Si algo caracteriza a Nayib Bukele y Andrés Manuel López Obrador es su discurso progresista, su arrogancia y su endiosamiento a las redes sociales. Todo comienza y acaba en sus redes sociales. Los dos consideran que son herramientas para contrarrestar lo que llaman el dominio de los medios de comunicación masivos. Y, al parecer, los dos se informan por las redes sociales, se alimentan con fake news, videos trucados, puestos a circular sin ningún contexto con el único objetivo de generar caos.
Los dos también se han dado el trabajo de convertir a Guayaquil en la nueva Wuhan, validos de videos manipulados y puestos a circular en redes sociales por un grupo político ecuatoriano cuyo líder fue sentenciado a ocho años de prisión por armar una estructura de sobornos, la más grande de la que se tenga conocimiento en la historia del país. La red Peñaranda quedó corta a su lado.
Tanto Bukele como López Obrador tienen su origen en la llamada izquierda latinoamericana, el uno en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el otro en el Partido Revolucionario Institucional, el PRI. Bukele fue el publicista del FMLN y López Obrador comenzó su carrera política en el PRI en el trabajo con sectores indígenas.
Bukele y López Obrador se alejaron de sus orígenes para buscar su propio camino al poder con un entramado de coaliciones de movimientos y sectores hastiados de la dictadura perpetua del FMLN en El Salvador y del PRI en México. Tanto Bukele como López Obrador han pinchado su discurso en la desconfianza hacia los medios de comunicación.
Los dos agradecen al cielo o a Estados Unidos la existencia de las benditas redes sociales. Un izquierdista como López Obrador alabando los beneficios del imperialismo y a las corporaciones mediáticas globales, sin filtros, sin ningún criterio editorial. Bukele vive en Facebook, López Obrador prefiere en sus ruedas de prensa a los llamados influencers de la llamada izquierda, esos que festejan sus chistes. ¿No es raro que las grandes campañas de desinformación sobre lo que ocurre en Ecuador con la emergencia sanitaria por el Covid-19 provengan de Centroamérica?
La pandemia del coronavirus ha juntado sus vidas en un discurso hasta xenófobo. López Obrador, recurrió al ritual popular de tocar madera para pedir que la situación por el coronavirus no empeore en el país y los periodistas y sus adversarios no puedan sacar tajada de la tragedia. “Imagínense que nos vaya mal. Toco madera y me hinco. Pero en una situación como la de Guayaquil, ya me los imagino a todos con equipos especiales y gorras. Con el micrófono ahí, haciendo entrevista a los enfermos”, dijo.
“Después vamos a estar como Ecuador, donde está la gente llorando y dice: tengo 5 pacientes muertos, tengo 5 días de estar ahí. La gente tiene que sacar los cadáveres a la calle, les tiene que rociar cal a su propia familia, les tiene que prender fuego en la calle y eso no me lo estoy inventando yo, vayan a internet, pongan los videos, de fuentes confiables… Ya no solo el sistema de salud colapsó, colapsó todo. Colapsaron la ambulancia, colapsó la Policía, colapsó el Ejército, colapsó el Gobierno, colapsaron las estadísticas”, dijo Bukele.
Lo dos ojalá no escupan al cielo. Lo más inhumano es que en lugar de ayudar, esos países de la región se hagan eco de fake news para contribuir al caos. Es fácil mirar la paja en el ojo ajeno…
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