El dinero jurídicamente es un bien fungible lo cual significa qué sirve para extinguir obligaciones, para medir cuánto tengo ahorrado o cuánto debo. Es una moneda de cambio, de ahorro de valor y uso con la que se pueden comprar cosas, según el Código Orgánico Monetario Financiero del país.
El dinero surge cuando las personas naturalmente necesitaban cosas, es decir si tenían trigo y querían comprar un tonel de vino, lo intercambian con quien lo tenga y a cambio le entregaba el trigo. La gente se ponía de acuerdo e intercambiaban el bien, a este proceso se le conoce como permuta. En las comunidades indígenas es el trueque, una forma de hacer economía.
Pero, no siempre hay una coincidencia de deseos, no siempre el que tiene trigo quiere el vino o viceversa, de modo que al no tener con quién hacer esta permuta, o no conocer a esa persona con la que quisiera hacer esa permuta, se busca un objeto o un bien que todos quieran y que tenga en sí mismo valor intrínseco y sirva para extinguir obligaciones. Los comerciantes, en la teoría de Aristóteles, se ponen de acuerdo en qué objeto además de tener valor intrínseco les sirva para intercambiar los bienes que poseemos con personas a las que no conocemos o que no quieren lo que yo tengo para intercambiar y ese es el orígen de la compra venta.
El dinero es una traducción del valor de los bienes, un lenguaje común que se usa para encontrar coincidencias de deseos, así lo explica Aristóteles en la Política, lo establece el Corpus luris Civilis de Justiniano y lo dice nuestro Código Civil. De hecho se define a la compra-venta como aquel contrato en el que se entrega una cosa a cambio de dinero, si no se entrega dinero sino otro bien es permuta.
Esto significa que el dinero es una creación necesaria para la supervivencia de la especie, el intercambio permite la existencia del orden natural de la sociedad. En un inicio ese objeto o bien era una pieza de hierro, de plata la concha Spondylus o un pedazo de oro, al que luego le pusieron una marca de acuñación y lo utilizaron para el intercambio.
Las primeras monedas eran porciones de oro, plata y hierro, luego se les puso un peso para que sea más fácil intercambiar, 1 gramo de oro, 1 gramo de hierro, 1 g de plata, una concha, dos conchas y luego le ponen una marca de acuñación. El sistema funciona razonablemente hasta que la operación se vuelve complicada de manejar, especialmente cuando tienes que pagar $20,000 en cuyo caso tendrías que tener 20,000 gramos de oro o 200 monedas de oro de 100 gramos cada una y eso resultaba claramente incómodo o peligroso. Por ello se inventan los billetes de banco y el mejor ejemplo es la libra esterlina. En Inglaterra, se entrega a los banqueros una cantidad de oro y ellos a cambio entregaban un papel que confirmaba la cantidad depositada. En este segundo momento, el dinero deja de tener valor intrínseco. El billete de banco de la libra esterlina debe costar centavos. Con el sistema de los billetes de banco era necesario depositar una cantidad determinada de valores en un banco, para acreditar que el titular de dicho billete acreditaba tener un valor que en oro representaba tal valor, 100.000 chelines por ejemplo. Se pasó de un sistema donde la moneda tenía un valor intrínseco a uno donde no lo tenía. Su valor era extrínseco, se representaba porque el banco decía que tú habías depositado una cantidad y tú confiabas en esa declaración del banco.
De su parte, los bancos anotaban el valor depositado en unos libros de contabilidad, el Libro Mayor, en el que constan cada una de las transacciones realizadas, tanto lo que se deposita, como lo que se retira.
