Necesitamos caminar, no empantanarnos y retroceder. Hay fuerzas que quieren llevarnos en esa dirección. No lo permitamos, empujemos cada uno en su ámbito, en la dirección positiva
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Es inaceptable. Una minoría no puede intentar someter al resto. La violencia no resuelve problemas reales, solo empobrece. Hay muchas cosas que mejorar en el país y se lo debe hacer, pero el camino es el diálogo, no hay otro. No podemos someternos a diversos grupos internos y externos que intentan generar caos para beneficiarse.
Es triste, como país, ver a todos los poderes del Estado, sometidos a una negociación bajo la amenaza y la ocupación de territorios. Un Estado que va perdiendo la capacidad de ejercer su rol esencial.
1.Recordemos ¿Qué Pasó en la economía en octubre 2019?
Desgraciadamente fue muy sencillo y negativo. Uno (gráfico #1), un aumento grave de la inflación que pasó de una tendencia del 0% mensual al 0,5% (tendencia anual: 6%), en particular por los alimentos que superaron el 1% mensual de incremento, muchísimo … aunque luego, pasada la incertidumbre y estabilizados los mercados, el efecto fue en sentido contrario en Noviembre.
Dos (gráfico #2), la actividad económica que venía creciendo entre 0% y 0,5% trimestral cayó brutalmente en -1,4%. Esto no es una cifra global lejana a la vida diaria, significa en realidad menos producción, menos empleo, menos ingresos.
En definitiva un impacto económico muy fuerte que afecta sobre todo a los más pobres, y peor aún a los que viven día a día de su trabajo.
…Y algo similar se repetirá en este Junio 2022. Lo más grave es que deja heridas muy fuertes, sociales (desconfianza, racismo, mirarnos como enemigos) y económicas (mayor riesgo para invertir porque el futuro se ve con mucha mayor incertidumbre) peor aún cuando Junio 2022 se suma a Octubre 2019. Nuevamente, todo esto afecta más al futuro de los más pobres.
2.Hay elementos reales detrás del descontento social
Ciertamente hay factores que afectan la vida diaria de la gente y le generan gran insatisfacción.
Uno, aún no salimos del impacto del Covid. La actividad económica y el empleo aún no se recuperan al nivel prepandemia, esto último es muy claro en el gráfico #3, donde vemos que en mayo de los miembros de la PEA (Población Económicamente Activa), apenas tenían un empleo adecuado es decir al menos el salario básico y 40 horas semanales, el 41% en zona urbana y el 18% en zona rural (aunque la lógica de empleo es diferente en el campo). Hemos mejorado en un año pero no suficiente.
Dos, eso tiene un efecto importante en la pobreza por ingresos que vemos en el gráfico #4, aún mantiene niveles muy elevados e inaceptables para la sociedad.
Tres. Había ya antes del paro, un proceso inflacionario que no habíamos vivido desde hace algunos años, y que afecta sobre todo a productos básicos de la vida diaria. Vemos en el gráfico #5, el incremento mensual de los precios más impactados. Pero ojo, hay que estar claros que esto nada tenía que ver con el Gobierno, sino que es el efecto mundial ligado a la terminación del Covid y la invasión de Ucrania, sobre los precios del transporte, la energía (aunque nos favorece por el lado del petróleo), los fertilizantes, trigo, aceites y más … y como dijimos el paro exacerba muchísimo este problema.
3.¿Qué pide la CONAIE?
En un mundo ideal el Gobierno no debería negociar bajo un estado de sitio y de violencia, deberían las fuerzas de seguridad poner orden … pero no vivimos el mundo ideal. Es muy probable que los pedidos sean solo una cortina de humo para mantener el poder, imagen y caos, incluyendo el interés de la Asamblea de poder “justificar” la Muerte Cruzada (¡después de “negociación y negociación” llegaron a 80 votos!). Eso parece evidente cuando vemos que el Gobierno cede en algo, y las demandas se incrementan y aparecen nuevas. Esa es la mejor manera de no querer negociar porque la agenda no parece ser mejorar las condiciones de los indígenas.
Veamos los pedidos.
Rebaja de la gasolina– El subsidio en 2022 será del orden de los $3 mil millones. La rebaja de 10 centavos decidida por el Gobierno cuesta $250 millones. El pedido de la Conaie significaría $1.000 millones. No tiene sentido, este subsidio es malo para la sociedad hay maneras mucho más útiles de usar esos fondos, y en realidad debería ser eliminado y focalizado en el transporte, lo cual sí es posible con el uso de tecnología y bases de datos.
