, de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) considera que muchas de estas debilidades que se evidencian en los estudiantes pueden ser corregidas con el apoyo de las nuevas tecnologías y estrategias pedagógicas. El catedrático señala que el sistema educativo actual necesita transformarse y personalizar la experiencia de aprendizaje para garantizar una mayor efectividad.

“A través del uso de tecnologías, los estudiantes pueden desarrollar un proceso educativo personalizado que se ajuste a sus tiempos y necesidades. Adicionalmente, pueden recibir mayor motivación para interesarse por entender conceptos y procesos por medio de juegos, aplicaciones interactivas y simulaciones”, explica Quishpe.

Para el docente, tradicionalmente las matemáticas son vistas como algo aburrido y obligatorio. Según el investigador, esta percepción debe cambiar, ya que las matemáticas van más allá de memorizar operaciones y resolver procesos. Para el profesor universitario, las matemáticas ayudan a comprender el mundo y sus fenómenos. Por esta razón, señala cinco ventajas del uso de la tecnología en la enseñanza de la matemática:

1. Motivación: el estudiante se encontrará más motivado utilizando nuevas tecnologías debido a que le permiten aprender diferentes conceptos y procesos de forma más atractiva, divertida y amena. Además, el uso de recursos multimedia, juegos y simulaciones, permiten aumentar la atención de los estudiantes.
2.  Interactividad: el uso de tecnologías permite que la enseñanza sea más dinámica. Durante el proceso de aprendizaje, los estudiantes se comunican entre sí, intercambiar experiencias con sus compañeros de clase o de otros cursos, con lo que se estimula su capacidad reflexiva, su habilidad para calcular consecuencias y detona una mayor actividad cognitiva.
3. Cooperación: una de las ventajas sustanciales es la capacidad de motivar el aprendizaje colaborativo. Por lo general, el aprendizaje de las matemáticas se basa en un proceso solitario que ha demostrado ser poco efectivo. A través de la cooperación, los estudiantes no solo aprenden juntos, sino que tienen la capacidad de enseñar a otros. En este aspecto, el estudiante siempre será el principal beneficiario.
4. Comunicación: el uso de la tecnología es clave para fortalecer la relación entre estudiantes y docentes, lejos del espacio formal del aula de clase. La mediación de tecnología permite una comunicación más informal, natural, abierta y necesaria para el proceso de aprendizaje.
5.  Autonomía: con la llegada de las nuevas tecnologías, cada estudiante tiene acceso a un gran número de herramientas e información, lo cual brinda un apoyo efectivo en el proceso de aprendizaje autónomo. Aunque esto no es algo que sucederá inmediatamente, sino que, con el tiempo, los estudiantes, bajo la guía del docente, aprenderán cómo sacar provecho a las posibilidades que brinda el acceso a dispositivos tecnológicos.
6. Las nuevas tecnologías brindan herramientas para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje de la matemática, así como para la gestión de los entornos educativos en general. Con la adecuada implementación, este tipo de innovaciones permitirá contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, como la meta número 4, que está relacionada con garantizar una educación inclusiva, equitativa, de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Formación profesional
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