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La ansiedad en cuarentena: el coraje significa actuar a pesar de sentir miedo

jueves, abril 9, 2020
La ansiedad y la depresión pueden atacar con mayor facilidad a personas que antes de esta cuarentena ya eran parte de una población vulnerable, la que sufre de hipocondría, por ejemplo, un trastorno que hace creer a alguien que tiene una enfermedad cuando no la tiene
Tiempo de lectura: 5 minutos

La Universidad ECOTEC organizó un ciclo de conferencias gratuitas desde el 27 de marzo hasta el 4 de abril para hablar sobre salud, tecnología, ecología, prevención y educación. Entre los temas de salud, sin duda, uno clave fue ¿cómo manejar la ansiedad en tiempos de cuarentena?

¿Por qué? La ansiedad es una angustia, el no saber cuándo se va a normalizar la situación en el país y en el mundo por la propagación del coronavirus que ha obligado a la mayor parte de la población a encerrarse en sus casas. Cuándo se va a encontrar alguna cura o alguna vacuna, son preguntas que nos hacemos a diario.

¿Cómo tratar la ansiedad si estamos en aislamiento?, ¿cómo crear rutinas saludables?, ¿cómo mantener una mente positiva frente a esta pandemia mundial?, ¿cómo manejar los duelos o la depresión? Son temas importantes que pueden ayudar a la comunidad en estos momentos de emergencia sanitaria y cuarentena.

En lo que vamos de la cuarentena, la ansiedad y la depresión son los problemas más reportados. La depresión en personas que han tenido familiares con la enfermedad y están en plena crisis porque no tienen a dónde acudir con los hospitales abarrotados.

En estos días, la gente ha escuchado muchas noticias catastróficas como la de la necesidad de cavar fosas comunes para los muertos, que en los hospitales no atienden… Entonces la gente comienza a preguntarse qué pasa si a mí me da la enfermedad y no tengo quien me atienda porque los hospitales no se dan abasto. Los sistemas de salud pública y privada están saturados.

Son noticias que generan ansiedad y pueden conllevar serios problemas.

La ansiedad y la depresión pueden atacar con mayor facilidad a personas que antes de esta cuarentena ya eran parte de una población vulnerable, la que sufre de hipocondría, por ejemplo, un trastorno que hace creer a alguien que tiene una enfermedad cuando no la tiene.

Por ejemplo, si una persona hipocondríaca escucha en las noticias que los síntomas del coronavirus son tos, fiebre y dolor de garganta, mágicamente comienza a toser, a sentir fiebre y dolor de garganta. Se enferma porque experimenta los síntomas, pero en realidad todo es netamente psicológico. No tiene el Covid-19.

Este tipo de personalidades se sugestionan con facilidad no solo por ver noticias, sino por escuchar a los vecinos, a los familiares. En su cabeza hacen una película que no existe, irreal. Los sentimientos negativos contribuyen bastante con el estado depresivo.

La cuarentena es un aislamiento, algo que nos sacó de la normalidad, de nuestra rutina diaria de ir al trabajo, de almorzar con nuestros hijos… Para evitar los sentimientos negativos en estos días lo más aconsejable es tener una rutina, hacer que el cambio no sea tan abrupto. El hecho de estar aislados no significa que estamos en una cárcel. Es necesario aprovechar y poner reglas y rutinas en el caso de las personas que tienen hijos, para quienes viven solos es un poco más complicado porque la soledad muchas veces alimenta la depresión.

Siempre es bueno tener una compañía, pero desafortunadamente no todo el mundo tiene esa oportunidad. En ECOTEC tenemos profesores cubanos que viven solos, son personas a las que les hacemos seguimiento para ver cómo están, qué necesitan, cuáles son sus necesidades. En general, todos los colaboradores reciben ayuda psicológica y asistencia por parte del departamento médico.

Los adultos deberíamos aprender de los niños, son los menos propensos a caer en depresión o ansiedad.

Una persona con antecedentes de depresión, que haya recibido atención psiquiátrica, si ha recibido medicación deba mantenerla sobre todo en estos tiempos de cuarentena. Y quienes, por muchas razones, no han acudido a consulta y no fueron diagnosticadas por obvias razones, en esta situación, no pueden ir a consulta. En esos casos lo más aconsejable es dejar de lado las noticias catastróficas y evitar por todas las formas posibles saturarse de información. Huir de las redes sociales donde se mueve mucha información que no necesariamente es una verdad completa, sino que contribuye a alimentar la ansiedad, el miedo y los temores.

Los adultos deberíamos aprender de los niños, son los menos propensos a caer en depresión o ansiedad. Son los que menos sufren porque aprenden o ven la forma de jugar en casa con muñecos, con carros, con la escoba, con lo que sea. Ellos usan su creatividad y su imaginación.

