En juilo de 2012, el llamado último dictador de Europa, Alexandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia,llegó de visita oficial a Ecuador y fue recibido con honores en el Palacio de Carondelet, los mismos protocolos aplicados en Cuba y Venezuela, países que fueron para de su gira. En ese entonces, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, alertó sobre los excesos en el tema de las libertades como la prohibición a la libre asociación, la instauración de procesos judiciales en materia de libertad de expresión, los reportes de tortura y abusos en las cárceles.
Una semana más tarde, Ecuador sumaba sus votos a los de Rusia, India, China y Cuba para oponerse a que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU envíe a Bielorrusia un investigador especial para que constatara las denuncias de represión y tortura contra los opositores al régimen. Sí, el mismo expresidente que ahora anda rogando ante los organismos de derechos humanos por la supuesta violación a sus derechos por los procesos judiciales instaurados en su contra, por delitos comunes.
“Usted tiene toda la razón en que efectivamente es necesario acercar Bielorrusia a América Latina y viceversa (…). Bielorrusia es una potencia altamente desarrollada en las esferas tecnológica y científica -dijo el expresidente Correa en una visita a Lukashenko-. A diferencia de muchos otros países, aquí los logros en ciencia, tecnología y cultura se utilizan en beneficio del pueblo. Y ustedes comparten esos conocimientos con otros pueblos del mundo”.
En Bielorrusia se acaban de celebrar elecciones presidenciales y la sorpresa fue que Lukashenko ganó con casi el ochenta por ciento de los votos, cuando todas las encuestas internacionales independientes apenas le daban el 10 por ciento de los votos. La presidente de la Comisión Electoral Central, Svetlana Yermoshkina, pidió reconocer la victoria de Lukashenko, mientras las calles de Minsk eran tomadas por la Policía para detener a los opositores que salieron a protestar y denunciar el fraude.
En un vídeo publicado por la prensa local se puede ver cómo un camión de la Policía atropellaba a un grupo de manifestantes en el centro de Minsk. La Policía recurrió a balas de goma, mangueras y granadas ensordecedoras para dispersar a los miles de manifestantes, que en una de las avenidas de la ciudad levantaron una barricada con bidones y otros objetos del mobiliario público.
La campaña electoral en Bielorrusia estuvo marcada por la detención de políticos y activistas de la oposición. Lukashenko había ordenado el arresto de los principales aspirantes, muchos de los cuales pasaron al exilio. Esos eran los aliados de Ecuador en la década del expresidente Correa, los ejemplos de democracia y buen vivir, como Venezuela o Cuba. Y quiere volver al Ecuador para restaurar su concepto de democracia, el acaparamiento de todos los poderes del Estado, y liberar a Jorge Glas, claro.
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