La pandemia ocasionada por el Covid-19 ha impactado fuertemente en el sector cultural y de entretenimiento del país, mermando el ingreso económico de empresas y sobre todo de los artistas individuales que conforman este sector.
Es una realidad, el país no cuenta con un plan de contingencia para hacer frente a situaciones inesperadas como la pandemia en el ámbito del entretenimiento. Es real que no existe una forma de proteger a los miles de artistas que trabajan individualmente y no reciben una pensión o incentivo ni del Gobierno ni de alguna entidad privada, que les impulse a desarrollar sus actividades, sino que se mantienen del trabajo de las presentaciones ya sean teatrales, musicales, exposiciones, entre otras. En el caso de los artistas plásticos y artesanos, de la misma manera, deben procurar realizar la venta de sus artesanías para lograr mantener su economía.
Fue muy duro el golpe para los artistas que se toparon con la realidad de no poder realizar sus actividades en vivo y acoplarse a una nueva normalidad que conlleva muchos desafíos, como adaptarse a las nuevas tecnologías.
Las herramientas tecnológicas son el camino para reactivar las actividades de entretenimiento y su economía; existen plataformas como Zoom, Facebook, Instagram, entre otras, que han permitido realizar conciertos, funciones teatrales, transmisiones en vivo… Sin embargo, no les ha resultado fácil a los artistas la mezcla de las redes sociales y las aplicaciones tecnológicas con su trabajo, ya que la naturaleza de estas actividades, así como el teatro, requiere la presencia física del público; esa conexión entre el artista y la audiencia. Además, no es posible grabar una obra de teatro sin estar físicamente presente.
Algunos artistas sí han incursionado en las plataformas digitales para reactivar la economía cultural y mantenerse vigentes. Se han organizado presentaciones en las redes digitales de forma gratuita en su mayoría o con muy bajos costos. Sin embargo, no todos tienen acceso a la tecnología y la mayoría del sector cultural no tiene conocimiento sobre el marketing digital; esta barrera dificulta la incursión de los artistas en el mundo tecnológico.
Este rápido manejo de las herramientas tecnológicas entre algunos artistas ha creado una brecha que dificulta la reactivación de la economía de todos los artesanos y artistas.
El Ministro de Cultura a través del Registro Único de Artistas y Gestores Culturales (RUAC), implementó un programa de entrega de fondos no reembolsables al sector cultural denominado Cultura en movimiento, los resultados de los beneficiados con este fondo ya se encuentran publicados en la páginas web del Ministerio.
Le falta mucho al Ecuador para encontrar una solución efectiva para reactivar la economía del sector cultural, es importante contar con planes de contingencia, así como con políticas públicas que contengan a este sector.
Una medida de parte del Gobierno ha sido autorizar la apertura de cines y teatros en la Ciudad de Quito, siempre y cuando se cumpla con las normas de seguridad y el distanciamiento. Si bien es cierto que no se podrá recuperar las pérdidas, se intenta mitigar la situación económica que ha provocado la pandemia. Es una oportunidad para la reinvención.
La crisis sanitaria ha obligado a incursionar de forma ágil en las herramientas digitales y adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos.
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