¿Desaparecerán los libros de papel?

sábado, septiembre 11, 2021

En la pandemia los lectores han pasado por diferentes etapas. En un primer momento se volcaron a lo digital y diversos autores decidieron colocar sus libros en línea para descargarlos de forma gratuita. Luego, las librerías en un intento por sobrevivir, tuvieron que reinventarse ¿cómo lo hicieron?

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Hace algunos años, con la aparición del libro electrónico, surgieron varias teorías que aseguraban que el libro físico de papel iría desapareciendo de forma progresiva. Afortunadamente hasta el momento esto no ha ocurrido y lo más seguro es que no suceda en un futuro cercano. Sin embargo, hay varios aspectos a destacar como ventajas y flaquezas de ambos formatos.

A pesar de que existen varias aplicaciones digitales y plaformas e-reader para poder acceder a los libros electrónicos, no proporcionan la misma experiencia, ni la misma capacidad de retención de información que un libro físico. Varios estudios ya han demostrado que la lectura de los textos en papel se fija mejor en nuestra memoria ya que la concentración está más enfocada que si leemos en una plataforma digital. Por otro lado, la experiencia física del libro en papel es única, observarlo, tocarlo, subrayarlo o hacer anotaciones en los márgenes si fuera el caso. Son formas de apropiación que hacen los lectores con el libro como objeto y que en un ebook no tienen el mismo significado emocional.

Dentro de la pandemia por la COVID-19, los lectores han pasado por diferentes etapas. En un primer momento la gente se volcó mucho a lo digital y diversos autores de habla hispana decidieron colocar sus libros en línea para que pudieran ser descargados de forma gratuita, como alternativa a la imposibilidad de movilización libre.

Luego las librerías en un intento por sobrevivir, tuvieron que reinventarse y comenzaron la venta de libros por delivery, que al igual que los restaurantes ofrecían un menú y una vez que el usuario elegía, le llegaba a la puerta de su casa. Esto empezó a funcionar muy bien, ya que luego de los primeros meses de pandemia, la saturación de pantalla empezaba a pasar facturar en la salud física y mental de las personas. Los libros por delivery se convirtieron entonces en una gran oportunidad.

Sobre el ebook, sin embargo, hay que precisar la ventaja de portabilidad que ofrece. Se lo puede llevar en una tablet, donde uno podría almacenar una biblioteca entera si quisiera. Para los viajes, por ejemplo, donde el peso suele ser un gran factor a considerar, los ebooks resultan de gran ayuda. También en el entorno académico, los libros electrónicos han tenido una buena acogida en especial en esta etapa de clases virtuales.

Vale decir también que el ebook ha ido perfeccionando la experiencia del lector para simular la dinámica que ofrece el libro en papel. Se ha emulado el movimiento de las páginas, la opción de subrayado y también hay que indicar que esta experiencia en algunos aspectos se ha mejorado. Por ejemplo, en el ebook es posible modificar la tipografía y el tamaño de la letra, algunas plataformas como la del Kindle Reader ofrece incluso la facilidad de buscar el significado de determinada palabra sin tener que salir del libro.

Otros aspectos a tomar en cuenta son el precio y la accesibilidad. Un ebook por los costos que implica su producción resulta más económico que un libro en papel, sin contar todas las descargas ilegales gratuitas que hay de libros digitales. En cuanto al acceso, hay libros que lamentablemente no se encuentran disponibles en las perchas de nuestras librerías locales, por lo que el ebook aparece como opción viable para poder acceder a estos textos que físicamente no se encuentran en el país.

Es necesario destacar que el libro digital también resulta una alternativa para reducir el impacto ecológico. Aunque muchas editoriales tiene consciencia ambiental y trabajan con papel reciclado o tienen como política empresarial la siembra de nuevos árboles, para algunos lectores resulta necesario reducir el consumo de libros en papel, como una política de vida responsable con el planeta.

A pesar de las ventajas que ofrece el ebook, con el libro de papel se establece una relación entre nosotros como sujetos y ese cuerpo que es el libro, como ya señalé anteriormente. Otro aspecto a destacar, sobre todo para grandes lectores, es la conformación de una biblioteca en la que pueden recorrer los estantes en busca de algún libro en particular. Sin duda es una experiencia emocional más fuerte que la de recorrer una biblioteca virtual en una plataforma e-reader.

El panorama hacia el futuro será diverso. Me parece que los primeros millennialls, las personas de las décadas de 1980 y 1990, seguirán eligiendo los libros en papel, mientras que los nativos digitales probablemente no tendrán problemas en tener bibliotecas digitales en una pequeña tablet. Las editoriales, para reinventarse, tendrán que conjugar versiones en papel y digital. Ya algunas dan la opción de que al comprar el libro físico se pueda también descargar la versión digital, sin costo adicional. Creo que las dos dinámicas convivirán en el futuro.

De todas formas, considero que lo importante es que se lea, luego cada lector elegirá el formato con el que se sienta más a gusto. Sea en papel o en digital, hay que desarrollar una lectura comprensiva que no sólo genere un cúmulo de conocimientos, sino que sea crítica y capaz de analizar las posturas de los diferentes autores. La lectura, aunque parezca un acto solitario, es siempre un diálogo con el otro y esa discusión se puede llevar a cabo desde un libro al que podemos tocar, oler y escuchar al pasar las páginas o desde un ebook en una plataforma e-reader a la que hay que cargarle la batería y a la que toca actualizar cada tanto para su correcto funcionamiento.