El Gobierno de Lenín Moreno avanza en la transición del poder a su sucesor Guillermo Lasso, un proceso que se enfocará en resolver los problemas sanitarios y económicos para rescatar al país de su crisis.
“Ningún tema coyuntural es más importante que el proceso de vacunación y combate al Covid”, dijo a la agencia Efe el ministro de Trabajo y encargado de la transición, Andrés Isch, al advertir que la vacunación está íntimamente ligada a la economía, en particular por la urgencia de reactivar los sectores productivos y restablecer las redes de bienestar social.
Una relación que extiende sus tentáculos por los acuerdos comerciales y los compromisos de deuda externa e interna, y por la que pasa la restauración del equilibrio social después de las severas consecuencias que ha tenido la pandemia.
El plan de vacunación avanza lentamente y, sin él, será difícil reactivar los sectores que se han ralentizado y hasta parado por el confinamiento inicial entre marzo y mayo de 2020 y las restricciones desde entonces.
Están también, dijo Isch, los problemas históricos en política laboral, en un país donde la mitad de la mano de obra estaba en la informalidad, y donde aún existen grandes brechas salariales entre hombres y mujeres y dificultades de los jóvenes para acceder al mercado formal de trabajo.
Con su salida, el actual Ejecutivo nacional dejará al país con una deuda que bordeará los $70.000 millones (un 63% de su PIB en 2019), que corresponden a deudas de anteriores Gobiernos y a préstamos asumidos en 2020 para tapar un gigantesco agujero fiscal originado por la pandemia.
Para Isch, Ecuador logró sortear 2020, entre otras cosas, porque se mostró como un socio confiable y abierto al mundo, lo que le permitió obtener alrededor de $8.000 millones en cómodos créditos.
Entre otras prioridades en el proceso de transición, mencionó también la seguridad interna y externa, así como compromisos de Ecuador con sus vecinos y otros países de la región.
Los preparativos para la transición comenzaron hace varios meses con el acompañamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en dos fases: el preempalme y el empalme. En la primera, según Isch, se preparó información sobre las iniciativas más importantes del actual Gobierno, como contratos en curso y bases de datos, y que deben ser del conocimiento de la nueva Administración.
En la segunda fase se busca empatar el plan del Gobierno entrante con las instituciones, e incluye la entrega de información y de la metodología de Naciones Unidas para el proceso.
En una tercera fase se elaborarán paquetes de información de las instituciones y datos sobre su arquitectura institucional: presupuestos, proyectos y procesos judiciales en marcha, entre otros.
Esa etapa comenzará después de la reunión protocolaria que Moreno y Lasso tienen previsto celebrar la próxima semana, indicó Isch al detallar que hay más de 130 iniciativas sobre temas coyunturales y estructurales.
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