Hoy se conmemora el Día de los Difuntos y en Quito no se hicieron esperar los rituales de recordación en iglesias y cementerios, con festivales de música y arte, y una gastronomía única en el mundo.
Incluso para este año en el cual el sector turístico trata de reactivarse de la pandemia, el Municipio de Quito ha organizado el festival «Más allá de la vida», el objetivo es revivir todas las tradiciones ancestrales durante los días que forman parte de la celebración mortuoria.
En el caso, del Ecuador, en general, el Día de los Difuntos integra varias dimensiones de una conmemoración que también recrea el pasado y el presente, y permite que la gente asuma del modo más apropiado el tema de la muerte.
Andrea Flores, directora de la Fundación Quito Eterno, dice que la muerte «representa la riqueza cultural de los ecuatorianos pues se trata de rituales que se practican en el entorno familiar y cuyo conocimiento es transmitido de generación en generación»
Explicó que, además de las tradiciones como visitar las tumbas de los seres queridos, «las personas buscan nuevas experiencias que los acerquen a su legado «que puedan apegarnos a las historias y la comida».
Y si en el centro de la jornada están las visitas al cementerio e iglesias para recordar a los difuntos, el eje de la conmemoración son las tradicionales guaguas de pan y la colada morada, una costumbre gastronómica para la ocasión que perdura en la memoria colectiva.
Flores cree que es importante «la labor de educar en tradiciones, sobre todo a los más jóvenes», porque con el paso de los años los rituales han evolucionado hasta casi perderse.
Y uno de ellos es el de «reunirse en familia a cocinar la colada morada», que con la modernidad ha cambiado y, antes, «era impensable la colada morada en un sobre», se queja.
La colada morada es una bebida espesa y caliente elaborada con base en mortiño (un pequeño fruto del páramo parecido al arándano), mora, frutas tropicales cortadas, especies como la canela, el clavo de olor y el ishpingo (una corteza olorosa de un árbol amazónico), así como varias hierbas aromáticas.
Las guaguas (niñas en quichua) de pan son panecitos con formas humanas rellenos de mermelada y decorados con crema para glaseado de colores brillantes.
En el pasado, estos portentosos potajes se solían elaborar en los hogares con la ayuda de toda la familia y era costumbre compartir entre los vecinos de los barrios para presumir cuál era la mejor colada y las mejores guaguas.
Sin embargo, la modernidad, si bien no ha podido eliminar la costumbre, ha permitido que prolifere la oferta en el mercado, como la posibilidad más conveniente para disfrutar el feriado.
Por su parte, el director del área de Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar, Ariruma Kowii, explica que en el calendario andino, cronistas como Guamán Poma de Ayala o Garcilaso de la Vega, registran en esta fecha la celebración del Aya Marcay.
Aya se refiere al espíritu, pero los diccionarios que fueron elaborados por religiosos lo traducen como diablo. Marcay significa cargar algo. De allí que los ancestros sacaban a pasear a sus muertos por las calles.
Kowii indica que la celebración del Aya Marcay es una evidencia de las acciones de reafirmación de la identidad cultural andina y también de los procesos de interculturalidad.
Manifiesta que eso se expresa, por ejemplo, en la preparación de la colada, que inicialmente se la elaboraba con maíz negro morado, el mortiño y que posteriormente se le incluyó la mora, que venía de Europa.
En el caso de las guaguas de pan, según dijo este investigador, ocurrió una situación similar. Relata que después de que la Iglesia católica sancionara a los indígenas por pasear a sus muertos momificados, ya que consideraba a esta celebración como profana, se comenzó a utilizar productos como el trigo para hacer estos panes con formas de humanos en recordación de sus difuntos
Datos sobre las Costumbres:
Creencias
En la época de los Quitu Cara, ellos mezclaban la harina de maíz morado con la sangre de llama para preparar la tradicional colada morada. Esta cultura creía que ese animal era sagrado.
Paseo de los muertos
En los Andes los incas tenían la costumbre de momificar a sus muertos y de sacarlos a pasear por sus poblados con la finalidad de que reciban la bendición de la luz del día, la luminosidad de Inti Tayta.
El festival «Más allá de la vida», organizado por Quito Turismo, será un espectáculo temático de luces, música y colores por el Día de los Difuntos, con entrada gratuita y bajo medidas de bioseguridad.
Los visitantes también podrán disfrutar en varios sitios de la ciudad de la colada morada y las guaguas de pan, además de observar artesanías y efectuar recorridos guiados con el tema de los difuntos.
Asimismo, colectivos culturales como Quito Eterno, Leyendas Nocturnas, Mediarte y Tertulia & Misterio, entre otros, ofrecerán recorridos y experiencias que permitan conocer, por ejemplo, casos de asesinatos sin resolver en la ciudad.
Los visitantes podrán incluso adentrarse en sótanos de casas antiguas y misteriosas, o recorrer criptas y cementerios del centro histórico de la ciudad.
«Difuntos, el poder del adiós 2021», es otra de las actividades que organiza la Fundación Museos de la Ciudad, que ofrece charlas especializadas, recorridos por museos y rutas teatralizadas.
Pero también las parroquias rurales de Quito se han preparado para los visitantes que prefieran salir de la urbe a un entorno más natural, de aventura, deporte, recreación y la infaltable gastronomía de la época.
Este miércoles 3 de noviembre, el último día del periodo festivo y fecha de la Independencia colonial de la urbe andina de Cuenca, la tercera ciudad del país después de Quito y Guayaquil.
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