El Gobierno alemán prepara el cierre parcial de la vida pública ante la extensión de la pandemia del nuevo coronavirus, de forma que solo seguirán abiertas tiendas de alimentación, farmacias y otros comercios de artículos de primera necesidad, así como bancos y gasolineras. Nueva York y Los Ángeles restringen el funcionamiento de bares y restaurantes, en tanto escuelas y museos han cerrado en todo Estados Unidos, donde la rápida propagación del coronavirus deja casi 70 muertos
En Argentina, el Gobierno dispone el trabajo a distancia en la administración pública nacional y refuerza las recomendaciones para que la modalidad se aplique también en el sector privado y así redoblar los esfuerzos de contención del coronavirus. No se van a poder desarrollar ningún tipo de espectáculos, teatros, cines, deportivos o musicales que signifiquen un número importante de gente que se concentre en ese encuentro. Colombia cierra sus fronteras.
Donald Trump ha pedido al país evitar reuniones de más de diez personas, que no se vaya a bares o restaurantes, que los niños se queden en casa y se trabaje desde el domicilio. Trump ha negado que su Administración vaya a imponer un confinamiento generalizado, al estilo de España o Italia.
El coronavirus COVID-19 hasta ahora deja más de 160 mil contagiados en 140 países del mundo. Italia vive una situación crítica con más de 24 mil casos positivos. España tiene 9.400 casos positivos, 309 muertos y 530 dados de alta. Irán con 12 mil infectados y Corea con 8.000 casos son los países más amenazados por la pandemia global.
Las medidas anunciadas por el Gobierno ecuatoriano son necesarias y urgentes. Pero eso no significa que el país se vaya a detener. Gracias a la tecnología, empresas, universidades, colegios, bancos, supermercados, tiendas, centros comerciales han armado sus estrategias para evitar la paralización y el caos. Ninguna medida, por fuerte que pueda parecer, resulta exagerada. Todas la experiencias en la lucha contra esta ahora pandemia son válidas, tanto la de China como la de Corea del Sur.
Algún día este coronavirus será otro resfriado más que será bloqueado con alguna vacuna, que ya está en período de pruebas. Pero mientras tanto lo importante es proteger al que está al lado, en la casa, en el barrio, en la comunidad… Evitar riesgos innecesarios. Hacer caso cuando las autoridades locales y nacionales piden: ¡Quédate en casa! Desde la casa también es posible ser productivo. Cada empresa, movimiento, sindicato, centro educativo, cada familia sabrá cómo colaborar para que el país siga adelante.
La responsabilidad de evitar la propagación de este virus es de toda la sociedad, de todos. Con algo llamado solidaridad. Solidaridad y lealtad no solo con nosotros mismos, sino con quienes se están jugando su vida para luchar contra esta enfermedad en los hospitales, centros de salud, puertos, aeropuertos, fronteras… Día y noche.
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