Y eso es lo que los adultos deben copiar a los niños, derivar nuestros pensamientos a lo positivo, salirnos un rato del coronavirus, de los problemas, siempre tomando las precauciones del caso. Es necesario separar esta bulla o ruido de información que seguimos en las redes.

Eso no quiere decir que lo niños no deban estar al tanto de todo. Hay padres que consideran mejor no decirles nada, no comentar nada, sino solo enseñarles a lavarse más las manos, a tener más precauciones, sin conversar directamente del virus como tal, para no crearles una sensación de pánico. Pero, en mi opinión, a los niños, sin importar la edad, hay que explicarles el tema de la pandemia, más limitadamente, con dibujos, de una forma más creativa para que ellos entiendan que es una situación puntual no localizada solo en el Ecuador.

De esa forma es más fácil enseñarles a tomar las precauciones debidas, como lavarse las manos, tener más limpio el lugar, no entrar con zapatos, no salir de casa. Los niños entienden, el problema surge cuando no reciben la información directamente.

A los niños siempre hay que explicarles cómo está la situación, por qué se repite tanto el mensaje de #QuédateEnCasa sin más, sin menos, sin añadir nada, lo más dañino de las redes: agregan información falsa destinada a alarmar a las personas, porque de eso viven. Mantener a la gente con la necesidad de seguir en las redes para ver qué pasa.

Más información no significa necesariamente más seguridad. Es muy probable que estemos a salvo si únicamente revisamos las noticias tres veces al día en lugar de tres veces por hora. Es mejor revisar fuentes de información confiables, sin sobresaturarnos.

Una clave para esto es mantener al dormitorio como zona libre de dispositivos con información sobre el coronavirus. Hay muchas personas que desarrollan la ansiedad en las noches, no pueden dormir y ahí comienzan los problemas del trastorno de sueño. Lo más importante para optimizar el descanso, para dormir tranquilos, es evitar los dispositivos o las luces una o dos horas antes de conciliar el sueño. Tener una rutina a la hora de ir a dormir es muy importante.

Es clave desconectarse un tiempo de esta situación catastrófica y concentrase en más pensamientos positivos, en otras actividades.

ALGUNAS CLAVES PARA EVITAR LA ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN EN TIEMPOS DE CUARENTENA

Lo primero es gestionar el conflicto, no hay que intentar eliminarlo. En momentos de crisis el conflicto es casi inevitable. Pretender negarlo y eliminarlo únicamente lo alimenta. Para gestionarlo mejor se debe reunir a las personas con las que estoy conviviendo para llegar a acuerdos: qué horarios vamos a tener, reparto de tareas, tiempo de descanso…

Lo segundo es reconocer el malentendido de la ansiedad; cuando alguien siente estrés, sin una razón válida, sin una amenaza de peligro real, hay que interpretar esa sensación como una falsa alarma. No pensar o perderse en algo catastrófico. Esa alarma es provocada por haber acumulado pensamientos sobre todos los peligros y no porque el peligro exista en ese instante. Todo está en la mente. No porque me duele la garganta ya tengo coronavirus. Puede ser alergia.

Es clave desconectarse un tiempo de esta situación catastrófica y concentrase en más pensamientos positivos, en otras actividades.

Lo tercero, no se debe rechazar el miedo. El coraje no significa actuar sin miedo. El coraje significa actuar a pesar de sentir miedo. El temor en cierta medida nos ayuda a reaccionar con mayor concentración y coraje frente a peligros reales. El miedo nos mantiene en alerta y nos obliga a actuar con más precauciones, siempre manteniendo el control y el equilibrio.

Esta crisis nos ayudará a aprender a manejar la resiliencia, aprender a usar los tiempos de crisis, los tiempos difíciles en aspectos positivos. El hecho de estar encerrados, aislados no quiere decir que no podamos usar nuestro tiempo a favor. Todo lo contrario, nos enseñará a estar más unidos como familia. Nos enseñará a tener más precauciones, a ser más responsables con la sociedad y con nosotros mismos. Hay muchos beneficios que uno puede sacar de este tipo de situaciones, solo se necesita reflexionar más, meditar más.

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1 Comments

  1. John Ramirez abril 9, 2020

    Excelente artículo para lo que se esta sufriendo hoy en dia y para aquellas personas que sufren mucho de ansiedad asi estas aprendan a estar en sintonía con sus pensamientos y sentimientos y logren controlar su trastorno de ansiedad. Para el que desea saber otros métodos de como superarla lo invito a darse un paseo por esta pagina web.

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