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El recorte laboral también afecta a los pequeños y medianos empresarios

Karla Gabriela Tapia Carreño
Universidad Técnica Particular de Loja
jueves, julio 16, 2020
Las pequeñas y medianas empresas han sido las más afectadas por el cese de actividades, lo que ha provocado que deban tomar decisiones de recorte de personal y obtengan más pérdidas que ganancias. El apoyo por parte del sector financiero es vital para que continúen con sus actividades y no se vean en la penosa situación de cerrar sus puertas
Tiempo de lectura: 4 minutos

Esta pandemia ha mostrado un escenario extenso y un cambio abrupto a escala mundial, la oferta de bienes y servicios se ha afectado y la demanda se ha reducido en forma sustancial. Esta situación ha hecho que la economía de muchas empresas se deteriore.

Es importante tener datos sobre como el coronavirus ha afectado a la oferta y la demanda de trabajadores autónomos, pymes y artesanos debido a que todo este tipo de actividades se encuentra parcialmente paralizada.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las cifras de desempleo en Ecuador cuadriplicarían las que estima el Ministerio de Trabajo local, aproximadamente 850.000 los empleos que se perderían este año en Ecuador.

Según la Cámara de Comercio de Quito, basada en un estudio del Banco Central publicó un estudio donde estima que la economía del país caerá entre el 7,3% y 9,6% en el 2020 por la crisis, que podría implicar una pérdida de 600.000 empleos hasta final de año y un aumento de la pobreza hasta en 4%.

Los gobiernos también se sienten vulnerables frente a esta situación, ahora lo más importante es enfocarse en evitar el riesgo de contagio del Covid-19, para lo cual las autoridades han tomado las medidas de aislamiento y distanciamiento social.

La situación económica por la que atraviesa el país es bastante complicada, el Estado ha tomado varias medidas económicas para sobrellevar los gastos que ha provocado la crisis sanitaria, entre estas medidas se ha considerado la reducción del horario laboral del sector público; esta reducción implica un porcentaje menos en el salario.

Las pequeñas y medianas empresas han sido las más afectadas por el cese de actividades, lo que ha provocado que deban tomar decisiones de recorte de personal y obtengan más pérdidas que ganancias. El apoyo por parte del sector financiero es vital para que continúen con sus actividades y no se vean en la penosa situación de cerrar sus puertas.

El apoyo consistiría en otorgar créditos con bajas tasas de interés para que los pequeños emprendedores inicien un negocio acorde a las necesidades que exige la sociedad actualmente. Es importante que de esta crisis las empresas empiecen a diversificar su mercado dentro de los sectores dirigidos a la salud, higiene, alimentación e implementar un modelo de negocios basado en un comercio electrónico.

La crisis desatada por el coronavirus se ha llegado a comparar con la provocada por una guerra; sin embargo, en una guerra existe una planificación, diseño de estrategias y compra de armamento adecuado para “atacar” al objetivo. En este caso el enemigo es un virus invisible que golpea a todo el mundo. En el caso de Ecuador estamos enfrentándonos a esta guerra sin armamento suficiente, sin insumos médicos necesarios ni seguridad del personal sanitario. Al Ecuador todavía se lo considera dentro de los países en vías de desarrollo que no tiene todos los implementos necesarios para combatir el virus.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de cada cantón dispuso una “semaforización” para determinar el estado de sus ciudades, en su mayoría todos los cantones se mantienen en semáforo amarillo, lo que implica una reactivación de actividades en diversos sectores productivos.

Las oportunidades que el Gobierno ofrezca a los empresarios serán las oportunidades que ellos puedan ofrecer a sus trabajadores.

El éxito de esta nueva etapa de distanciamiento social va a depender del comportamiento de cada uno de nosotros, de tomar conciencia sobre la situación en la que estamos viviendo y poner nuestros esfuerzos en los cuidados necesarios para evitar el contagio.

El Gobierno ha tomado una decisión que seguramente fue analizada a fondo, pero a pesar de eso varias personas se han quedado sin empleo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha manifestado que a nivel mundial 195 millones de empleos se perderán en esta crisis.

Entre las medidas adoptadas por el Gobierno para evitar más pérdidas de empleo y, al mismo tiempo, reducir el gasto público, ha sido la reducción un 25% del salario con lo cual los empleados podrán asegurar su puesto de trabajo.

El sector privado debe tomar la decisión de acogerse o no a esta alternativa, ahora mismo podemos darnos cuenta de que muchas empresas privadas han usado el despido intempestivo como una de sus opciones ya que no generan ingresos. Esta modalidad de despido significa para el empresario otorgar el pago de una liquidación por el tiempo de desahucio, vacaciones, decimo terceros, décimo cuarto, lo que implica un fuerte gasto para las empresas que ahora mismo no tienen ingresos.

Algunas han optado por utilizar los ahorros que poseían hasta el momento para liquidar a sus empleados, ante la imposibilidad de continuar con sus actividades. Esto no solamente genera un malestar económico en la empresa sino también psicológico, durante todo el tiempo que el trabajador permanece en su lugar de trabajo se generan vínculos afectivos por los momentos compartidos.

El ministro de Trabajo mencionaba que en esta crisis no solamente hay que cuidar al empleado, sino que el Estado está también en la obligación de cuidar al empleador. Sin embargo, esta crisis debe ser aprovechada para despuntar nuevamente y reinventarse.

La idea en este momento es que las empresas diversifiquen y estén preparadas para cualquier entorno ya sea presencial o a distancia; una de las mejores estrategias está en enfocarse en la modalidad de comercio en línea, a través de la tecnología e innovación de sus productos y servicios.

Los trabajadores informales se cuentan entre los más afectados porque al no pertenecer al sistema formal de la economía no tienen acceso a la seguridad social y solo dependen de un ingreso económico diario para poder subsistir. Por eso es importante que el Gobierno ponga rápidamente en marcha los mecanismos de ayuda para cubrir a la mayor cantidad de esta población vulnerable y seguir estudiando un plan de ayuda a largo plazo, así como la creación de políticas públicas en beneficio del sector informal.

Una de las opciones sería flexibilizar el Código Laboral con la aprobación de contratos temporales o por proyecto que en cierto momento fueron eliminados. Con esta diversificación de las modalidades de contratación el sector informal podría formar parte del equipo de varias empresas bajo la modalidad free lance.

Las oportunidades que el Gobierno ofrezca a los empresarios serán las oportunidades que ellos puedan ofrecer a sus trabajadores.

 

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