Un artículo de la Revista VOGUE señala que durante los últimos meses habrás oído hablar largo y tendido sobre el debate teletrabajo versus presencialidad, pero existe un tercer modelo en discordia que todavía no es tan conocido (pese a integrar lo mejor de cada uno de los dos extremos): el trabajo distribuido. Su definición es sencilla, ya que se fundamenta en el principio de que el lugar donde se encuentra el trabajador no es en ningún caso factor determinante para su participación y desempeño de labores en la compañía. El concepto abre la puerta (de manera casi literal) a un gran mundo de posibilidades, ya que el talento se deslocaliza y se desarrolla de manera colaborativa gracias a la interacción de profesionales de diversas partes del globo.
Uno de los casos más representativos de trabajo distribuido se lleva a cabo en Automattic, la compañía creadora de WordPress. En 2014 cerró su sede en San Francisco para que sus más de 1.200 empleados trabajaran desde casa, desarrollando un modelo de negocio de éxito que su CEO, Matt Mullenweg, ha desmembrado en 5 niveles, inspirándose en las cinco marchas de la conducción automovilística. En el nivel cero se encuentran aquellos profesionales que no pueden realizar su actividad desde casa (como un sanitario o un camarero) y, en el quinto, los trabajadores de empresas que han alcanzado tal nivel de autonomía que ni siquiera necesitan una sede física. Entre los dos extremos se plantea un gran ecosistema empresarial, que es el que se encuentra en plena floración ahora mismo. Sin la charla en la máquina de café, las empresas tendrán que repensar sus patrones de comunicación y sus procesos de toma de decisiones.
“Los beneficios de una fuerza laboral distribuida incluyen una huella inmobiliaria más pequeña y el acceso a un grupo de talento global. Se pueden evitar los desplazamientos diarios y se puede establecer una rutina de trabajo individual con mayor libertad”, cuenta Nora Fehlbaum, CEO de Vitra, la compañía suiza de diseño que desde hace meses debate sobre la cuestión en sus Vitra Sessions. “Dicho esto, desde luego que extrañamos la comunicación informal en el lugar de trabajo, que eleva el ánimo, crea una conexión más profunda con la misión de la empresa y puede llevar a una resolución de problemas espontánea”, añade. “Sin la charla en la máquina de café, las empresas tendrán que repensar sus patrones de comunicación y sus procesos de toma de decisiones. Ante la elección entre trabajo en remoto y re-ubicado, muchas empresas buscan implementar un modelo híbrido, el más desafiante de los tres”.
Este nuevo mundo laboral híbrido plantea una serie importante de desafíos para las compañías. ¿Necesito una oficina como la de antes? ¿Qué actividades requieren que vaya a ella y cuáles no? ¿Puedo contratar a nómadas digitales? Las respuestas a estos interrogantes se van resolviendo de manera diversa en diferentes empresas que todos conocemos.
La red social Twitter anunció que permitiría a los empleados seguir trabajando desde casa de forma indefinida, si así lo deseaban y su función y situación les permitía trabajar de forma remota. La empresa se ha estado preparando para adoptar el trabajo distribuido desde hace años y, en su caso en particular, la pandemia solo ha acelerado este proceso.
En el lado contrario se sitúa Netflix. Su director ejecutivo, Reed Hastings, declaró en una entrevista al Washington Post que “no veía nada positivo” en trabajar desde casa y que para él era un gran inconveniente que sus empleados no pudieran reunirse en persona para debatir ideas. El resultado es que la gran mayoría de los más de 8.600 empleados que trabajan en la plataforma de entretenimiento tendrán que regresar a la oficina.
La experiencia ha demostrado que el trabajo distribuido contribuye a una mayor productividad. El experimento forzoso de teletrabajo al que la pandemia nos obligó en 2020 permitió a empleadores y empleados ver que el trabajo en remoto funcionaba bien a corto plazo. Sin embargo, todavía hay pocas evidencias sobre sus implicaciones en el largo.
“Es fácil dejarse atrapar por las ventajas obvias de trabajar desde casa: no hay desplazamientos por la mañana, lo que se traduce en menos emisiones en la atmósfera, y más tiempo en casa con los seres queridos”, cuentan desde Vitra. “Otros beneficios incluyen el hecho de que no hay conversaciones no deseadas en los pasillos con algún compañero incómodo, ningún jefe vigilando constantemente por encima del hombro y la flexibilidad para gestionar el equilibrio entre la vida y el trabajo. Sin embargo, un estudio realizado por la aplicación Buffer sobre más de 3500 trabajadores remotos en 2020 reveló que el 20% de los encuestados consideraba la soledad como su mayor lucha diaria, seguida por un 18% de encuestados que lamentaban el hecho de no poder desconectar nunca”.
Por todo ello son muchas las voces que proclaman que la oficina física no está muerta, solo en proceso de transformación. “Durante la pandemia confiamos en que nuestros trabajadores de producción estuvieran presentes en nuestras fábricas”, añade Nora Fehlbaum, CEO de Vitra. “A medida que disminuían las restricciones era importante reconocer los esfuerzos de todos nuestros empleados y no establecer un sistema de dos clases”, desarrolla sobre las brechas que se pueden ocasionar entre diferentes departamentos. El resultado de esta filosofía es un sistema híbrido, que describen como una “combinación fluida de colaboración en la oficina y trabajo profundo en casa o en un tercer lugar adecuado”, abriendo así la posibilidad de la distribución.
En este sentido David Allemann, cofundador de la marca deportiva On y participante en la charla con Vitra, apunta que “hoy en día nadie vuelve a la oficina para un escritorio. Lo que nos falta ahora es la interacción social. Es estar en un espacio para resolver problemas juntos. Por eso tiene que ser un espacio emocionante al que regresar para encontrar a tu comunidad”.
Un enfoque que se enfrenta a las realidades del trabajo contemporáneo en el que la flexibilidad es primordial. “Más tareas colaborativas pueden atraer naturalmente a un trabajador a la oficina, mientras que el trabajo individual y concentrado puede realizarse mejor desde casa. En Vitra esto significa que no se reservará ningún espacio de trabajo concreto para un empleado que solo esté presente una parte de la semana, al igual que el teletrabajo ya no se considera un privilegio, sino un modo de trabajo normal**”.
Artículo original publicado en la revista VOGUE
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