Hasta 1950 los bancos funcionaban con este Libro Mayor, luego comienza el proceso de digitalización que permiten hacer transacciones bancarias por la Internet o por el cajero automático con dinero digital o electrónico. Es decir, lo mismo que constaba en los libros de los bancos ahora se registra en una computadora, a esta información tiene acceso solamente el banco. Entonces, mientras en el dinero digital o electrónico el banco maneja este libro mayor en un archivo digital centralizado en el cual tiene el control absoluto y que es de su propiedad, en las criptomonedas, ese libro mayor digitalizado está en custodia de todos los que han comprado esa criptomoneda, es decir, el control del registro de las transacciones del libro mayor que dice quien tiene cuánto dinero le pertenece a todos, es público, está a la vista, de forma permanente. El control del libro mayor lo tienen todos los miembros y no solo un banco centralizado.
Las criptomonedas son una unidad de pago, una unidad de cambio construidas con un soporte digital que sirve para transferir valor de un punto a otro, de manera distribuida y centralizada. El dinero virtual actúa sin intermediarios, sin Banco Central, a diferencia del dinero electrónico que le pertenece a un banco o al banco Central.
De otro lado, hay dos tipos de dinero, el de uso legal denominado fiat que significa ‘hágase’ en Latino y tiene valor porque el gobierno lo respalda y el gobierno tiene Imperio en esta materia. En el artículo 94 de nuestro Código Orgánico Monetario se establece que el dinero de uso legal en el Ecuador es el dólar.
En Inglaterra es la libra esterlina, en Alemania, Francia y España es el euro porque así lo acordó la comunidad europea, a través de un tratado internacional. Pero hay otro tipo de dinero el fiduciario, al que la gente le da valor. En el Ecuador antes de la dolarización el dinero de uso legal era el Sucre, porque la ley decía que en el país, las deudas se pagan con sucres, pero la gente no confiaba en el Sucre y utilizaba el dólar, convirtiéndose en el dinero fiduciario de los ecuatorianos. Es decir, se da valor al dólar porque confiamos en él. En México el dinero de uso legal es el peso mexicano y se le da valor a través de varios mecanismos como la tasa de interés, el encaje, etc y por otros mecanismos, se le priva de valor, destruyendo la masa monetaria, es decir imprimiendo más o menos billetes y el segundo, subiendo o bajando las tasas de interés por criterios extra crematísticos.
En los países con dinero de uso legal, el Estado es el que impone el valor a través del Banco Central o la Junta Monetaria.
Sin embargo, en el Ecuador, el dólar, al no ser emitido por el Banco Central del Ecuador, no se registra en el pasivo, esa promesa de pago que hace el Banco de Inglaterra o la Reserva Federal de los Estados Unidos.
En Ecuador, el dinero no es un pasivo monetario porque el Ecuador no es el emisor de la moneda. En el Ecuador, el dólar es un activo monetario, es un valor extranjero que el Ecuador posee y en el que funda su riqueza pero sobre todo es una moneda de curso legal, es decir, es el Estado el que ordena que sea esa moneda la que sirva para extinguir obligaciones, tal es así que han debido emitir una Ley de Defensa de la Dolarización.
Anteriormente, el oro estaba atado al valor del dinero, pero en el acuerdo de Bretton Woods, después de la Segunda Guerra Mundial, se estableció que el valor del dinero va a depender ya no del dólar en oro, sino en dólares, con la condición de que los Estados Unidos emitiese tanta cantidad de dólares cuánto oro tenga. Hasta 1973 todo funcionaba más o menos bien, pero el gobierno de Richard Nixon abandona el patrón oro, pues no había correspondencia entre la cantidad de billetes emitidos y la cantidad de oro. Algo parecido a lo que hizo Alemania después de la Primera Guerra Mundial, Zaire, Zimbabue, Argentina, Venezuela y otros países, para tratar de pagar las deudas que tenían, pero mientras más dinero emitían, la gente confiaba menos en él reduciendo su valor.
El plan de Joe Biden, para salvar la economía norteamericana afectada por la pandemia de Covid-19 es emitir 1 trillón de dólares, es decir 100,000 veces el PIB de Ecuador.
La gente pierde la confianza en el dólar, los bancos de los Estados Unidos ya no quieren dólares que, de su parte, están poniendo límites y restricciones a los depósitos en los bancos. Por ello, muchas personas buscan proteger el valor que tienen y se refugian en el Bitcoin o el oro o la soya.