Apoyo en deudas – Tema viable para la banca pública, mientras sea bien manejado, llegue a los realmente necesitados y conste en el Presupuesto del Estado para saber cómo lo pagamos. Pero no puede aplicarse a las instituciones privadas, solo preguntémonos ¿las propias cooperativas de las comunidades indígenas lo harían, qué efectos negativos tendría sobre ellas?
Precios justos y control de precios. Precios justos quiere decir “págueme más”, y control de precios significa “bajemos precios”, contradictorio. Lo que esto generalmente implica es: “déjeme cobrar lo que yo necesito, pero controle a los demás”. Sí tiene sentido, con empresas privadas, montar programas específicos y temporales para ciertos productos básicos (se anuncia un aceite popular con un 20% de rebaja) y para insumos como el 50% de rebaja en la úrea.
Minería y petróleo. Debemos llegar juntos a soluciones sensatas alrededor del ¿cómo? ¿dónde? ¿qué hacer con los recursos? Ni solo producir más, ni solo protección del medio ambiente y el hábitat humano. Pero solo se plantea la derogatoria de los planes estatales. Absurdo, porque no podemos desperdiciar esa riqueza que nos da la naturaleza.
Derechos indígenas. Debe haber espacio para discusiones con las organizaciones indígenas sin afectar los derechos de los demás, y ya se duplicó el presupuesto para educación intercultural.
No a la privatización. No puede ser una mala palabra. Trasladar sanamente actividades al sector privado o compartirlas vía concesiones, nos permite aumentar la productividad colectiva, es decir generar más riqueza para todos.
Derechos laborales, salud, educación y seguridad. Temas esenciales, pero que van más allá de la Conaie y requieren otro tipo de procesamiento político.
Y otros pedidos son inaceptables, como no querer judicializar a los que han causado tanto daño. Si eso no se puede hacer, hemos perdido el sentido del Estado de Derecho, y los ciudadanos hemos perdido nuestros derechos básicos.
Qué pena no se plantee un camino positivo para el país.
4.Lo que realmente importa: combatir la pobreza
Para esto hay algunos planteamientos fundamentales.
a) Elemento central es la productividad, utilizar los recursos de la mejor manera, para producir mejores bienes y servicios, pero también para que haya mejor educación o salud para quienes tienen menos oportunidades.
b) El progreso de cada uno se basa en ofrecer a los demás trabajo y bienes o servicios de más valor. La gente más pobre lo es porque oferta cosas de bajo valor, y en particular los campesinos más pobres lo son porque “sus productos básicos reciben un bajo precio al estar al inicio de la cadena de valor lejos del consumidor final, mientras al adquirir insumos y otros productos están al final de la cadena y pagan más”.
En consecuencia es necesario: uno, producir trabajo y bienes de más valor, por ejemplo, cebollas de mejor calidad, más uniformes, lavadas, en bolsa, o algunos migren hacia productos diferentes (quizás hierbas más especializadas o turismo comunitario), dos, acortar la comercialización hacia el consumidor final captando algo más de la cadena de valor (ejemplo, unirse en la comunidad y entregar directamente los productos a algún mercado cercano con una camioneta). Muchas comunidades tienen un gran espíritu empresarial, eso hay que potenciarlo, no la dependencia en favores y subsidios.
¿Quién debe hacerlo? Las propias comunidades porque tienen un rol y una responsabilidad, no pueden ser receptoras pasivas. El mundo empresarial que puede abrir el espacio para integrar a esos trabajadores y productores en sus cadenas y lograr el objetivo de más valor, incluyendo apoyo técnico y logístico. El Gobierno porque hay factores como infraestructura (caminos vecinales), cierto tipo de crédito o ciertamente educación y salud que son claves en el camino. Los políticos, porque deben adecuar el marco general del país con un mejor sistema laboral, más apertura al mundo, reglas sanas para invertir, un Estado que no sea un lastre.
Necesitamos caminar, no empantanarnos y retroceder. Hay fuerzas que quieren llevarnos en esa dirección. No lo permitamos, empujemos cada uno en su ámbito, en la dirección positiva. El paro evidentemente no lo hace.
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