La gente busca un lugar donde refugiarse y mantener a salvo su riqueza, el Bitcoin les hace esa promesa. Pese a sus bajadas impresionantes, porque en el 2018 el Bitcoin descendió de $12,000 a $2000, perdiéndose miles de millones de dólares, en la actualidad su valor está en 55,000, es decir, una inversión de riesgo, como la de todo activo.
Una de las fortalezas de las criptomonedas es que, prácticamente, son imposibles de hackear, porque desde el punto de vista técnico se necesitaría una potencia informática enorme para hacerlo. Y desde el punto de vista de recursos financieros como cualquier herramienta especulativa puede ser un refugio para su ahorro o un fracaso.
Es conveniente regularizar las criptomonedas en el Ecuador, porque oponerse a ellas es como ponerse a la Internet. El mundo está en una transformación digital, las instituciones físicas cada vez funcionan menos, es lo que está pasando con los registros públicos en el Ecuador, el Registro Civil, el Registro de Impuestos, el Registro de la Propiedad, el de vacunas, llegamos a un punto en que el sistema institucional es un fracaso. Cada vez con mayor intensidad, la actividad de las personas está más relacionada con la Internet, pagamos las cuentas por correo, nos enteramos de las noticias, compramos, vendemos, opinamos, las clases son por Zoom, los negocios se hacen por Zoom, una enorme cantidad de riqueza se produce en la Internet.
Hay muchos ecuatorianos que comprar activos digitales y resguardar su dinero y son inversionistas de riesgo, ellos comprenden el significado de invertir en ese tipo de activos, el resto, los ciudadanos comunes, tendremos curiosidad pero pocos tendrán posibilidad de invertir en dichas criptomonedas.
Las critpomonedas, conforme el Banco Central, no tienen respaldo, sustentan su valor en la especulación, las transacciones no están supervisadas ni reguladas por ninguna entidad del Ecuador y representan un riesgo financiero para quienes las utilizan.
No es de curso legal y no está autorizada como medio de pago de bienes o servicios en el Ecuador.
Las criptomonedas no tienen respaldo, el dólar tampoco, por eso se llama emisión inorgánica, vicio de muchos Bancos Centrales.
Las criptomonedas no sustentan su valor en la especulación. Las criptomonedas sustentan su valor en la confianza que le dan los usuarios, de la misma manera que lo hacen el resto de activos donde el inversionista se refugia: metales preciosos, futuros de materias primas, etc.
Las criptomonedas no están supervisadas ni reguladas por ninguna entidad del Ecuador. Después de haber visto la destrucción de la institucionalidad de los juzgados, contraloría, ministerios, hospitales públicos, asamblea nacional, etc., la calidad de dicha supervisión y regulación debe ser revisada de forma urgente y exigente.
Las criptomonedas están reguladas y supervisadas por mecanismos de consenso contenidos en smartcontracts libremente aceptados por las partes. En los smartcontracts es el ciudadano el que decide qué validar, cómo validar, cuáles son las reglas de uso, de control y cumplimiento de las obligaciones adquiridas.
En derecho privado, todo está permitido, salvo lo que la ley prohíbe, en eso consiste la autonomía de la voluntad.
En otro nivel, las preocupaciones de las autoridades monetarias sobre el uso como medio de pago en el día a día podrían tener cierto grado de legitimidad, sin embargo, este punto de vista es parcial.
El verdadero aporte de las criptomonedas, es el haber abierto espacio para la discusión del blockchain y los smartcontracts que se escriben en ellos.
Finalmente, vale la pena preguntarse si las predicciones del Banco Mundial y de Nouriel Roubini se verán cumplidas. La decisión de emitir una criptomoneda de curso legal, lo que se llama un “govcoin” podría convertirse próximamente en la tendencia en países que quieren fortalecerse frente al patrón dólar. O salir de él.
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Interesante información y es muy util.